Navantia se queda sin los gaseros y se asoma al abismo

Knutsen España y Elcano harán los buques en astilleros de Corea y de Japón La compañía española no se da por enterada y dice que sigue peleando por lograrlo El comité, resignado, teme una reestructuración

Un operario del astillero puertorrealeño, ante una pintada junto a la fábrica reclamando los gaseros.
Un operario del astillero puertorrealeño, ante una pintada junto a la fábrica reclamando los gaseros.
F. Rufo Cádiz

16 de noviembre 2013 - 01:00

La Bahía de Cádiz recibió ayer un nuevo golpe, otro más, pero en esta ocasión inesperado y que impacta directamente en un sector, el naval, del que dependen históricamente miles de familias en la provincia. Ayer, las compañías Knutsen España y Elcano confirmaban que los cuatro gaseros que construirán para la sociedad conjunta de midstream constituida por Gas Natural Fenosa y Repsol, no se harán en Navantia, como desde hace semanas se venía casi asegurando desde determinados círculos políticos y empresariales. Se los llevan, de nuevo, astilleros coreanos y japoneses.

La noticia cogió por sorpresa a la propia Navantia, que hasta última hora de la tarde de ayer seguía sin conocer nada al respecto, no se daba por enterada de la adjudicación e insistía en que seguiría peleando por lograr esos contratos vitales para los astilleros de la Bahía de Cádiz.

Cuando todo el mundo esperaba que en cuestión de días los armadores seleccionados por Gas Natural dijeran que todo estaba hecho, que los astilleros gaditanos (entre otros) y especialmente el de Puerto Real se llevarían el contrato, fueron los dos máximos responsables de ambas compañías los que dieron a conocer que los gaseros se construirán en el astillero coreano de Huyndai y el dique japonés de Imabari.

Este periódico pudo hablar ayer con el presidente de Knutsen España, Andrés Celaya, quien antes de las dos de la tarde confirmaba la decisión: los dos gaseros que corresponden a esta empresa se irán a Corea "por motivos económicos y tecnológicos". En la misma línea, desde Elcano manifestaban algo similar con sus dos buques, en esta ocasión, en Japón.

Fuentes solventes detallaron ayer a este periódico que la decisión de ambas compañías se ha basado en que, en lo que respecta a Navantia, ni siquiera habría presentado una oferta en firme sino tan sólo una "indicación" económica. Además, dicha indicación sería entre un 40 y un 50% superior a la ganadora.

Pero no es el único motivo. Además han pesado razones tecnológicas. Hay que tener en cuenta que los astilleros de Navantia están en la actualidad fuera del mercado de construcción de gaseros. El último que salió de los diques gaditanos data del año 2004 cuando, precisamente la compañía de capital noruego hizo en Puerto Real el Cádiz Knutsen (en la imagen que acompaña estas líneas). Desde entonces, todo ha cambiado mucho.

La propia Knutsen, además, ha construido alrededor de 30 buques con astilleros españoles desde el año 1990 y hasta 2008. Navantia participó en la construcción de la primera generación de gaseros que encargaron Repsol y Gas Natural en el año 2000, pero no en la de la segunda generación, en el 2007, que aumentó el tamaño de los buques hasta los 173.000 metros cúbicos.

Los cuatro gaseros adjudicados ahora son una tercera generación que aumenta ligeramente su capacidad, hasta los 177.000 metros cúbicos y consume un 35% menos, un ahorro que casi dobla el de los barcos de la primera generación y que cuentan con una tecnología que hace que el cien por cien del gas transportado llegue a destino. Para que, por ejemplo el dique de Puerto Real, según estas fuentes, pudiera hacer frente al contrato actual, tendría que realizar una inversión en maquinaria que haría duplicar el coste de la operación.

Pese a que Knutsen y Elcano confirmaron la adjudicación de los cuatro gaseros a Corea y Japón, Navantia siguió ayer insistiendo en que continuaba trabajando por conseguir estos contratos, ya que no había recibido de momento comunicación de que no le han sido adjudicados, según dijo a EFE una portavoz de los astilleros públicos. Según esta portavoz, Navantia envió al concurso la oferta con las especificaciones que se pedían y, como es habitual en estos casos, sujeta "a consideraciones y negociaciones" posteriores, y al no haberles solicitado información complementaria, entendieron que era "una oferta válida".

Otras fuentes consultadas por este periódico confirmaron que la noticia dada a conocer por los responsables de los dos armadores provocó un auténtico revuelo no sólo en Navantia. Así, la mañana comenzó con una reunión urgente del comité de dirección de la compañía naval pública y habría terminado con contactos igualmente urgente entre el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el presidente de Gas Natural Fenosa, Salvador Gabarró. A última hora de la tarde, fuentes de este Ministerio confirmaron que Soria habría sugerido a Gabarró, que se reúna con Navantia para escuchar los argumentos de la empresa pública a favor de la construcción de los metaneros para el grupo energético en los astilleros españoles. Esta sugerencia ha sido trasladada por Soria a Gabarró en una carta, en la que el ministro aprovecha para exponer al presidente de la compañía la posición de Navantia, que dice disponer de unas condiciones técnicas para la construcción de los barcos similares a las de otros competidores internacionales.

De esta manera, la marcha de este esperado contrato se une a la ya confirmada por los mismos representantes del PP en la provincia de que tampoco hay opción a contratar la segunda serie de los Buques de Acción Marítima (BAM) "porque la Armada no los necesita", dijo recientemente Antonio Sanz.

Por eso ayer, la incredulidad, la decepción y el temor eran sensaciones compartidas por los representantes sindicales de los astilleros gaditanos.Concretamente, el presidente del comité de Navantia Puerto Real, Ramón Linares, aseguró a este periódico que "lo veníamos advirtiendo, que el Gobierno estaba dejando este contrato a los designios del mercado, y así ha salido". Añadió que, de confirmarse este asunto, el próximo consejo de administración que celebre la empresa pública española "que se celebrará en próximos días, se aprobará una reducción de capital y, una vez aprobadas las cuentas, en mayo o junio, no se descarta que se apruebe una declaración de quiebra". Por tanto, según Linares, "con este escenario nos enfrentamos, como mínimo, a una reestructuración". El lunes, los comités celebrarán una reunión y no se descartan asambleas para decidir una postura única de todas las plantillas, al menos, en la Bahía.

Esta situación pone a la compañía española Navantia al borde del abismo, especialmente en lo que respecta al astillero de Puerto Real, que lleva más de un año sin trabajo.

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