Las zonas más afectadas por el último temporal que azotó a la provincia el sábado intentaban recuperarse ayer de las inundaciones y desperfectos ocasionados por la lluvia. Es el caso de Chiclana, donde ayer aún había numerosas viviendas que trataban de despejar los restos de barro y agua causados por el fuerte aguacero. Así, zonas como la de Carabineros, Pago del Humo, Rana Verde, Los Gallos, La Soledad y Hozanejos todavía viven con el susto de que se repita una tromba de agua como la del sábado. Algunas familias retornaban a sus casas, en cuyos inmuebles se ha dejado sentir la violencia del temporal.

Del mismo modo, ayer se trabajaba en el interior de garajes subterráneos y centros comerciales para erradicar el agua y limpiar amplias zonas enfangadas. La jornada de ayer también dejó lluvias, si bien fueron intermitentes y sin apenas repercusión. Además, el río Iro bajaba ya por su cauce con niveles dentro de la normalidad, muy lejos de la cota que alcanzó hace dos días a su paso por el casco urbano.

No obstante, para hoy está convocada en el Ayuntamiento una reunión en la que participarán todos los cuerpos de seguridad que han intervenido en las inundaciones, junto a las delegaciones municipales, con el fin de realizar un primer balance de los daños sufridos. Desde el Consistorio se ha vuelto a agradecer la total cooperación de los cuerpos de seguridad, Protección Civil, Cruz Roja, junto a la de los operarios de las diferentes áreas municipales o gremios como el de los maquinistas y, en general, a toda la ciudadanía, que mostró "un elevado nivel de colaboración y comprensión ante la grave situación que se estaba sufriendo".

Por otro lado, todas las carreteras del término municipal de Chiclana quedaron ayer abiertas al tráfico. La del Molino Viejo (a la altura del Coto de la Campa) y Carabineros fueron las únicas que permanecían cerradas en puntos concretos desde el sábado; en ambos casos, a la espera de que terminase de pasar el agua que procedía del Carrajolilla y se comprobase que el estado del firme era aceptable para el paso de los vehículos, algo que ha podido hacerse, aunque se sigue recomendando precaución al transitar por esta zona. Además, en la noche del sábado se abrió, aunque parcialmente, la carretera de La Barrosa a la altura de Los Gallos, por donde se circulaba de forma lenta. Ayer ya se podía cruzar por esta vía sin problemas.

Por otra parte, las 24 personas que fueron desalojadas el sábado en las zonas de Roche y El Colorado (Conil) como consecuencia de las fuertes lluvias retornaron a sus hogares ayer. Fuentes del Servicio de Emergencias de Andalucía 112 informaron de que en ambas zonas se registraron el sábado 13 intervenciones, procediéndose a evacuar a 24 personas de sus viviendas en la zona cercana a un arroyo después de que éste se desbordara.

También el Campo de Gibraltar pudo recuperar ayer la calma tras dos días de lluvias fuertes y continuadas que atemorizaron a la población y causaron numerosos daños en prácticamente todos los municipios por la subida del nivel de los ríos, que propició el desbordamiento del Guadarranque y del Palmones.