Provincia de Cádiz

Puerto Real mira al norte

  • El desvío de trabajo de los petroleros a Ferrol desata la guerra entre los empresarios y Navantia. Sánchez Rojas habla de un plan para crear un astillero en el norte y la empresa lo desmiente

Vista general de las instalaciones del astillero de Navantia  en Puerto Real.

Vista general de las instalaciones del astillero de Navantia en Puerto Real. / Fito Carreto

De un lado, Navantia. De otro, los comités de empresa y la patronal con todas las empresas de industria auxiliar. De una parte, la justificación en trasladar a Ferrol parte de la carga de trabajo del segundo petrolero que debía hacerse en Puerto Real (de los cuatro contratados para el naviero vasco Ondimar) con un argumento de peso: hay que recuperar el tiempo perdido. De otro, preguntas sin respuesta que, a su vez, llevan a otros argumentos también con peso: por qué se logra contratar "de un día para otro" en Galicia mientras en Puerto Real, para el primer buque, se tardó más de un año; por qué no se contratan los pedidos para los petroleros tres y cuatro; y si acaso se está ofreciendo un precio a las pymes gaditanas y otro distinto a las del norte. Nadie quiere una guerra norte-sur, pero con estos ingredientes, parece inevitable.

Todo esto, aliñado con sospechas. Las primeras, ya esgrimidas por representantes sindicales y, ayer, de forma sorpresiva, por el propio presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas: que se esté intentando hacer ver que la factoría de Navantia en Puerto Real y la industria auxiliar de la Bahía no dan la talla. La segunda, aún más llamativa anunciada ayer por el propio Sánchez Rojas: se está redactando un proyecto para crear un "mega astillero" en el norte de España con una inversión de 1.000 millones de euros. La pregunta era evidente. "¿Dinero público o privado?" Su respuesta, aclaradora: "Si fuera privado no lo cuestionaría". El presidente de la patronal sacó esta bomba de "sus fuentes", próximas a Navantia. El presidente de los empresarios insistió en el peligro que, a su juicio, entraña esta operación para la factoría de Puerto Real. Explicó a los medios que, cuando supo de esta operación, "se me encendieron todas las alarmas" porque, dijo, la información proviene "de dos fuentes de probada solvencia del entorno de la empresa pública y de Navantia, y me quedo en cuadro". Para Sánchez Rojas, "si a Navantia le sale el trabajo por las orejas y la eficacia le avala, que ponga en marcha cinco astilleros nuevos, donde sea, en el Manzanares. Cuestiono que teniendo capacidad de contratar en Puerto Real con eficacia, calidad, productividad, bajos niveles de accidentabilidad, etc, se cuestione el sur con inversiones para el norte".

Esto lleva al conocido astillero 4.0 que planea la empresa pública, un plan de modernización que se quiere aplicar a todas las factorías. La propia Navantia ya desveló tiempo atrás que construirá en Ferrol un nuevo dique seco que permita la construcción en horizontal de buques completos. Según ha podido saber este periódico, ese dique seco sería cubierto y tendría entre 300 y 350 metros lineales. El de Puerto Real, de los más grandes de Europa, tiene 500 metros.

Sánchez Rojas dijo más. Repartió entre los medios de comunicación un breve esquema con los datos reales de lo que ha supuesto económicamente la contratación de los cuatro petroleros para la compañía pública y lo que, según un estudio publicado por la Facultad de Náuticas de la Universidad de Barcelona (UPC), costaría (por regla general) la construcción de un buque tipo Suezmax como los de Puerto Real. Según los empresarios (basándose en ese estudio), el contrato de la empresa pública española supone 60 millones de euros y 750.000 horas de trabajo por cada barco. La UPC indica que ese coste "real" es de 114 millones de euros y 1,5 millones de horas. Sólo el acero ha costado, en el contrato de Navantia, casi 6,7 millones de euros, cuando el "valor real estimado" es de 22 millones. "Supone una desviación superior al 300%", dijo Sánchez Rojas. Estos datos fueron corroborados por José Muñoz, secretario general de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca). El aseguró que empresas auxiliares "han trabajado perdiendo dinero" en el primer buque, "y veremos qué pasa con el resto, porque los números son los que son y ya en el primer barco se ha superado el millón de horas".

