“Somos servidores públicos. Servidores de los ciudadanos. Ése es nuestro denominador común. El punto donde convergen todos los propósitos”. El rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, hizo ayer una defensa de la universidad pública durante su intervención en el Foro de Cádiz, auspiciado por la Fundación Cajasol, el Casino Gaditano y Diario de Cádiz. El máximo responsable de la institución académica inauguró una nueva edición de esta iniciativa de debate ciudadano que se desarrolló, en la tarde, en la sede de la Fundación Cajasol en Cádiz.  

En una extensa y nutrida ponencia titulada Retos de la Universidad de Cádiz en el horizonte de 2020, el rector desgranó los desafíos del presente y el futuro de la UCA, donde “afrontamos el reto de mantener la esencia de la universidad pública contra viento y marea, en circunstancias adversas”. Y ello, de manera simultánea a la tarea cotidiana de generar conocimiento, de mantenerse fieles a sus responsabilidades, de formar a miles de universitarios y aportando una considerable producción científica y de transferencia. “Debemos avanzar señalando con precisión el horizonte, pero trabajando en su conquista desde el presente”. 

Y por el presente comenzó su disertación hasta desembocar en los retos del horizonte 2020. La UCA, como universidad pública, tiene el reto permanente de mantener la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, “no permitiendo que ningún estudiante no comience o abandone sus estudios por cuestiones económicas”. El catedrático en Química Física nombró a tres estudiantes. Una es Tania Carmona, que ha perdido su beca por 0.05 puntos. “El reto es que pueda continuar estudiando”, deseó. 

Otro desafío es retener a los jóvenes talentos, “nuestro capital humano”, así como procurar el retorno de los investigadores ya emigrados. De nuevo aportó nombres, en este caso, de profesionales “plagados de experiencia y de méritos contrastados, pero con el futuro bloqueado”. “Y otro reto —agregó— es la estabilización y promoción de nuestro personal docente e investigador y de nuestro personal de administración y servicios en los próximos años”. 

E igualmente señaló como fin del presente continuo “mantener un alto nivel en investigación y transferencia”. Eso sí, recordando que tres años de recortes han significado una involución de diez años en la investigación de algunos grupos. Con este panorama, otro de los propósitos de la UCA es obtener una mayor financiación europea (en 2013 se llegó al millón de euros) y aumentar los contratos con empresas (el pasado año se alcanzó la cifra récord de cinco millones). Hablando de partidas económicas, el rector recordó “el reto pendiente, que se resiste, de la reforma del Colegio Mayor Beato Diego, cerrado desde 2003”; y también hizo alusión a la deuda de 60 millones que mantiene la Junta de Andalucía con la institución.  

En los próximos años, la UCA —“una universidad pública de calidad, imprescindible en el desarrollo y el futuro de nuestro entorno, de la provincia de Cádiz y de Andalucía”—, trabajará para aumentar la transmisión del conocimiento humanista, social, y tecnológico mediante la formación y la investigación, y de una manera muy especial su transferencia a la sociedad, de forma que impulse la innovación y favorezca el desarrollo social y económico del entorno. Y es que es ahora, según dijo el interviniente, cuando a la universidad se le demanda un papel activo en el cambio del modelo productivo, como motor de desarrollo. “Es en este preciso instante cuando debemos, apretando los dientes, intensificar y consolidar nuestro compromiso con la sociedad a la que servimos”. 

Tras estas palabras, González Mazo avanzó en su discurso mirando ya hacia el horizonte 2020, que parte de una estrategia denominada Europa 2020, definida por la Unión Europea y con la que se pretende, a grandes rasgos, fomentar el conocimiento y la innovación; promover una economía más eficiente en el uso de recursos; y propiciar una economía generadora de empleo que promueva la cohesión económica, social y territorial. Ante tales objetivos, el ponente señaló el Campus de Excelencia Internacional del Mar (Cei.Mar), liderado por la UCA y que definió como “la mayor agregación científica especializada en torno al mar, que supera el ámbito de las instituciones académicas y se amplía a organismos y centros de investigación y a los sectores económicos y productivos, con una sólida proyección internacional”. “Hemos asumido un papel de liderazgo en la creación de mesas sectoriales y clústeres”. Y de más reciente creación es la Mesa por la Economía Azul, una iniciativa de ámbito europeo que fue constituida en 2013 y que define la estrategia comunitaria de apoyo al crecimiento sostenible de los sectores marino y marítimo. También destacó el apoyo de la UCAa la industria aeronáutica, el sector petroquímico y la industria agroalimentaria. 

“Estamos inmersos en el impulso de sectores empresariales para la definición de grandes líneas de proyectos I+D+i, estratégicos y singulares para Cádiz y Andalucía, que tendrán gran capacidad de arrastre tecnológico y posibilidad de efectos industriales”. Algunos de esos sectores son la logística portuaria, la industria vinculada al transporte, ecosistemas de marismas, el turismo y las energías renovables marinas. 

El impulso de la internacionalización es “otro de nuestros grandes retos”, reconoció el rector, que informó de que la UCA está iniciando el trámite para su integración en siete grandes iniciativas industriales de la Comisión Europea, destinadas a apoyar el desarrollo y ejecución de actividades de investigación e innovación “de importancia estratégica para la competitividad y el liderazgo industrial de la Unión Europea o para resolver retos específicos de la sociedad”. 

Son estos algunos de los pasos más significativos que la Universidad de Cádiz viene dando para avanzar hacia la universidad de los próximos años. Pero para que el paso sea firme es necesario “un contexto de estabilidad que dé solidez a nuestras acciones y planificaciones futuras”. “Hace falta un pacto de Estado que ponga a la educación por encima de otros intereses y que evite frenos en el despliegue de nuestra docencia, investigación y transferencia”, reivindicó el rector.