Los más mayores del lugar, que pasan las mañanas sentados en un banco junto al río Cachón porque la Casa del Pensionista lleva tres meses cerrada, recuerdan que Zahara de los Atunes ha reclamado su independencia de Barbate "desde siempre". Y desde siempre, que es desde "hace veinte o treinta años", Barbate no ha mostrado ningún interés por la segregación de la localidad. Por eso la declaración por parte de la Junta de Andalucía de Zahara como Entidad Local Autónoma (ELA), una figura que le concede presupuesto propio y competencias de gestión, se ha convertido en una revolución para los apenas 1.300 habitantes de este poblado de historia almadrabera, hoy un destino turístico muy moderno que llega a multiplicar su población por 50 en verano.

Justo en el único acceso por carretera a la pedanía, el puente que salva el Cachón, se encuentra la enorme revistería y bazar de suministros de veraneo que dirige Rafael Castro, de 60 años. Rafael es zahareño, preside la Asociación de Vecinos El Palacio y ha liderado el movimiento independentista desde los 70. "Zahara tiene mucha historia, es más importante que Barbate de aquí a Lima. Aquí estuvieron los fenicios. La almadraba... De Zahara ya se acordó Cervantes en La Ilustre Fregona", presume en una primera andanada de las peculiaridades del "pueblo", muchas. 

El comerciante subraya que los vecinos siempre quisieron "gestionar sus cosas" y "resolver sus problemas". "Empezamos a pedir la independencia por los problemas de abastecimiento de agua que sufríamos, los problemas de depuración, de alcantarillado, de tráfico y de servicios en general... Ningún alcalde de Barbate nos hizo caso, ni Serafín [Núñez, PSOE y después independiente], ni Tamayo [PSOE] ni Juan Manuel De Jesús [PP]... Y por eso hoy seguimos teniendo los mismos problemas de siempre", relata. "¿Más? Aquí hay médico de ocho a tres de la tarde... y la Policía tiene que venir de Barbate, si es que puede...".

El estatus de Zahara ha dado un vuelco en el último mandato local de Barbate, cuando Rafael Quirós (PSOE), en cumplimiento de un compromiso electoral, tramitó el expediente de ELA que justo ahora ha sido aprobado por la Administración andaluza. Para Rafael Castro, "no es la independencia, pero sí un primer paso". La nueva entidad asume un listado de competencias: las licencias de obra menor, la recogida de residuos urbanos y la limpieza, la conservación de vías, el alumbrado público, la organización de fiestas, el mercado de abastos, el abastecimiento de agua potable y el alcantarillado. Otras competencias las tendrá que negociar con Barbate, que consigna un presupuesto de 366.000 euros para la entidad.

José Matía, de 35 años, tiene una heladería y un kiosko en la playa donde ha instalado hamacas en los últimos años, pero ya es más conocido por muchos vecinos como "el nuevo alcalde". No es exactamente así, pero casi. Matía ha sido cabeza de lista en los últimos comicios de la recién creada agrupación Gente de Zahara, que no logró representación en el Ayuntamiento de Barbate pero arrasó a PP y PSOE en la pedanía al conseguir el 60% de los votos, alrededor de 430.

Gente de Zahara surgió a finales del año pasado después de que los vecinos, indignados por la declaración de la mayor parte del casco urbano como zona azul, se echaran a la calle una noche rodillo en mano para repintar todas las líneas de las vías de blanco. Lograron que Barbate paralizara la puesta en marcha del negocio. "Fue la gota que colmó el vaso y ahí empezamos a organizarnos", relata Matía. Ahora su agrupación política tendrá mayoría de representantes en la ELA y él será el presidente de la entidad.

El empresario está convencido del potencial de Zahara y de que "peor no puede estar". Las playas, la etiqueta de "destino de moda" y el hormiguero de la urbanización de Atlanterra atraen a 50.000 personas al pueblo en verano. En una localidad con 1.300 residentes hay 85 restaurantes y más de 1.200 plazas hoteleras. Allí, los amplios beneficios de cuatro meses de trabajo dan para vivir el resto del año. 

Gaspar Castro, de 45 años, es presidente de la asociación de comerciantes (54 miembros) y regenta un restaurante -Gaspar- cuya categoría (tanto en los fogones como en los precios) corresponden más al de una capital que al de un pueblo. El hostelero opina que Zahara tiene que "defender el turismo a toda costa, darle facilidades al visitante", y argumenta que Barbate "soporta una deuda muy grande y no tiene medios" para atender a una población como aquélla. A su juicio, la gestión de la localidad "puede ser mejor de lo que es" pero, y esto lo subraya, "es algo que ahora habrá que demostrar".

La responsabilidad por la declaración de la ELA abruma a su próximo presidente, José Matía, que, como los 23 miembros de su lista, carece de experiencia política. Él no tiene problema en reconocerlo: "Esto es un barco y no sabemos donde están los motores. Estamos poniéndonos al día, buscando asesoramiento". El presupuesto, que responde a un estudio económico elaborado por el Ayuntamiento de Barbate, es limitado. Servirá para pagar nóminas de los trabajadores asignados a la pedanía, "quizás no de todos", y "poco más". No se avecinan tiempos de inversión y, para colmo, Barbate es uno de los municipios más endeudados del país.

Los dirigentes de la ELA deben gestionar el traspaso de competencias con el Consistorio matriz, aunque el regidor de Barbate explica que no es su intención "endiñarle el marrón a nadie" y que todo se hará "cuando ellos lo crean oportuno, sea ahora o sea el año que viene". 

Rafael Quirós rechaza la "leyenda urbana" de que "con los impuestos de Zahara se pagan los sueldos de Barbate". También desmiente  que no se invierta en la pedanía y recuerda que en los últimos cuatro años se ha construido un paseo fluvial junto al Cachón, un campo de fútbol-7 y un nuevo ayuntamiento, y se ha adjudicado el histórico proyecto de la circunvalación. Aun así, el alcalde socialista ha impulsado la concesión de la autonomía y no titubea a la hora de declarar que "Zahara es un pueblo".