José Loaiza tendrá el honor dentro de exactamente nueve días de convertirse en el primer dirigente del Partido Popular (PP) que asumirá la Presidencia de la Diputación de Cádiz, poniendo así fin a una hegemonía socialista que se ha prolongado por espacio de 32 años. Desde la Alcaldía de San Fernando que lleva tres semanas dirigiendo, Loaiza analiza en esta entrevista los objetivos que perseguirá su nuevo gobierno. Y con la calma que le caracteriza deja claro que su prioridad es y será la asistencia a los municipios pequeños.

-¿Cuáles son sus sentimientos a poco más de una semana de asumir por primera vez para el PP la Presidencia de la Diputación?

-Pues es un sentimiento compartido de alegría y de responsabilidad. Será un hecho histórico para el PP y para la provincia, pero eso no impide que esté tranquilo porque sé que las cosas las vamos a hacer bien como es habitual en el PP cada vez que llega a un gobierno. O sea, que no tengo miedo alguno.

-¿Cuál será su primera medida como presidente de la Diputación? Porque me imagino que no insistirá en pintar de blanco el edificio del Palacio provincial como prometió en 2007...

- (Risas). No, no, en 2007 no había esta crisis y ahora no están las cosas para malgastar el dinero en pintura sino que hay que preocuparse de los problemas de los ciudadanos. Lo primero será reorganizar las áreas de la Diputación y a partir de ahí trabajar para que esta institución asuma las competencias que tiene que asumir por ley. La prioridad será siempre la atención a los municipios menores de 20.000 habitantes.

-No sé si usted estará de acuerdo con mi apreciación sobre sus predecesores pero yo tengo la imagen de un Rafael Román muy institucional y muy volcado en la Cultura y de un Francisco González Cabaña como un presidente más de pueblo y muy político. ¿Cuál será la imagen de Loaiza como presidente de la Diputación?

-Uf, creo que ese balance habrá que hacerlo dentro de cuatro años. Creo de verdad que la Diputación tiene que centrarse en sus competencias. Yo no quiero hacerle oposición a ningún alcalde. Estoy obsesionado en ayudar a los pueblos pequeños y en que la Diputación asuma sus competencias.

-Explique eso de "asumir sus competencias". ¿No se hace ya?

-Mire, la Diputación no está para hacer cosas en los municipios de más de 50.000 habitantes. Y hay materias como la cultura, el turismo o el deporte que no son competencia de esta institución sino de la Junta de Andalucía o de los ayuntamientos. Y por favor no quiero que se me malinterprete porque sé que muchos cuando lean esto empezarán a ponerse nerviosos y empezarán a decir que no va a haber ni cultura, ni turismo, ni deporte. No, no es eso. La Diputación existe para prestar servicio a los pueblos que tienen menos de 20.000 habitantes. Por lo tanto, esa será la prioridad y el grueso de los presupuestos irá a prestar esa asistencia. Habrá para todo, claro, pero lo demás será residual. Mis prioridades las tengo clarísimas.

-Me imagino que huirá del término "revanchismo" para explicar su labor de gobierno. Pero, ¿llegan ustedes a la Diputación dispuestos a levantar las alfombras?

-Lo primero es ver cómo están las cosas. La palabra revanchismo es muy desafortunada y desde el PP hemos demostrado donde gobernamos que no somos revanchistas. Pero tampoco nos vamos a callar. Es decir, que si comprobamos que las cosas se han hecho mal, que no lo sé, no tenga dudas de que lo diremos para que la gente sepa cómo se ha gestionado su dinero.

-Desde la jornada electoral ha repetido usted que gobernará con transparencia y con austeridad. Pero, utilizando los antónimos de ambos términos, ¿qué ha habido de oscurantismo y de derroche en la Diputación en los últimos años?

-Pues el oscurantismo ha sido total. De hecho, gente que hemos estado muchos años en la oposición no somos capaces de saber cómo funciona la Diputación. Se nos ha negado información continuamente y la que se nos ha dado ha sido de manera milimetrada y tardía. Y las preguntas son siempre contestadas para que no te enteres. Y en cuanto a lo de la austeridad, está claro que en determinadas cosas la Diputación ha malgastado dinero. Recuerdo que cuando yo era portavoz del PP había cuatro millones de euros sólo para gasto del presidente y recuerdo que de ahí se pagaba por ejemplo a una chirigota de mujeres formadas por afines al PSOE e incluso por concejalas o exconcejalas socialistas. Este tipo de cosas le aseguro que las voy a cortar. Eso es para mí la austeridad. Igual se gasta el mismo dinero, porque el presupuesto está para gastarlo, pero será gastado donde hace falta, que es en los municipios pequeños.

