El centro de fabricación de piezas 3D para la Armada que ya funciona en la Base de Rota

La Base Naval de Rota, inmersa en variados proyectos de mejora de infraestructuras para albergar futuras o renovadas unidades de la Armada, también suma emplazamientos que forman parte de la innovación en la industria de defensa. Así el año pasado las grandes instalaciones militares de la provincia inauguraron dos nuevos centros: el Ceventa, de experimentación con vehículos no tripulados, pero también un novedoso centro de fabricación aditiva y reparación de piezas, que puede suponer un cambio de paradigna en el aprovisionamiento y que ya tiene rendimiento.

Al menos así lo apuntan los datos facilitados por el almirante jefe del Arsenal de Cádiz y la Base de Rota, Rubén Rodríguez Peña, que en una entrevista reciente con este medio señaló que "desde que se inauguró este centro de la Base Naval de Rota, el 18 de septiembre de 2024, se han fabricado ya más de 1000 piezas distintas en apoyo a diversas unidades de la Armada". "La variedad de piezas fabricadas va desde culatas de fusiles de asalto, oculares de visores nocturnos, piezas de posicionamiento de captadores de datos en lanzadores de misiles o impulsores de bombas de aceite para motores navales", desvelaba.

Se trata de unas instalaciones nacidas a raíz del convenio firmado en diciembre de 2023 entre el Ministerio de Defensa y la empresa andaluza SICNOVA, S.L. para el desarrollo de una estrategia de diseño y fabricación aditiva de piezas, repuestos y útiles. Es decir, piezas realizadas con impresión 3D, una tecnología de vanguardia que parece que viene para quedarse en muchos sectores y entre ellos el de la Seguridad y Defensa.

"En el convenio se especifica la creación en los Ejércitos y la Armada de tres Centros de Especialización de Fabricación y Reparación de piezas (CESFARES) en las localidades de Albacete (Ejército del Aire y Espacio), Cordoba (Ejército de Tierra) y Rota (Armada)", cuenta el almirante. Además, "se creaba un Centro de Desarrollo de Aplicaciones Especiales y Certificación de procesos para el sector de la defensa (CEDAEC), en Linares, que ejercerá funciones de centro de formación, de innovación, apoyo técnico y coordinación de estrategias".

De hecho, el pasado mes de abril se inauguraba en Linares (Jaén) esta innovadora instalación, que es el primer centro en España dedicado íntegramente a la fabricación aditiva, es decir, a la impresión 3D industrial, de piezas para el sector de la defensa y su certificación. Gestionado por la filial de Sicnova, Novaindef, su puesta en marcha forma parte del convenio firmado - de 83 millones de euros- y permitirá desarrollar una estrategia de digitalización que simplifique la fabricación de piezas y repuestos, mejorando las cadenas de suministro y logística de las Fuerzas Armadas. "Desde Linares se hará la coordinación de los centros de fabricación del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y del Espacio y de la Armada -en Córdoba, Albacete y Córdoba-. Este centro de Linares será líder y es la cabeza principal, porque aquí se alberga tecnología de escaneado 3D, diseño, fabricación, equipos de posprocesado y los laboratorios de testeo", explicó el director general de Sicnova, Ángel Llavero, en la inauguración.

El almirante Rodríguez Peña asegura que "el convenio marca unas metas muy ambiciosas, que van más allá de generar un mero sistema de fabricación de piezas". "Es un proyecto que incorpora elementos de I+D+i, de formación de personal y que pretende actuar como motor de desarrollo tecnológico a nivel industrial", avanza. Por eso, dentro de esta iniciativa se han abierto convenios de colaboración con las universidades de Cádiz y Málaga, así como con el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo, apunta. "También se han iniciado proyectos de investigación para la fabricación de piezas con distintas empresas del sector naval abriendo un futuro muy prometedor en un campo con amplias posibilidades de desarrollo".

A todo ello se une que "el proyecto tiene un componente internacional para ofrecer soluciones a las necesidades colectivas de los países OTAN", y con este objetivo, "se pretende crear un Centro de Excelencia para la Sostenibilidad de la Flota OTAN (CESFO); centro que formaría parte de los centros de excelencia OTAN".

Un repuesto en tiempo récord

Como se informaba en un reportaje de la Revista de Defensa del Ministerio, el recién inaugurado Centro de Fabricación Aditiva de la Armada "ha despertado el interés norteamericano". El protagonista de la instalación es el robot Meltio, que "con seis láseres de luz azul derriten el hilo metálico, convirtiéndolo en cordones de soldadura y, mediante un cabezal giratorio, imprime piezas de geometrías complejas y de grandes dimensiones", que puede imprimir distintos materiales, como el acero dulce, inoxidable, dúplex o titanio, según explicaba a la revista un ingeniero aeroespacial del centro, realzando que la durabilidad del proyecto es mucho mayor de lo que en principio la gente puede imaginar. La impresora Meltio (que comercializa Sicnova) y su tecnología ya ha sido validada por otras Armadas como la francesa, la estadounidense o más recientemente en Asia.

En el mismo reportaje, el almirante añadía que esto "supone un cambio de paradigma en el aprovisionamiento, siendo capaz de crear un repuesto en un tiempo récord". Aunque "las normas se tienen que adecuar a este nuevo escenario y ya hay empresas que nos autorizan expresamente a generar ciertos repuestos por fabricación aditiva" y está en vías de incorporar a los planes de estudio de la Escuela Naval de Marín módulos formativos en fabricación aditiva.

Otra novedad que está por explorar contempla instalar una impresora 3D en un buque, aunque "no de momento", lo que permitiría realizar una reparación en plena misión o despliegue.

En Jaén, la secretaria de Estado dijo que la impresión 3D industrial, "es una tecnología de vanguardia que está revolucionando radicalmente múltiples sectores como la automoción, la aeronáutica, la medicina y muy especialmente, el sector de la defensa y seguridad". Señaló en este punto, que aparece reflejada en el Libro Blanco de Defensa de la Comisión Europea y también es reconocida por la OTAN como una tecnología emergente y disruptiva, con el potencial de transformar el ámbito de la defensa y la seguridad.