Culmar apuesta por la innovación en su nueva línea de negocio con un astillero propio
La empresa con sede central en Chiclana tiene entre manos un proyecto de I+D de fabricación aditiva, mientras continúa con su actividad tradicional
La sinergia entre empresas, clave para que la industria naval gaditana se beneficie de la apuesta por la defensa
La empresa gaditana Culmar continúa dando pasos en su apuesta de astillero propio para la construcción de embarcaciones medianas y pequeñas, que ya supera una facturación de 8 millones de euros Un paso en la diversificación de la actividad que incluye una apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación para la implementación de tecnología avanzada, como la fabricación aditiva de gran formato para la fabricación de barcos. Mientras, prosigue su actividad tradicional de servicio de reparaciones y de construcción de buques para Navantia y estructuras para plataformas offshore.
La compañía, con sede principal en Chiclana, e instalaciones en Puerto Real, cuenta con personal desplazado a los astilleros de la Bahía de Cádiz para participar en los proyectos de reparaciones que se desarrollan en el astillero de Cádiz y de construcción en los que están inmersos San Fernando y Matagorda. A eso se añade su presencia en la base naval de Rota con actuaciones para la US Navy; o en Algeciras, para reparaciones de buques. En la factoría gaditana destacan hitos de los últimos años, como el diseño, fabricación y montaje de una chimenea de fibra de vidrio en el crucero Carnival Freedom; o la construcción e instalación del bulbo de proa del crucero The World, más recientemente.
Tanto en sus talleres de Chiclana como del Río San Pedro, esta empresa familiar está inmersa en construcción de grandes estructuras offshore, como los helipuerto para las plataformas que construye Dragados Offshore.
Pero, en medio de esta actividad más habitual, la empresa chiclanera ha emprendido una nueva línea de negocio, un astillero propio en el que ya desarrolla dos proyectos significativos: la construcción de un catamarán 100% ecológico de aluminio y de cuatro patrulleras de fibra de vidrio para el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), dos licitaciones públicas de las que han sido adjudicatarios y que le reportarán unos 8 millones de euros.
El primero es un barco-aula para el Museo de la Pesca de Palamós, que sacó a licitación el Ayuntamiento de esta localidad catalana. Con financiación de los fondos europeos Next Generation, será un catamarán sostenible, un referente ecológico por su diseño, tecnología, materiales y propulsión cero emisiones, que se destinará a actividad pedagógicas, científicas y turísticas, con capacidad para unos 40 pasajeros. Culmar fue la empresa adjudicataria por unos 845.000 euros. Las cuatro patrulleras, para el Miteco -que superarán los 34 nudos de velocidad y se destinarán a inspecciones en el mar-, serán, por el contrario, en fibra de vidrio, fabricadas mediante infusión de resina, un técnica de fabricación al vacío más moderna y poco conocida en la Bahía. Eso ha conllevado que la empresa desarrolle acciones previas de formación específica para mejorar la capacidad técnica del personal.
Ambas actuaciones suponen, según las estimaciones de la compañía, una facturación superior a los 8 millones euros.
Innovación
La compañía no es ajena a los cambios tecnológicos que vive la actividad productiva y se ha embarcado en un proyecto de modernización de la actividad naval, en ese camino de aplicación de nuevas tecnologías y digitalización, en concreto con la fabricación aditiva de embarcaciones. Para ello, desde hace un año está realizando un ambicioso plan de capacitación para diseñar y fabricar en 3D embarcaciones completas, con el desarrollo de dos proyectos que han obtenido subvenciones del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), entidad adscrita al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que gestiona ayudas de I+D+i empresarial, uno para un proyecto de I+D+i y un segundo para comprar una de las impresoras 3D más grandes del mundo, "una gran oportunidad para Cádiz", defienden.
Para la adquisición de la impresora 3D tiene un presupuesto de más de 1,5 millones, han conseguido una subvención de 960.997,50 euros del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), entidad adscrita al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que gestiona ayudas de I+D+i empresarial, dentro del programa Línea Directa de Expansión.
La empresa se hará con la impresora con mayor capacidad en termoplástico de España, que además tendrá una adaptación para cubrir sus demandas. Ahora mismo el fabricante holandés que la suministrará trabaja en las modificaciones que hacen falta para que cumpla con las necesidades planteadas. La principal diferencia con las habituales está en el brazo robotizado que imprime estará situado en el centro, y no en uno de los extremos, lo que permitirá duplicar el tamaño de las piezas fabricadas, dado que el objetivo es hacer un barco de hasta 12 metros de eslora de una pieza.
Precisamente, esta necesidad se vehicula a través de otro proyecto de I+D+i para desarrollar la técnica, en el que están inmersos junto al CATEC (Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales); CEAD; el fabricante de la impresora 3D; y Visma, Ingeniería Naval de El Puerto.
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