-Pero igual hay gente que piensa que austeridad significa reducir drásticamente el número de diputados liberados y de personal de libre designación. ¿Se siente usted presionado en ese sentido?

-La situación económica actual no está para tirar cohetes. Nosotros vamos a hacer algunas rebajas, eso es evidente. Pero no hay que caer en la demagogia y ahora hay un debate interesado y falso en algunas cosas que ha sido abierto por gente que quiere denostar la política. Porque la gente que se dedica a la política, y los miembros del gobierno de la Diputación le aseguro que van a estar todos los días trabajando por los pueblos, también necesitan cobrar un sueldo. Esos salarios están estipulados por la FEMP y por la FAMP y yo no voy a sobrepasar esos límites. O sea, que no me siento presionado.

-¿Qué puede hacer usted para quitarle a la Diputación de Cádiz el sambenito de enchufismo que tiene desde hace muchos años?

-Esa imagen de enchufismo existe porque es un clamor desde hace muchos años. Y yo soy de la opinión de que cuando el río suena, agua llueva. Nosotros vamos a intentar que haya transparencia en ese sentido, que el funcionario que entre en la Diputación lo haga conforme lo dice la Constitución, por oposiciones abiertas. Lo que no se puede hacer es lo contrario, es decir, que nadie sepa cómo entra uno en la Diputación y que luego pasen a ser funcionarios públicos. Y eso ha pasado en muchos casos. Ojo, yo no digo que todas las personas que están en la Diputación estén enchufadas. Pero es cierto que eso existe y sólo hay que tirar de nombre y de carné en algunos casos.

Desde luego, no es este el mejor momento para meter a nadie más. Todo lo contrario, es el momento de adelgazar las administraciones. Pero si hubiera que meter a alguien más sería por concurso-oposición. Eso lo tengo muy claro. Es más, yo preferiría que los tribunales fueran externos. Porque, por ejemplo, los tribunales que han salido para el plan de consolidación son claramente impugnables y dejan mucho que desear.

-¿Van a mantenerse ustedes como acusación en el litigio contra el último proceso de consolidación de plazas?

-Sí, vamos a mantener nuestra acusación y lo vamos a hacer por una cuestión de coherencia. Y luego, si tenemos que hacer un periodo de consolidación de otro tipo, lo haremos pero con claridad. Yo no tengo interés en que alguien se vaya de la Diputación o que una persona en cuestión no consolide su plaza, pero sí quiero que el procedimiento sea como tiene que ser, que es como dice la Constitución.

-¿No tiene usted la sensación de que va a una especie de territorio comanche? Porque no todos los funcionarios son militantes socialistas, evidentemente, pero sí es cierto que hay muchos...

-Espero que no. Espero que el empleado público, con independencia del voto que eche en la urna, sea leal con la institución y con el gobierno porque eso es lo que tiene que hacer un empleado público. Nosotros lucharemos contra los que no sean leales.

-¿Cómo puede influir en la gestión del gobierno del PP que el líder de la oposición vaya a ser Francisco González Cabaña?

-Eso es un problema del PSOE que le aseguro que no influirá en el trabajo del PP. Es cierto lo que se ha publicado de que mis relaciones personales con Cabaña son muy buenas. Pero en el debate político tenemos muchas diferencias.

-¿Le molesta que Cabaña diga que el PP ha sacado mayoría absoluta en la Diputación por los pelos pese a ser este el peor momento electoral del PSOE?

-No me molesta sino que me hace gracia porque ya le gustaría a Cabaña tener la mayoría absoluta por los pelos que tiene el PP. Cabaña lleva 16 años en la Diputación y en ese tiempo jamás ha conocido una mayoría absoluta del PSOE. Por eso entiendo que esté envidioso.

-En las negociaciones postelectorales para la constitución de los ayuntamientos, ¿llegó a ofrecerle al PA entrar en el gobierno de la Diputación a cambio de salvar algunas alcaldías?

