"Me voy lleno de satisfacciones personales y profesionales que han colmado con creces todas mis expectativas. La Armada me ha dado mucho más de lo que ella ha recibido de mi trabajo", manifestaba emocionado el todavía Almirante de la Flota, Francisco Javier Franco Suanzes. Eran sus palabras de despedida tras más de 40 años de servicio, 23 destinos en la Armada y 20 cambios de residencia, una carrera que culminaba ayer con una sencilla ceremonia en la cubierta del buque Galicia tras algo más de un año como ALFLOT, "el mejor destino de la Armada", aseguró.

Franco Suanzes dejaba el mando de la Flota con el objetivo cumplido. "Como responsable del adiestramiento de toda la fuerza de la Armada mi objetivo, en un escenario económico muy restrictivo, fue el evitar la pérdida de capacidades, al tiempo que se mantenía o incluso se incrementaban los niveles de adiestramiento de las unidades. Considero humildemente el objetivo cumplido", apuntó en el discurso que realizó ante autoridades militares y civiles, compañeros y familiares presentes. Pocos minutos antes de su alocución en el Galicia, atracado en la Base Naval de Rota, el Almirante pasaba revista a las tropas y se despedía de la bandera, acercándose luego a los invitados para agradecerle más cerca que estuvieran en este día "importante para mí y mi familia", decía, aunque su cese en el servicio activo sea "un hecho natural como muchos otros que se producen a lo largo del año".

El Almirante destacó que "la crisis no ha disminuido el esfuerzo por la excelencia" y se enorgulleció de cómo la Fuerza que ha mandado hasta ahora "está participando brillantemente en distintas operaciones". "Garantizamos la paz y exportamos estabilidad allá donde se nos demande y recibimos el reconocimiento del pueblo español que ha modificado en los últimos tiempos la percepción y valoración de sus Fuerzas Armadas hacia las más altas cotas conocidas", recalcó.

Por eso tampoco faltó su agradecimiento a todos los que han estado a sus órdenes, "por vuestra lealtad y colaboración que me han facilitado siempre el ejercicio de la autoridad", afirmó. "Son un ejemplo de esa Armada activa, preparada y eficaz para la que he trabajado y a la que he servido", señaló Franco Suanzes.

En su adiós a sus 44 años de carrera hubo también tiempo para recordar "con una mezcla de sentimientos" algunos de los hitos "que han jalonado ese feliz camino". El Almirante dio puntadas así sobre sus destinos a flote, en tierra, en la enseñanza, "con el privilegio de disfrutar de los puestos más deseados".

Fue la parte emotiva de un discurso donde no se olvidó de su familia, de sus compañeros y de las personas que confiaron en él para asumir tan altas responsabilidades, así como de la provincia y Rota, "paraíso donde terminan mis singladuras". "Cuando esta ceremonia termine se cerrará la última página de mi cuaderno de bitácora. Rendirá su postrera singladura un ciudadano de España, oficial de la Armada, orgulloso de haber servido a su patria y siempre agradecido a los que hicieron posible tan larga travesía", concluyó conmovido.