La Audiencia Provincial de Cádiz juzga hoy en la Sección Primera a un hombre acusado de asestar dos navajazos a otro durante el transcurso de la Feria de Puerto Real del año 2013. La Fiscalía, que le imputa al supuesto agresor un delito de homicidio en grado de tentativa, solicita una pena de ocho años de cárcel.

Así, según consta en el escrito de calificación fiscal, los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 31 de mayo de 2013, en torno a las 3:15 horas, cuando el acusado entró en una conocida caseta de la feria puertorrealeña, Tal como somos, en la que se encontraba la víctima en compañía de otras personas.

Una vez dentro -prosiguen las diligencias previas- "el comportamiento inadecuado" del acusado motivó que la atención de los presentes se centrara en su persona. Instantes después, al percatarse de que la víctima miraba hacia él, el supuesto agresor se aproximó e inició una discusión durante la cual, de forma inesperada, sacó una navaja de 20 centímetros de hoja con la que asestó dos cuchilladas a la víctima en el abdomen "con ánimo de acabar con su vida". Sendos navajazos le produjeron "una herida en el hipocondrio derecho y otra en el vacío derecho con pequeña laceración hepática y hematoma subescapular en el polo inferior izquierdo".

Según las calificaciones previas del Ministerio Público, uno de los acompañantes de la víctima golpeó con fuerza al agresor en la mano con la que sostenía el arma, evitando que éste prosiguiese con el ataque.

Destaca el fiscal del caso que "lo inesperado y súbito" del ataque del acusado disminuyó "de forma muy notable" las posibilidades de defensa de la víctima. Añade que las lesiones no fueron mortales de necesidad dada la zona del cuerpo en la que se produjeron, si bien indica que "de haber penetrado más el arma o provocado un desgarro hepático más amplio, hubieran supuesto un serio compromiso vital".

Las lesiones sufridas por el hombre atacado requirieron para su curación la aplicación de puntos de sutura con observación hospitalaria, sufriendo también un trastorno ansioso depresivo que requirió la administración de ansiolíticos y antidepresivos, "curando en 180 días en los que estuvo impedido para el ejercicio de sus ocupaciones habituales y de los que cinco estuvo hospitalizado".

Las conclusiones provisionales apuntan igualmente que la víctima sufrió como secuelas un trastorno ansioso depresivo así como dos cicatrices: una de un centímetro en el hipocondrio derecho y otra de tres centímetros en el vacío derecho, ambas hiperpigmentadas.

Considera la Fiscalía que los hechos descritos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa con el agravante de abuso de superioridad recogido en el artículo 22.2 del Código Penal, por lo que solicita para el acusado un pena de ocho años de cárcel y que indemnice a la víctima en la cantidad de 15.310 euros por los días empleados en su curación y por las secuelas.