La presidenta de la Agencia Andaluza de la Energía, Isabel de Haro, y el alcalde de Vejer, Antonio Verdú (PSOE), se reunieron hace varios meses y estuvieron de acuerdo en que es importante que la población comprenda cuál es el valor de las energías renovables, y que la experiencia de los ciudadanos con este sector no se limite "a ver cómo se despliegan aerogeneradores o cualquier otro equipamiento por su territorio". De esa necesidad surgió la iniciativa de organizar la I Feria de las Energías Renovables en el municipio, un foro de debate de empresas y administraciones, y una herramienta para acercar el sector a la ciudadanía. El evento arrancó ayer y se prolongará hasta el domingo en un enclave idóneo: el Parque del Viento.

Que es, sobre todo, un parque, un espacio urbano contiguo al centro del municipio, una loma con estupendas vistas a la laguna de La Janda y a la costa de Trafalgar en la que hoy corre el mismo viento que alimentaba a los tres molinos harineros del siglo XIX que Consistorio y Junta han rehabilitado como reclamo cultural. "Los vejeriegos fuimos pioneros en la utilización de la energía eólica, en este caso para la molienda", presumió Verdú, ayer, en la inauguración del evento, que también era la del recinto.

Los visitantes encuentran en el parque del Viento los tres magníficos molinos y una carpa que sirve de sede de la feria. Allí, media docena de expositores relacionados con las renovables de empresas y administraciones, y también el futuro centro de interpretación del viento, que no ha llegado a tiempo para esta cita: el Ayuntamiento vejeriego sigue pendiente la recepción de las obras y del equipamiento necesario.

La feria de las Renovables cuenta con el respaldo de las administraciones y de grandes grupos energéticos, que ayer ensalzaron la iniciativa. "Este evento es un rayo de luz para nosotros", apuntó el presidente de la patronal regional Aprean, Mariano Barroso, muy agradecido. Entre los vecinos, la jornada inaugural tuvo una tibia acogida salvo por la visita de varios grupos de escolares. Los jóvenes conocieron un programa informático interactivo sobre renovables diseñado por la Diputación de Cádiz y visitaron las torres harineras.

Los molinos fueron instalados en la localidad jandeña en el XIX por la casa ducal de Medina Sidonia, que obtenía de la explotación pingües tributos para su hacienda, empezaba su relato ayer, en las visitas guiadas, el vejeriego Juan José Román 'Juanino'. "Es una cultura que hay que transmitir a los jóvenes. O eso, o se pierde, como se pierde todo".