La OTAN , muy de jergas, gusta de una chanza con acrónimos. Si se pregunta ¿cuánto tiempo debe tardar una unidad en desplegarse para el combate? la respuesta es: "ASAP (As Soon As Possible), not ASSAU (As Same Shit As Usual)". O sea, "tan pronto como sea posible, no como la misma cagada de siempre".

Si ya resulta complejo desplegar una unidad de infantería ligera en operaciones reales, cabe imaginar la dificultad que conlleva un contingente artillero de misiles Patriot. Sólo su convoy móvil duplica la longitud de un AVE y triplica casi su peso.

Los manuales de procedimiento de la propia corporación fabricante, Raytheon, establecen que una fuerza de tales dimensiones se desplegaría "óptimamente" en un plazo de tres horas.

Sin embargo, miembros del Regimiento de Artillería Anti-Aérea 74 (RAAA-74) entrenan ahora intensivamente para reducir ese plazo, en la medida de lo posible.

Son 130 hombres y mujeres, encuadrados en la Plana Mayor (con sede en la base sevillana de El Copero, en Dos Hermanas) y al Grupo I/74, destacado en Campamento (San Roque, Cádiz).

Estos militares se adiestran, para una delicada misión. El próximo enero, deben desplegarse en la provincia turca de Adana y alzar un cortina de protección contra misiles y ataques aéreos, previniendo ataques desde la fronteriza Siria.

Si el RAAA-74 se moviliza, no es por causas aleatorias. Dicha unidad -bajo mando del Cuartel General de la Fuerza Terrestre en Sevilla, que lidera el teniente general Francisco Javier Varela Salas- maneja las baterías lanzamisiles del Ejército de Tierra español.

-"Somos la punta de flecha de nuestro regimiento -explica a este diario el comandante Jorge Manuel Cotorruelo, jefe del primer contingente que va a movilizarse-. Es decir, contamos con los mejores medios para esta misión, que son los misiles Patriot"

La petición de tal refuerzo de auxilio y defensa fue cursada por Turquía a la OTAN tiempo atrás, tras sufrir ataques con cohetes e incursiones aéreas por parte siria.

Este último país libra una sangrienta guerra civil y su régimen gobernante, encabezado por el dictador Bachir El Asas, agredió a su vecino por cobijar a millares de fugitivos sirios que huían del conflicto y han quedado en campos de asentamiento, junto a la frontera.

El territorio natural del Grupo de Misiles1/74 es el acuartelamiento sanroqueño de Buenavista, en los glacis pre-litorales de Sierra Carbonera. Un espacio de 115 hectáreas, donde érguenes, jaras y brezos se disputan el control, entre enormes claros de suelos arcillosos.

Con insólita presteza, los artilleros del Grupo 1/74 (entidad equivalente a un batallón: 300 hombres) despliegan su impresonante parque bélico.

La movilización de esta unidad supone desplazar una treintena larga de vehículos: entre impresionantes camiones y todoterrenos de anchuras y envergaduras impresionantes:

-"Cada conjunto de camión, lanzadera y misiles tiene un peso superior a las 36 toneladas", detalla el teniente Jesús Cabello González, oficial al mando de la Sección de Fuego del grupo.

El eufemismo 'sección de fuego' se traduce hoy en tres impresionantes camiones 6x6 MAN KAT, varios de los cuales cargan los lanzadores de misiles en sus distintas configuraciones (cuatro, dos o un solo ingenio, según se precise).

Además, hay que sumar otros cuatro descomunales vehículos que transportan la planta de suministro de energía (EPP, por su acrónimo en inglés), el radar AN/MPQ 53 (o R-SET) y la Estación de Control de Empeños (ECS), que oficia como centro de mando del conjunto.

-"La estación de control de empeños es el único vehículo que permanecerá con tripulantes dentro, en caso de entrar en combate -puntualiza el subteniente Juan Carlos Martínez-. Todos los demás operan de forma automática, porque el personal debe distanciarse de las estaciones lanzadoras, para evitar lesiones".