-Nuestras relaciones con el PA son buenas desde hace años y todo está abierto. Yo no cierro ninguna puerta a nadie.

-Pero imagino que lo sucedido en La Línea ha abierto diferencias...

-Lo de La Línea ha abierto muchas diferencias con el PA. A nosotros eso nos dolió mucho porque es que no entendemos cómo se puede apoyar a una lista minoritaria y después no entrar en el gobierno. Eso ha venido a demostrar que los concejales del PA estaban claramente contra el PP. Pero, bueno, nos consta que la dirección nacional andalucista le dio órdenes a sus concejales de que se abstuvieran para que gobernara la lista más votada, que fue la del PP. Y eso nosotros lo tenemos en cuenta.

-¿Pero tanto como para ofrecerle al PA entrar en su gobierno?

-Insisto: las puertas de mi gobierno estarán abiertas siempre para todo aquel que quiera colaborar por la provincia.

-Ha repetido usted que el PSOE convirtió la Diputación en un cementerio de elefantes al dar cabida a dirigentes que eran apartados de otras administraciones. ¿No es eso lo mismo que va a hacer el PP con el exalcalde de La Línea, Alejandro Sánchez?

-Alejandro Sánchez ya era diputado provincial cuando era edil de La Línea. Después fue alcalde por el cambio que tuvimos que hacer y ahora va a seguir siendo diputado. Es decir, que no ha sido elegido porque haya sido desbancado de la Alcaldía sino porque tiene experiencia en esta institución. Él es un valor del partido, joven y con mucho recorrido por delante.

-También ha acusado al PSOE de usar la Diputación en beneficio de los ayuntamientos gobernados por los socialistas. ¿Se mantiene en esa afirmación?

-Me reafirmo al cien por cien. Eso es algo que hemos denunciado y que seguimos denunciando. Y eso va a cambiar porque si hiciéramos lo mismo seríamos lo mismo que el PSOE y nosotros somos diferentes. La suerte que ahora van a tener los alcaldes del PP es que van a a tener una Diputación que los apoyará porque hasta ahora no se sentían respaldados. Y la mala suerte que tendrán los alcaldes del PSOE es que ahora verán que todo no es para ellos porque los recursos se van a repartir entre todos. Pero esta denuncia no fue sólo del PP sino de todos los partidos. Entre ellos también estaba IU, hasta que hace cuatro años entraron en el gobierno de la Diputación y ya no protestaron. Me acuerdo de cómo protestaba Barroso, aunque en los últimos cuatro años ya no lo hizo.

-Tanto el PP como el PSOE han reconocido siempre que la Diputación es una importante herramienta política para el partido en el gobierno. Pensando en las próximas elecciones generales y andaluzas, ¿qué puertas puede abrir el PP desde la Diputación?

-Gobernar la Diputación nos va a dar la oportunidad de darnos a conocer, porque todavía hay sitios en los que no se nos conoce, en los que el socialismo asusta diciendo que viene el PP, la derecha o el doberman. La Diputación va a hacer que en esos pueblos se visualice que el PP es un partido de gente muy normal que además sabe trabajar mucho más y mucho mejor que el PSOE. Y eso nos va a abrir muchas puertas porque estamos convencidos de nuestro trabajo y de nuestra forma de ser.

-¿Puede garantizar que, salvo desavenencias internas en el Grupo Popular, estará usted los cuatro años en la Diputación? Se lo pregunto porque hay unas elecciones andaluzas en las que ustedes tienen puestas muchas esperanzas. Y si Javier Arenas se convierte en presidente de la Junta tendrá que elegir a unos consejeros...

-Siempre he dicho que estoy a disposición del partido, y cuando el partido me ha pedido una cosa, la he hecho, y cuando me ha pedido otra, la he hecho también. Todo este tipo de movimientos siempre tienen cosas buenas y cosas malas. Reconozco que ahora mismo no me apetece nada dejar el Parlamento andaluz porque ha sido una experiencia muy bonita y muy positiva. Pero lo tengo que hacer. Y créame si le digo que ahora mismo no tengo otra perspectiva que ser alcalde de San Fernando y ser presidente de la Diputación. Además, Arenas tiene personas sobradamente preparadas para ocupar las diez consejerías que tiene en mente. Y Pepe Loaiza no es una de ellas.