Nuevo anillamiento de Ibis Eremita por técnicos del Zoobotánico de Jerez

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En el tajo rocoso de la Barca de Vejer se localiza la principal colonia reproductora de la Janda

J. M. Ruiz Vejer

10 de junio 2016 - 05:01

Técnicos y veterinarios del Zoo de Jerez han participado en el anillamiento de 22 ejemplares de pollos de Ibis Eremita que han establecido en el tajo rocoso de la Barca de Vejer la principal colonia reproductora de la comarca.

La población en libertad suma unas 84 aves, de las que se han formado este año unas 15 parejas reproductoras repartidas entre el tajo de la Barca de Vejer con 11 nidos, en el tajo de La Mora con tres nidos y en la torre de Castilnovo con un solo nido.

Así, el equipo del Zoobotánico de Jerez, junto técnicos de la Consejería de Medio Ambiente trabajan en la reintroducción de esta especie en la comarca de la Janda, que según ha apuntado el veterinario, Miguel Ángel Quevedo "se reúnen las condiciones óptimas e ideales para esta especie insectívora y que se alimenta de insectos y pequeños mamíferos vertebrados que encuentra en pastizales donde la hierba no es muy alta, ya que si le cubre la cabeza los depredadores le pueden atacar, y eso es lo que encuentra en la Janda, una planicie muy buena a la que se une una zona rocosa que es donde anidan, ya que no construyen sus nidos en árboles, solo en salientes rocosos como los que hay en la Barca de Vejer, que han sido elegidos por ellos".

El programa de anillamiento supone subir a los nidos con grandes escaleras, para poder manejar los pollos y realizar una serie de actuaciones como son la inspección de los nidos, colocarles dos anillas, una metálica y otra plástica con código alfanuméricos, además de medirlos y pesarlos, sacarles sangre para análisis genéticos, conocer su sexo y para realizarles pruebas veterinarias.

El Ibis Eremita (Geronticus eremita) es un ave de tamaño medio de 70 a 80 centímetros y que oscila entre el kilo y el kilo y medio. Cuando es adulto, tiene su pico curvo y de color rojo. Se trata de una especie en crítico peligro de extinción, de las que sólo quedan unas 500 aves en libertad en el suroeste de Marruecos.

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