Gadinatura
Biodiversidad Flora y fauna endémicas gaditanas
Hay plantas únicas en el mundo que sólo se hallan en Chipiona o Grazalema, un escarabajo exclusivo de Alcalá de los Gazules y un extraño pez que sobrevive en arroyos salinos · Este cuaderno de campo reúne, por primera vez, algunos de los endemismos gaditanos que hacen de la provincia un territorio rico en biodiversidad
Vaya por delante una obviedad: la provincia de Cádiz no son las Islas Galápagos ni tampoco Las Canarias en lo que a abundancia de flora y fauna exclusivas se refiere. Sin embargo, entre el Guadalquivir y el Guadiaro, Punta Paloma y la campiña y los arrozales sevillanos habitan cientos de taxones (especies y subespecies) de plantas y animales -invertebrados en su inmensa mayoría- que sólo pueden encontrarse en todo el mundo en este pequeño territorio. Rarezas botánicas y zoológicas que evolucionaron aisladas, o casi, desarrollando peculiaridades que las hacen tan únicas como la iguana marina o el drago. Hay plantas de floración llamativa, extraños escarabajos, peces que habitan aguas salinas y moscas parásitas de mantis religiosas.
A veces, las poblaciones de estos endemismos se circunscriben a un área muy restringida. Es el caso del Hybalus saezi (López Colón, 1992), un escarabajo del que únicamente se han encontrado ejemplares en Alcalá de los Gazules. O el de la Taraxacum gaditanum, una planta con vistosas flores amarillas, exclusiva de Chipiona. En otros casos, la escasez de la especie es tal, que nada más que se ha encontrado un ejemplar: la araña Dyzdera veigai (Ferrández, 1985), hallada en Vejer. También hay taxones que, además de en la provincia, habitan en regiones cercanas, como la Papaver rupifragum, la amapola de Grazalema, que crece en la Sierra y el norte de Marruecos.
Algunos de estos endemismos fueron inicialmente descritos en territorio gaditano y luego algún experto encontró su rastro en provincias o países limítrofes. O viceversa. Del salinete, un pez muy peculiar que habita en arroyos salinos, se pensó que pertenecía a la misma especie que el fartet levantino (Aphanius iberus). Sin embargo, el Aphanius baeticus (por el Betis de los romanos, o sea, el Guadalquivir) obtuvo su dni propio y hoy se considera exclusivo de Cádiz, Huelva (Doñana) y Sierra Sur de Sevilla. Esto último fue posible gracias a un proyecto de investigación financiado por la Consejería de Medio Ambiente en el que participaron las universidades de Córdoba y Murcia y el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Como es lógico, en un territorio continental como este, las plantas y los invertebrados acaparan la mayor parte de los endemismos gaditanos, muy por encima de los vertebrados. Entre estos últimos, la mayoría son reptiles y anfibios. A las aves y a los mamíferos les resulta más fácil saltar las barreras geográficas y, por lo tanto, entreverar y unificar su código genético. Además, son muchos más los botánicos que los entomólogos que trabajan en la localización de endemismos, explica José Manuel López, jefe del Departamento de Geodiversidad y Biodiversidad de la Delegación de la Consejería de Medio Ambiente en Cádiz. López es el compilador de la mayor parte de los taxones gaditanos que recogemos en este cuaderno de campo. Íñigo Sánchez, biólogo conservador del Zoobotánico de Jerez, descubridor de varios invertebrados, también hizo sus aportaciones. A Sánchez se le atribuye la descripción de la Lasiambia mantivora, una mosca parásito de la mantis religiosa. La encontró en Algar y de momento no se han hallado más ejemplares en ningún otro lugar, aunque el experto no lo descarta, debido a la amplia distribución de la especie parasitada. Lo mismo ha ocurrido con otra mosca, la Periscelis piricercus, natural de Los Barrios. Hay incluso taxones exclusivos de Gibraltar como la planta Silene tomentosa, el escarabajo Buprestis sanguinea, ssp. Calpetana o la hormiga Tetramorium parvioculum.
Pero, ¿cuál es la importancia de estos endemismos desde el punto de vista de la biodiversidad?. "Cualquier taxón es importante en sí mismo por el patrimonio genético único y exclusivo que atesora", explica el experto de Medio Ambiente. Además, algunos de ellos podrían ser utilizados en el futuro, por ejemplo, en la producción de medicamentos. Y como suelen estar muy localizados, su conservación implica también que se preserve el hábitat en el que viven, una labor que la ley tiene encomendada a la Administración andaluza", argumenta José Manuel López.
Hace unos días, Medio Ambiente difundía que en El Puerto se había localizado una población de Euphorbia gaditana donde se había dado por desaparecida. El hallazgo de esta planta en vías de extinción en unos terremos de Vejer obligó este verano a la modificación de los proyectos de dos parques eólicos. En general, no corren buenos tiempos para estas plantas y animales tan escasos y singulares. La principal amenaza que pesa sobre ellos es la destrucción del hábitat. Varios tipos de escarabajos de la franja litoral sufren los perjuicios propios de la expansión urbanística. Y el salinete soporta los daños de la contaminación y la colmatación de los arroyos. De hecho, este pez es uno de los vertebrados bajo mayor riesgo de extinción. Otra amenaza es la endogamia, que a menudo deriva en ejemplares estériles. Por eso muchas especies están bajo protección legal.
Este cuaderno de campo recoge sólo algunas de estas singulares joyas naturales que, desde la provincia, contribuyen a enriquecer la biodiversidad global.
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