Cuando un Patriot sale disparado de su lanzadera a Match 3, el rebufo que genera lanza en todas direcciones piedras, ramajes o rocas, que se encuentren en las inmediaciones.

Aunque los servidores de cada lanzador suelen despejar y limpiar, en la medida de lo posible, el entorno de los camiones, no hay que descartar recibir una pedrada de varios kilos. Por esa razón, todo el personal viste chalecos blindados anti-traumas, para evitar daños por impacto.

-"Además debemos mover los suministros necesarios para los tripulantes de la batería -refiere el subteniente José Ignacio Mendiguchia-. Desde agua y alimentos, hasta tiendas de campaña o suministros diversos para ocio, deporte, instrucción o atención religiosa".

Vista por dentro, una estación de control de empeños (el cerebro de la batería) está a medio camino entre la ciencia-ficción y la claustrofobia.

Pese a estar climatizada, en previsión de los cambios de temperatura según el lugar de despliegue, se trata de un habitáculo hecho para permanecer en tensión.

Una concentración constante que atarea a los dos operadores sentados ante sendas consolas electrónicas, que vigilan atentos las pantallas repetidoras, cuajadas de anillos de referencia para estimar distancias y trayectoria de los ingenios adversarios.

-"Cada batería puede gestionar 18 blancos a un tiempo -especifica el comandante Jorge Manuel Cotorruelo-. Eso implica detectarlos, identificarlos como amigos o enemigos, seguirlos en fase de puntería y, finalmente, hacer fuego contra ellos si es pertinente".

Pese a la compleja envergadura del despliegue, se ve que los artilleros del RAAA-74 son gente experimentada. La gran mayoría ya acumula misiones en el extranjero (Kosovo, Líbano, Iraq...)

-"Sin embargo,esta misión en Turquía resulta muy signficativa para nosotros -puntualiza el subteniente Martínez-. No iremos como una unidad realizando misiones de Infantería, ni tampoco como simples baterías de apoyo. Esta es una operación enteramente de Artillería, de principio a final".

El destino que aguarda al contigente es la provincia meridional de Adana, situada al suroeste del país y lindera tanto con Siria como con el Mediterráneo. En cierto modo, su orografía recuerda al campo habitual de entramiento del regimiento en el campo de tiro de Medano del Oro, en Huelva. Se trata de una zona con marismas, una importante ciudad industrial (Adana es la quinta urbe de Turquía) y un puerto de ría, similar a la de la capital onubense.

-"Hasta el momento no tenemos constancia de otro tipo de ataques contra territorio turco que incursiones aéreas y algún enfrentamiento con morteros y cohetes -detalla el comandante Rafael Blasco, quien mandará el segundo contingente que se desplace-. Pero debemos dar cobertura a todo un área donde existe una población de más de 1.600 habitantes, además de decenas de miles de refugiados".

El RAAA-74 no ha podido desplazar aún una avanzadilla sobre el terreno en Adana. De hecho, ellos relevarán a otro regimiento de misiles Patriot, que hasta ahora mantenía Holanda, en la base áera de Incirlik (a 12 kilómetros al este de Adana capital).

-"Se trata de un terreno más bien llano y despejado -manifesta el comandante Jorge Manuel Cotorruelo-. Pero, básicamente, anular un ataque de misiles adversarios no debería comportar desmasiadas fatigas, pues tendrían que lanzar de forma muy convencional, casi en trayectoría parabólica".

Este detalle es relevante, pues las batería de misiles Patriot logran más capacidad detección si tanto sus radares como la estación de gestión de empeños se ubican en posiciones más altas a las que ocupan las lanzaderas.

En todo caso, la presteza con que los artilleros se mueven impresiona. Desde las tareas de tendido de los cables de fibra óptica (lejos de los camiones para evitar que resulten quemados durante el lanzamiento) pasando por las de recarga de los contenedores con misiles hasta el despliegue de los fusileros de la fuerza de protección, apostada en la periferia del despliegue, para repeler ataques contra las baterías.

Un tremendo esfuerzo que ellos han ejecutado en sólo noventa minutos. La mitad de tiempo que estipulan los manuales.