Continúa en la Audiencia Provincial de Cádiz el juicio con jurado por el crimen de 'El Maestro' de Benalup, un caso que trata de esclarecer la muerte violenta de Ildefonso Guillén, un ex profesor adicto a las drogas que apareció muerto en su domicilio sobre un charco de sangre.

Durante la segunda sesión de la vista oral celebrada este martes, cobró especial relevancia el testimonio del instructor de la Guardia Civil que dirigió el proceso de investigación desde el levantamiento del cadáver, el 14 de noviembre de 2019, hasta la detención, el 5 de mayo de 2020, del principal sospecho y acusado en este procedimiento.

Según explicó el agente, cuando la Guardia Civil llegó al domicilio de la víctima, encontró que la vivienda había sido registrada; también el propio cuerpo del finado. "Tenía la chaqueta levantada y un bolsillo del pantalón sacado hacia fuera, la cartera estaba tirada sobre el charco de sangre y las tarjetas, esparcidas encima", describió el instructor para concluir que el ataque había sido previo al cacheo. 

Sobre dicho ataque, el agente afirmó que fue llevado a cabo con un objeto contundente, con el que el agresor golpeó en la cabeza a 'El Maestro'. "Fue una muerte violenta y, por las proyecciones de sangre en la pared, estimamos que el ataque pudo venir desde atrás", un extremo éste que, de confirmarse, avalaría la hipótesis del asesinato (y no del homicidio) que defiende la acusación particular.

Asimismo, el guardia civil manifestó que, tras analizar los vestigios y restos genéticos localizados en el cadáver, hallaron ADN del acusado en el cinturón de la víctima y en el bolsillo vuelto antes mencionado. Para la defensa, la presencia de estos restos obedece a la estrecha relación que mantenía el acusado con la víctima.

Del mismo modo, el instructor aseveró que 'El Maestro' tenía dos teléfonos móviles, si bien sólo pudieron hallar uno, un terminal que precisamente fue localizado en la parte trasera de la casa del procesado dos días después del crimen. "Fue el mismo encausado quien se encontró a la Policía Local en una actuación y les comentó que el móvil había aparecido en su domicilio", indicó.

Los agentes analizaron el teléfono localizado y constataron que hubo una conversación entre el acusado y la víctima la madrugada en la que se cometió el crimen, sobre la 1:40 y la 1:50, un dato que confronta con la versión ofrecida por el encausado durante su declaración en la primera sesión del juicio, cuando aseguró que esa noche no habló con Ildefonso. 

Además, el instructor ratificó que al día siguiente, el 14 de noviembre de 2019, el procesado no envió ningún mensaje a 'El Maestro' para saber de él aunque sí lo llamó. "Podría estar buscando ya su coartada", aseveró.

Por último, el guardia civil precisó que se analizó la ropa del acusado, de donde no obtuvieron resultados concluyentes ni rastros de sangre, ya que el procesado la había lavado la misma noche que sucedieron los hechos.