Francisco S. V., de 61 años, falleció ayer en Chiclana cuando realizaba labores de poda en un pino situado en el interior de una parcela de esa ciudad, situada en la tercera pista de La Barrosa. Los hechos acaecieron sobre las cinco de la tarde cuando un particular alertó del accidente al Servicio de Emergencias 112 de Andalucía, señalando que un hombre se había precipitado cuando cortaba ramas de un árbol.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron de inmediato agentes de la Guardia Civil y servicios sanitarios, pero solo pudieron certificar el fallecimiento del hombre que cayó de una altura aproximada a los siete metros.

Según fuentes consultadas por este periódico, el hombre llevaba a cabo la poda de pinos en un chalé ubicado en la calle Robalo, cerca del Club de Tenis La Barrosa (antiguo Club Mosquito) cuando de manera repentina perdió el equilibrio y chocó violentamente contra el suelo.

En un principio se especuló con que la víctima pudo ser el propio dueño de la vivienda, pero finalmente todo parece indicar que se trata de un hombre que se dedica a este tipo de labores, muy extendidas en Chiclana y que suelen realizar cuadrillas de trabajadores que ofrecen sus servicios para la poda de pinos.

En este sentido, en los próximos días se precisará si el fallecido contaba con todos los permisos para llevar a cabo este tipo de actividad laboral o, por el contrario, pertenecía a una empresa que se encarga de estos trabajos que requieren un gran riesgo al cortarse las ramas a una gran altura con una motosierra eléctrica.

Por ello, agentes de la Guardia Civil se encargaron de abrir diligencias sobre este suceso para esclarecer la muerte de este trabajador de 61 años de edad. Tras el aviso al Servicio de Emergencias, el forense se trasladó al lugar de los hechos para determinar las causas del fallecimiento de Francisco S.V. y horas después se procedió al levantamiento del cadáver.

El suceso provocó que en la zona se concentrarán vecinos para interesarse sobre lo sucedido, por lo que los agentes de la Benemérita y de la Policía Local tuvieron que acordonar la entrada a la calle para impedir el paso de curiosos. Sobre las siete de la tarde llegó la furgoneta del servicio funerario y poco después trasladó el cuerpo del trabajador hasta el instituto forense de Cádiz para determinar las causas de su muerte.