Libertad, igualdad, fraternidad (y IV)

tribuna

Tras el regreso a la legalidad de la masonería en España, la logia San Juan, que este año cumple 250 años, apoya a las nuevas logias españolas radicadas en el entorno andaluz

Libertad, igualdad, fraternidad (y IV)
Libertad, igualdad, fraternidad (y IV)
Ángel Guisado Cuéllar
- Doctor en Artes y Humanidades

26 de junio 2017 - 02:04

Tras el fin de la guerra, y con la nueva situación geoestratégica, los británicos no deseaban incidentes diplomáticos con una España que retornaba a sus reclamaciones para recuperar la soberanía del territorio colonial. Por temor a que españoles se infiltraran en la logia de habla española y provocasen la ansiedad de la recuperación democrática en su país, se les prohibió el uso del idioma español en sus tenidas. Esta decisión tomada en 1945 provocó que la logia San Juan se negase a iniciar, pasar o elevar de grado a nadie hasta que no se le devolviese su derecho a volver a usar el ritual español. Esto pudo haber significado el final de una logia normal, pero San Juan no era una logia "normal". Con paciencia y reclamando constantemente que se le devolviese su derecho, los miembros se reunían y se limitaban a constatar que seguían activos pero sin desarrollar ninguna ceremonia que no fuese la correspondencia ordinaria. Por fin, en 1956, y de la mano de un gibraltareño de origen español, Antonio Mena, se restableció el derecho a usar el idioma español.

Con el cierre de la verja, curiosamente, la logia de San Juan concentró a un numeroso grupo de comunidad judía. Esta característica se mantuvo durante bastantes años, incluso con la apertura de la frontera hispano-gibraltareña. Tras la muerte de Franco, la masonería volvería a legalizarse en España y las logias volverían a su actividad o a fundarse otras nuevas donde no existían precedentes. Tampoco esta circunstancia pasó inadvertida a la logia San Juan, es decir, a la logia más antigua y con mayores lazos afectivos con España. En 1987, la Gran Logia Unida de Inglaterra delega en los masones gibraltareños para que visiten la Gran Logia de España e informen si cumplían con el estándar de calidad masónica exigido para ser reconocidos como masones regulares. En Gibraltar se designa un equipo integrado por miembros de diferentes logias (y se elige a los masones: Massias, Pérez y Hassan -dos de ellos de la logia San Juan) que visitaron la Gran Logia de España y chequearon los requisitos. A finales de 1987, la Gran Logia Unida de Inglaterra, la Gran Logia de Irlanda y la Gran Logia de Escocia reconocieron la legitimidad de la nueva Gran Logia de España, abriendo paso a los masones españoles nuevamente a las relaciones masónicas con otros muchos países.

Posteriormente, la Logia San Juan apoyaría las nuevas logias españolas radicadas en el entorno andaluz. En 1992, sería decisiva su colaboración para la fundación de la logia gaditana La Constitución nº 63 (actualmente trasladada fuera de la Bahía de Cádiz). Y en 2011, colaboraría a la refundación de la logia algecireña Trafalgar nº 168 que había sido masacrada en la Guerra Civil española. Tampoco sería posible comprender la masonería portuguesa recompuesta tras la dictadura salazarista sin la participación de la logia de San Juan y su apoyo para reconstituir las logias lusitanas. Los hermanos de origen portugués pertenecientes a San Juan contribuirían a que las logias portuguesas del Algarve retomaran sus actividades y pudieran desenvolverse nuevamente en una sociedad democrática y europea.

En 2013, la logia de San Juan, apadrinó la primera reunión de una logia española en territorio gibraltareño desde finales del siglo XIX. Sería la logia Obreros de Hiram nº 24, con residencia en la Bahía de Cádiz, presidida en ese momento por un gaditano (también miembro de la gibraltareña logia San Juan) la que desarrollaría la primera iniciación de un masón español en el seno de una logia española en territorio gibraltareño. La logia Obreros de Hiram solicitó a la familia de Cayetano del Toro poder utilizar la Biblia del siglo XIX de la logia Foi et Abnegation nº 241 del ilustre gaditano y masón. La familia del Toro no opuso objeción alguna puesto que sería en la logia San Juan donde se localizase la más importante documentación masónica referida a su antepasado y por respeto a los principios observados por él. Años más tarde, en 2015, un gaditano ocuparía la silla presidencial -como Venerable Maestro- de la logia San Juan, lo cual demostraría que es una realidad la filosofía masónica de no atender a otros méritos que los personales y alejando de sus tenidas cualquier controversia política, racial, religiosa o…de nacionalidad.

En este año se cumplen los doscientos cincuenta años de actividad constante de una de las logias más antiguas del mundo. Con independencia de los prejuicios, filias o fobias que se puedan tener respecto a la masonería, no debemos dejar de constatar que es un fenómeno que merece ser estudiado con juicio crítico para poder entender algunos aspectos de la propia historia gaditana. Y no cabe duda que su lema, Fidelitas Moribus Unitas, debe seguir siendo una fuente de inspiración para haberse mantenido activos durante tantos años, a pesar de ser la única logia de habla española bajo jurisdicción inglesa, compuesta actualmente por gibraltareños, españoles, italianos, malteses, hindúes, portugueses, cubanos, brasileños, británicos (de diferente origen) etc. sin que haya sucumbido ante un entorno tan extraordinariamente complejo. Es una de las logias más activas en cuanto a obras benéficas y de las que gozan de mayor respeto por su constante trabajo para el desarrollo del método masónico. Ojalá algún día se traduzca al español la obra The History of The Lodge of St. John nº 115 (1767-2017), de Keith Sheriff, que narra, con todo lujo de detalles, la historia de la Logia San Juan 115 (y que tanto nos ha servido de consulta a lo largo de estos artículos). O dicho de otra forma, de una parte de la historia de Cádiz que se encuentra en esta logia que cumple 250 años en este curso y que está desarrollando un programa de actividades con repercusión internacional: desde haber celebrado un concierto con partituras compuestas para la ocasión por Aaron Monteverde, la publicación del libro con su historia o la tenida especial a la que acudió Kenneth Williamson (en representación del Duque de Kent, Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra), N. Burger (Gran Maestro de Ceremonias), Robert Levitt (representando a las logias portuguesas), Gilles Crawford (representando al Gran Maestro de Españaña) y otros representantes internacionales, así como invitados y visitantes no pertenecientes a la masonería. Aquí concluimos este rápido esbozo a doscientos cincuenta años de historia y convivencia de una logia con una manera propia de entender la masonería y que tanto ha ayudado al desarrollo de la masonería gaditana y española, materializando la tolerancia que sustenta el tríptico tradicional de libertad, igualdad y fraternidad.

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