El próximo viernes 1 de julio a las 11 de la mañana. Ese es el día y la hora que se ha fijado para el relevo en la Presidencia de la Diputación que estaba apalabrado desde hace varios meses, en concreto desde que se convocaron las elecciones andaluzas del pasado día 19 e Irene García aceptaba ser la número uno de la candidatura del PSOE al Parlamento de Andalucía por Cádiz.

Dicho acuerdo, cerrado entre las direcciones regional y provincial del Partido Socialista y la aún presidenta de la Diputación gaditana, contemplaba que la Presidencia de la Corporación provincial pasaría a ser para Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque, secretario general del PSOE de Cádiz desde noviembre del año pasado y actual diputado provincial encargado del área de Hacienda.

Al final, y aunque el relevo se podía hacer de diferentes fórmulas, el PSOE ha optado por el procedimiento más rápido para cerrar este relevo. De esta manera, el 1 de julio a las 11 de la mañana comenzará el pleno extraordinario de la Diputación de Cádiz para la elección del nuevo presidente, aunque previamente tendrá lugar otro pleno extraordinario de poca duración en el que se dará a conocer al conjunto de los diputados provinciales la renuncia de Irene García tanto a la Presidencia de la Diputación que viene asumiendo desde junio de 2015 como a su escaño de diputada.

La investidura de Ruiz Boix se llevará a cabo por el procedimiento habitual, es decir, los partidos con representación en la Corporación provincial que quieran podrán presentar sus candidatos a la Presidencia y posteriormente se llevará a cabo una votación secreta y en urna. Para ser elegido presidente en primera instancia Ruiz Boix precisa los votos de 16 diputados, que es la cifra que fija la mayoría absoluta en la Diputación de Cádiz. Y, salvo extraordinaria sorpresa, ese objetivo parece que lo tiene asegurado el alcalde de San Roque por cuanto el partido La Línea 100x100, socio del PSOE desde hace tres años en esta institución provincial, ya ha ratificado su apuesta por mantener este gobierno de coalición y, por tanto, votar a favor de la investidura de Ruiz Boix. En este punto cabría recordar que el ahora secretario provincial del PSOE ya fue pieza clave en las negociaciones entre ambos artidos en 2019 que permitieron cerrar este pacto en la Diputación que no ha sufrido ni una sola grieta en los tres años que lleva activo.

De este modo, Ruiz Boix cuenta a priori con 16 votos a favor, en concreto los correspondientes a los 14 diputados del Grupo Socialista y a los dos de La Línea 100x100. Queda por ver qué hacen los 15 diputados de la oposición: ocho del PP, cuatro de Adelante, uno de IU, uno de Ciudadanos y uno de AxSí. Precisamente, el representante de este último partido andalucista, el alcalde de Barbate, Miguel Molina, votó a favor de Irene García en la sesión de investidura de la reelección de ésta como presidenta, en junio de 2019.

Una vez que asuma la Presidencia de la Diputación de Cádiz es evidente que Ruiz Boix tendrá que hacer algunos cambios en la estructura del gobierno provincial. Por ejemplo, tendrá que decidir si él mismo mantiene la gestión del área de Hacienda o si la deriva a otro miembro del gobierno. Además, se da por hecho que le traspasará alguna competencia a Víctor Mora, alcalde de Sanlúcar y que debutará en la Diputación Provincial ocupando el escaño que Irene García dejará libre en el Grupo Socialista. 

Lo que sí está garantizado es que en el nuevo gobierno provincial la vicepresidencia primera la seguirá asumiendo el socialista José María Román, alcalde de Chiclana, y que en la vicepresidencia segunda se mantendrá Javier Vidal, militante de La Línea 100x100 y que el pasado mes de mazo relevó en este puesto a Mario Fernández. La idea de las direcciones regional y provincial del PSOE es que Ruiz Boix se mantenga en la Presidencia de la Diputación después de las elecciones municipales de mayo de 2023 si los votos y/o los posteriores pactos de gobierno así lo permiten 

El 1 de julio Irene García pondrá un punto y seguido a una carrera política que suma 19 años desde que en 2003 debutara como concejal en Sanlúcar y como diputada provincial encargada del área de Cultura en el primer gobierno de González Cabaña. En la Corporación provincial suma 15 años como diputada divididos en tres etapas: responsable del área de Cultura entre 2003 y 2007; miembro de la oposición y portavoz del Grupo Socialista (2011-2015) y presidenta desde 2015 hasta este 2022. Alcaldesa de Sanlúcar entre 2007 y 2013, la primera mujer en presidir la Diputación de Cádiz se estrenará dentro de pocos días como parlamentaria andaluza.

Curiosamente Ruiz Boix también lleva 19 años en política, ya que debutó como concejal en San Roque en ese mismo año de 2003. Nacido en 1974 y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, el próximo presidente de la Diputación es alcalde de San Roque desde junio de 2011 y cumple siete años como diputado provincial. Entre 2015 y 2019 fue vicepresidente y luego vio cómo José María Román asumía esta responsabilidad y él tenía que conformarse con dirigir el área de Hacienda. Desde el punto de vista orgánico es secretario local del PSOE sanroqueño desde enero de 2009 y secretario provincial del Partido Socialista desde noviembre de 2021, logrando un apoyo del 88% en el congreso provincial. Antes, desde julio de 2012 fue vicesecretario general del PSOE de Cádiz o número dos del partido, siempre a la sombra de Irene García.

Salvo extraordinaria sorpresa, Ruiz Boix se convertirá el 1 de julio en el octavo presidente de la Diputación de Cádiz desde la reinstauración de la democracia. Sus predecesores fueron: Gervasio Hernández Palomeque (1979-1983), Alfonso Perales (1983-1990), Jesús Ruiz (1990-1995), Rafael Román (1995-2003), Francsco González Cabaña (2003-2011), José Loaiza (2011-2015) e Irene García (2015-2022).

El del próximo viernes será el segundo relevo de presidente en la Diputación de Cádiz que se produce a mitad de un mandato. El anterior fue en enero de 1990, cuando Jesús Ruiz asumía la Presidencia de la Diputación, que compatibilizó con la Alcaldía de Arcos, sustituyendo a un Alfonso Perales que en las elecciones generales celebradas un mes antes, en diciembre de 1989, había logrado un escaño en el Congreso de los Diputados.