Un ginecólogo de Jerez se enfrenta a pena de cárcel e inhabilitación

Está acusado de "no ver un cáncer evidente" en una joven que falleció posteriormente

Manuel Moure / Jerez

10 de octubre 2009 - 05:01

Un ginecólogo residente en Jerez se enfrenta a penas de prisión e inhabilitación para el ejercicio de su profesión, además de al pago de una fuerte indemnización, en el Juzgado de lo Penal número 1 de Jerez. Está acusado "de no ver lo evidente" según la acusación particular y de no diagnosticar un cáncer de cuello de útero en una joven de origen bosnio, casada con un soldado español, que tras ser operada falleció tras extenderse el cáncer por su cuerpo.

En el juicio, que fue celebrado en Penal 1 por el juez Manuel Buitrago, se dirimió tanto la profesionalidad como la pericia del ginecólogo, que atendió a la mujer en una clínica jerezana después de que ésta acudiera allí tras padecer un episodio de sangrado vaginal. En todo momento, el acusado señaló, entre otras apreciaciones, que el "cáncer de cuello (de útero) no duele", así como que "yo cumplí el protocolo" y "hoy volvería a hacer exactamente lo mismo". Lo cierto es que en un plazo mínimo de tiempo, apenas tres meses, Liliana (que así se llamaba la fallecida) pasó de tener un cáncer 'in situ' a tenerlo en metástasis o cáncer invasor.

A la hora de atender a la paciente, el doctor señaló que le hizo una analítica, además de auscultarla y recetarle un tratamiento contra el dolor. Dicha analítica reveló que "la paciente no tenía anemia", lo que venía a demostrar que el sangrado no era una emergencia de carácter vital. Una de las preguntas más curiosas que realizó la defensa hizo referencia a la posibilidad de que el tumor se extendiera con mayor rapidez debido a la bajada de defensas que pudo padecer la mujer por estrés al tener varios desencuentros de carácter conyugal con su marido. El doctor asintió, basándose para ello en estudios publicados en revistas especializadas.

El ex marido de la mujer fallecida aseguró que "es imposible que los desencuentros aceleraran la enfermedad porque fue precisamente el cáncer el que provocó los desencuentros".

El tercer doctor que la atendió, el que operó a la enferma, siempre según la versión del ex marido, señaló que "si se hubiera cogido dos meses antes no se habría tenido que operar siquiera".

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