Esto llevó ayer a la CEC a emitir unas conclusiones: "La valoración realizada por Navantia se hace con importantes desviaciones respecto al coste real; los contratos son imposibles de defender económicamente para la industria auxiliar gaditana, que está incurriendo en importantísimas pérdidas", lo que hace que "el tejido industrial gaditano de la Bahía de Cádiz esté en gran riesgo". De hecho, Sánchez Rojas dijo que "si Navantia ha contratado barcos por debajo de lo que debía alguien en Navantia debe pagar eso, pero no la industria auxiliar de Cádiz ni sus trabajadores".

Las palabras de Sánchez Rojas tuvieron respuesta inmediata por parte de Navantia. Su director en la Bahía, Pablo López (de viaje, precisamente, en Corea), aseguró en un comunicado que es "absolutamente falso" que los astilleros públicos hayan marginado a Cádiz para dar trabajo a Ferrol. López afirmó que la decisión de hacer "algún bloque" de los petroleros que se construyen en Puerto Real en la factoría de Navantia de Ferrol "estaba prevista desde el inicio por cuestiones técnicas". "Ahora se ha decidido hacer algún bloque más también por razones técnicas. En total en Ferrol se hará el 5% del segundo petrolero, y el 3% de los otros tres. Esa es la realidad, y las interpretaciones que se están haciendo al margen de estos datos son falsas", aseguró.

El director de los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz consideró "una grave irresponsabilidad" las declaraciones de Sánchez Rojas y también, en su opinión, "es absolutamente falso que Navantia esté marginando a Cádiz para construir un nuevo gran astillero en el norte". Pablo López recordó que Navantia va a construir petroleros después de 20 años "y lo va a hacer en Cádiz con más de 3 millones de horas de trabajo, en beneficio de la comarca y sus trabajadores". Tras señalar que la empresa pública cumplirá con este contrato, "con la mejor estrategia constructiva", López finalizó explicando que "el presidente de los empresarios confunde el proyecto de Navantia de avanzar en todos sus centros hacia el astillero del futuro, el astillero 4.0, con crear un nuevo gran astillero en el norte, lo que es absolutamente falso".

Mientras esto ocurría, en el astillero de Puerto Real se mantenía una reunión en la que, a priori, debían aclararse cosas. Dos representantes de Navantia (el director comercial y el director industrial) y el comité de empresa. Los representantes sindicales exigieron respuestas y dejaron claro que no permitirían el traslado del trabajo. Sin embargo, Navantia zanjó el asunto: la decisión es irreversible porque hay que recuperar las 12 semanas de retraso del primer buque.

El presidente del comité, Antonio Noria, explicó a este periódico que "dijimos que estábamos dispuestos a llegar a un nuevo acuerdo de reparto de trabajo, pero con tres condiciones". La primera, "que se responsabilizaran públicamente los verdaderos culpables del retraso en el primer petrolero, que no son otros que los dos señores con los que nos hemos reunido". La segunda, "que Navantia explique la diferencia de precios para contratar los paquetes de trabajo entre Galicia y Cádiz". La tercera, "que se firmen ya los cuatro barcos".

En este punto, Noria afirmó que "en la reunión se nos dijo que ya se ha contratado todo el trabajo del segundo petrolero, pero no se sabe nada del tercero y el cuarto; si se contrataran los cuatro se disiparían las dudas". De todas las exigencias del comité, la respuesta de la empresa, según Noria, fue el silencio. Además, una hora antes de que comenzase esta reunión en el astillero se producía otro hecho relevante: llegaba a la factoría el primer camión para cargar planchas de acero con la intención de trasladarlas a Ferrol. El propio comité lo impedía. La batalla parece servida. De momento, mañana jueves habrá asamblea de trabajadores. La decisión de lo que pase después saldrá de allí.

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