Provincia de Cádiz

Tensando la cuerda en El Bosque

  • El Ayuntamiento está gobernado por una minoría de tres ediles (la alcaldesa, del PP, y otros dos, del PA) frente a los 8 de la oposición Esto ralentiza la gestión en un puebo de 2.000 habitantes

Prometía ser un mandato en apariencia tranquilo cuando el Partido Popular selló en 2011 un pacto de gobierno con el Partido Andalucista en El Bosque, uno de los balcones turísticos más afamados de la Sierra, con 2.070 habitantes, que decía adiós a más de 20 años de hegemonía socialista. Los cuatro concejales del PP, con su alcaldesa Inmaculada Gil, a la cabeza, hasta ahora sin experiencia política alguna, estrenaban la Alcaldía, de la mano de un pacto de gobierno con dos ediles andalucistas (uno de ellos el propio cuñado de la regidora), que le permitía holgura para mandar sin sobresaltos. Al otro lado del tablero de juego quedaba el PSOE, con cuatro concejales, e Izquierda Alternativa de El Bosque, con otro edil.  

 

Y así, arrancaba un mandato municipal hace dos años y medio con caras nuevas, con una coalición de seis ediles frente a una oposición de cinco y lejos de las mayorías absolutas que había ostentado el antecesor de Gil, Antonio Ramírez (PSOE), que obligaban a los dos socios de gobierno PP-PA a entenderse. Pero como un castillo de naipes, el grupo municipal del PP se derrumbó en marzo de este año, desbaratando este escenario. La salida de tres ediles del equipo de gobierno provocada por la destitución del concejal de Urbanismo, Salvador Vidal, ha puesto a la alcaldesa Inmaculada Gil en la cuerda floja, con una aritmética más que dificultosa para su propia gestión municipal: Un equipo de gobierno con tres ediles (la propia alcaldesa, con sus dos socios del PA) y una oposición aumentada hasta ocho concejales tras la incorporación de los tres ex populares, ahora denominados Unidos por El Bosque. La dirección provincial del PP los acusa de poner "zancadillas" y bloquear la acción de gobierno de Inmaculada Gil, quien denuncia las reiteradas ausencias de estos en los plenos, que le invalidan cualquier propuesta. Y por su parte, la oposición se queja del carácter "autoritario" del "ordeno y mando" de la regidora y la falta de diálogo para tender puentes. Y así, el Ayuntamiento sigue con los presupuestos prorrogados, sin poder hacer ampliación de créditos por falta de apoyo y sin solventar cuestiones de ámbito doméstico como la concesión del servicio de jardinería o la recogida de basuras. "No es que no tengamos dinero. Es que hay gastos que no están consignados en las cuentas prorrogadas y hay que hacer ampliación de créditos", cuenta, la alcaldesa, que se queja de que , hasta en cuatro ocasiones, ha convocado plenos por la mañana para ello y no ha acudido la oposición. Muestra la asistencia de una relación de plenos de 2011 con ese horario "y nadie se quejó", añade. No fue esa la tónica del último pleno celebrado la semana pasada por la tarde cuando acudieron todas las formaciones. 

 

El PSOE habla de la "incompetencia" de Gil para gobernar, del rechazo sistemático de no meter sus propuestas en el orden del día, y de su incapacidad para sacar adelante los presupuestos. Ya han pedido su dimisión. Dicen que la "sensación de ingobernabilidad" afecta a la vida cotidiana del pueblo con un "caos" originado a partir de la ruptura del equipo de gobierno popular y la marcha de los tres ediles. "Si quieren consensuar, ahí estaremos pero no pueden gobernar como si tuvieran mayoría absoluta", añade la portavoz del PSOE, Ana Melgar.  También Izquierda Alternativa de El Bosque le ha trasladado a la alcaldesa popular que se someta a una moción de confianza porque es "insostenible" la situación. Por su parte, el ex concejal de Urbanismo, que preside el grupo no adscrito, Salvador Vidal, habla de la "parálisis generalizada" en el Ayuntamiento, poniendo como ejemplo la falta de cobro de los proveedores. Se queja de que la alcaldesa intente "vender" de cara a la opinión el bloqueo que la oposición realiza a su gestión  cuando "estamos abiertos al diálogo", siempre que Gil no "quiera imponer su voluntad.Tiene que darse cuenta de que está en minoría". Y se queja de los horarios de los plenos "cuando tenemos que asistir al trabajo", dice.

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