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Nuevo escenario tras el 24-M

Kichi o... Bruno

  • El futuro de la Alcaldía de Cádiz se está dirimiendo en Sevilla. PSOE y PP consideran la plaza clave en el desarrollo de la investidura. Los socialistas entienden que sólo pueden 'vestir' la entrega con la caída de Teófila.

Es más fácil avanzar. O por lo menos entenderse. PP y PSOE hablan en Sevilla. Y hablan el mismo idioma. No sienten la incomodidad de las líneas rojas. En el diálogo andaluz de PP y PSOE no hay líneas rojas. Es o no es. Se trata de un tablero político y ellos conocen las reglas de ese juego. Con el escenario inédito planteado por las municipales Cádiz se ha convertido en una plaza estratégica que es un eslabón de un triple juego: la batalla de Susana Díaz en Ferraz, la investidura de Susana Díaz y el futuro de los ayuntamientos de Córdoba, Jerez y Marbella, principalmente. Un cuarto eslabón sería Cádiz en sí misma, claro, que se ha convertido en el único Ayuntamiento que tiene presencia nacional en los medios en el barullo de pactos locales.

Teresa Rodríguez, líder andaluza de Podemos y pareja de José María González 'Kichi', candidato a ser el tercer alcalde democrático de Cádiz, denunció el martes en una rueda de prensa que Susana Díaz y el líder popular, Juanma Moreno Bonilla, están negociando "cambalaches" en los que se podrían estar intercambiando municipios a cambio de la investidura. Por su parte, Juanma Moreno, ayer, en Antequera, afirmó que está dispuesto a pensarse su voto en la investidura si se permite gobernar a las listas más votadas en los ayuntamientos. En todos los ayuntamientos. "Reglas iguales para todos".

¿De qué están hablando socialistas y populares que afecte a Cádiz? ¿De entregar la alcaldía al PP a cambio de una abstención del PP en la investidura? Altas instancias del PP lo niegan de plano, dicen que no está exisitiendo ese mercadeo. Desde el PSOE están en lo mismo, pero sí que hay dirigentes que, en un segundo nivel, están tanteando en ese sentido. Para el PP, si esto está existiendo, "formaría parte de una táctica del PSOE que está más dirigida a reblandecer a Podemos que un mensaje a nosotros".

Lo cierto es que en el PSOE andaluz sí que se estudia esa posibilidad. El problema es cómo se 'viste' esa extraña maniobra de que los dos partidos hegemónicos, rivales tradicionales, tengan un pacto de no agresión. De cómo lo puede entender una parte de sus electorados. De cómo demostrar que no son la casta, la palabra de éxito con la que fueron bautizados por Podemos. Diego Urbán, eurodiputado de Podemos, propietario de la librería cafetería de Lavapiés donde nació el partido de Pablo Iglesias, llegó a decir en Cádiz, durante las campañas andaluzas que hay muchos militantes de la escuadra morada que preferirrían quedar segundos en las elecciones, que pactaran PSOE y PP y así demostrar que su discurso de la casta era el correcto. Sería la puerta abierta para tomar el poder en cuatro años. Urbán no estaba de acuerdo con ese discurso, pero desveló que ese discurso existía.

Por primera vez en muchas semanas Susana Díaz, una estratega que se ha amamantado de las tácticas políticas, se siente a gusto. Han conseguido tener la sartén por el mango y ahora ve bailar a los demás. Ha dejado claro que no le da miedo ir a las urnas de nuevo. No tiene nada que perder. Tiene casi asegurada la alcaldía de Sevilla y no le importaría entregar Córdoba y Jerez, donde el PSOE ha quedado por detrás del PP. En Córdoba el PSOE gobernaría con mucha debilidad y los socialistas de Jerez son un reñidero con una candidata, Mamen Sánchez, por la que Susana Díaz no siente ninguna simpatía. Entonces vamos a Cádiz. Cádiz tiene un problema: el foco. Mucho foco.

En Cádiz el PSOE, con su candidato Fran González, ha sacado un resultado pésimo, lo que excluye a la agrupación de casi cualquier opinión, pero entregar la Alcaldía a Teófila Martínez, veinte años en el cargo y con un desprecio permanente a los socialistas, es más de lo que pueden entender los electores. Lo que se ha puesto sobre la mesa -y se ha hablado así de crudamente entre algunos responsables de ambas formaciones- es que el PSOE estaría dispuesto a votarse a sí mismo en el pleno del próximo día 13, que es lo mismo que dar la Alcaldía al PP, siempre y cuando se le entregara la cabeza de Teófila Martínez. Es más, se va más allá. Para poder interpretar esta decisión con un discurso medianamente lógico el PP debería ofrecer una figura que no tuviera un revestimiento muy vinculado al "teofilato". Eso signfica, nada menos, ir al número seis de la lista. No vale José Blas Fernández, ni Mercedes Colombo, ni Ignacio Romaní, ni Juan José Ortiz.El nombre que se ha filtrado y que se baraja entre los habitantes del Parlamento andaluz es Bruno García, de 35 años, con un espíritu negociador. Otra generación, otro talante. Posiblemente es una firmación que sorprenda al mismísimo Bruno García.

