El número 65 del Paseo del Pradillo de Zahara de los Atunes podría ser la sede de un bufete de abogados o una oficina de tramitación documental, pero se trata de un restaurante llamado El Pradillo. Sin saber por qué, esta es la dirección fiscal de algunas de las empresas que el Ministerio de Industria busca para que devuelva las ayudas de reindustrialización de 2009 y 2010.

Puestos en contacto con el gerente del restaurante, éste, en tono crispado, manifestó ayer que "no nos vuelvan a llamar más o les denuncio", colgando de forma enérgica a continuación. Y es que en los últimos días, es de suponer que han sido llamados en más de una ocasión, no para reservar mesa, sino para saber del paradero de algunos de los apoderados que en su día pidieron importantes sumas para hacer realidad unos proyectos que hoy no existen.

Es el caso de la empresa Aquandalucía, llegó a la zona de la mano del gerente del Plan Bahía Competitiva, Antonio Perales, quien se la presentó al Ayuntamiento como un importante inversor que pretendía ubicarse en el polígono industrial El Olivar de Barbate. Hasta febrero de este año se han mantenido contactos con dos de sus socios, pero desde esa fecha nada más de ha sabido, hasta que ayer, fuentes consultadas, aseguraron que el apoderado o gerente está localizable.

Uno de los proyectos de Aquandalucía SL se relacionaban con el cultivo intensivo de almejas japonesas en la zona intermareal y la creación de una conservera de caballas, habiéndose entrado en contacto para ello con la Cofradía de Pescadores para la adquisición de la materia prima mediante la empresa Policultivo Investment Group SL, que curiosamente, también tiene su sede social en el número 65 del Paseo del Pradillo de Zahara. Según el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), esta entidad cambia de domicilio social al Tecnobahía de El Puerto, lugar donde también se encuentra ubicada la empresa Soluciones Tecnológicas Ambientales.