Denuncia al Consulado español en Tánger por intento de soborno
Un mecánico naval, ametrallado y detenido por invadir aguas marroquíes a bordo de un barco averiado, dice que le pidieron 500 euros para agilizar su libertad
Un mecánico naval detenido recientemente en Tánger tras invadir aguas marroquíes ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número uno de Algeciras contra el Consulado de España en esa ciudad después de que acusase a unos de sus funcionarios de pedirle 500 euros para "agilizar" el proceso judicial. La denuncia se dirige también contra "el Gobierno de Marruecos". El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación niega los hechos.
Jesús Benjamín Pérez, natural de Viveiro (Lugo) y vecino de Algeciras, acusa a la Marina Real alauí de haberle disparado, a él y otra persona, mientras permanecían a bordo de un barco averiado.
El pasado 11 de marzo, Benjamín Pérez y un compañero se trasladaron desde Algeciras en barco para reparar una embarcación construida por la empresa para la que trabaja y que se encontraba "a la deriva", según precisa en su denuncia.
Mientras ambos permanecían a bordo, el barco "se introdujo en aguas marroquíes debido a la avería". La Marina Real de Marruecos les abordó entonces en "una lancha de goma semirrígida", desde la que les "dispararon" con una "ametralladora".
El fuego, según el denunciante, alcanzó a su compañero en la mano, y a él le hubiera "matado" si no llega a tirarse al suelo. Los miembros de la Marina Real golpearon a su compañero con la "culata" de un cetme y se lo llevaron, mientras que a él le "dejaron en el barco ardiendo". Benjamín Pérez se tiró al agua antes de que el barco averiado volcase y estallase. La Marina Real le recogió y le llevó al puerto de Tánger, donde fue detenido por la Policía.
Pérez relató que en su segundo día de calabozo recibió la visita de una funcionaria del Consulado de España, quien le dijo que, "por lo pronto, tenía para ocho años de cárcel". Esta misma persona le pidió tanto a él como a su familia "500 euros para agilizar la condena", de forma que los varios juicios a los que se tendría que someter se hicieran "en un solo mes", en lugar de en seis.
El denunciante también se queja del trato dado por el personal del Consulado a su familia, a quienes, siempre según la denuncia, les indicaron que se marcharan de Tánger, porque allí no podían ver a Benjamín Pérez y ni siquiera asistir al juicio. El denunciante no aceptó pagar los 500 euros que afirma le pidió la funcionaria, se buscó él mismo un abogado y quedó en libertad el pasado 26 de marzo.
El cónsul general de España en Tánger, Tomás Solís, rechazó esas acusaciones. "Simplemente no son ciertas", dijo. Desde Madrid, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación aseguró que la persona que visitó al detenido al día siguiente de su detención realizó las "diligencias normales" que se siguen en estos casos. Añadió que también se puso en contacto con la esposa del detenido, quien se presentó en Tánger con otros familiares al día siguiente. Y agregó que el Consulado le proporcionó la ayuda prevista a detenidos en el extranjero para manutención (120 euros mensuales) y se puso a disposición de la familia. El 17 de marzo cursó una petición con el fin de que la familia pudiese visitar al detenido.
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