Pero la campaña de los populares se ha personalizado por completo. El lema era 'vota Teófila'. Téofila Martínez ha dicho de forma tajante no sólo que va a ser la candidata, sino que, al menos en el inicio de la legislatura, sería jefa de la oposición si el PSOE se decidiera por apoyar al candidato de Por Cádiz sí se Puede, José María González. Es decir, Podemos. Otra cosa sería que desde Génova, Madrid, se llamara a Teófila para un retiro digno. Los tiempos casan regular, ya que Mariano Rajoy ha prometido cambios en el organigrama del partido, pero después del día 13. El puzle se complica, pero no es imposible si de lo que se trata es de resquebrajar la deteriorada imagen de unidad socialista. Una operación de este tipo, con Susana Díaz haciendo lo contrario que predica Pedro Sánchez, que está realizando una aproximación global a Podemos. Esto para Susana Díaz es un pulso dentro del partido que no le desagradaría, una vez que todo el mundo conoce, y se ha escenificado, su desencuentro con el secretario general. Por ahí no hay problema.

¿Y cómo podría explicar esa decisión el PSOE de Cádiz? Después de veinte años en Cádiz ha ganado la izquierda. ¿Cómo dejar pasar esa oportunidad? Desde Sevilla tienen claro que serían los socialistas de Cádiz los que buscasen la fórmula -"ellos se lo han buscado"-, pero se podría 'vender' como un ejercicio de responsabilidad ante la "poca credibilidad" del candidato de Podemos, que arrancó la postelecciones con un arrebato de soberbia por el que tuvo que pedir disculpas. Además, recuerdan, Por Cádiz sí se Puede está formada principalmente por Izquierda Anticapitalista, dentro de Podemos, pero una rama radical de Podemos. Más o menos ese tendría que ser el discurso. Y ni que decir tiene que Susana Díaz, a estas alturas, está muy cansada de las exigencias de Podemos para su investidura.

Los partidos en Cádiz ven el desarrollo del juego con prismáticos. Son los que tienen que dar la cara pero las decisiones se cuecen en Sevilla y Madrid. Los populares empezaron ayer las conversaciones con los dos convidados de piedra para ellos, Ciudadanos y Ganar Cádiz en Común, ambos con dos concejales. Aunque la estrategia se haga a nivel general, la madre del cordero es la reunión que tendrá lugar a principios de la próxima semana con el PSOE, partido del que depende para que el PP siga gobernando o no. De hecho, aquí ha quedado claro cómo funcionan las cosas. La reunión entre Teófila y Fran González se planeó desde Cádiz y se paró desde Sevilla.

El juego perverso va a hacer que mientras unos decidan, otros tienen que poner la cara en Cádiz. En el PSOE preocupa especialmente cómo se va a explicar ante sus propios militantes y, sobre todo. ante la ciudadanía, la decisión que tomen. Si es la de votarse a sí mismos y permitir de manera implícita que los populares continúen en el poder o hacer un frente de izquierdas con un partido que les ha despreciado desde que se creó y que lo vincula con casi todo lo malo que le ha ocurrido a este país en los últimos años. Para colmo, la entrada como un elefante en una cacharrería en el período poselectoral de Kichi, no le ha facilitado las cosas. Tampoco a su propio partido a nivel nacional.

Por ello en algunos sectores del PSOE se ha ideado la fórmula de pedir la cabeza del tótem de los populares, Teófila Martínez, y dejar que gobierne con una nueva cara, en este caso, podría ser Bruno García.

Por Cádiz sí se Puede sigue centrado en el debate público de investidura que se va a celebrar mañana viernes en el Aulario de la Bomba. Sin embargo, la eficacia que va a tener va a ser mínima porque tras la negativa del PSOE, sólo van a asistir la formación que lidera José María González y Ganar Cádiz en Cómún, que entre los dos suman diez concejales, muy lejos de los 14 que necesitan para llegar a la Alcaldía. Ganar Cádiz asistirá pese a que dijo que sólo lo haría si iba también el PSOE, lo que muestra una voluntad de crear ese frente de izquierdas que tan poca gracia hace en Sevilla.

Desde Madrid, Podemos no oculta su interés en completar con Cádiz su dibujo de Madrid-Barcelona-Santiago. Así no, Susana, dijo Pablo Iglesias en Toledo. Un pacto PSOE-PP es verdad que alimenta su discurso.

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