Cruzada de dos barrios de Jerez contra los robos de los 'okupas'

Hace ya casi un año que los vecinos del Pelirón, en Jerez, vienen anunciando un problema que, no por denunciado, llega a tener solución. Se trata de las antiguas viviendas abandonadas junto a la calle alcalde Jesús Mantaras, ahora habitadas por varias familias de 'okupas', en su mayoría rumanas, aunque también hay algunas de Europa del Este. Los vecinos de esta barriada y de la vecina de La Vid llevan meses denunciando hurtos y robos producidos por estas personas, fundamentalmente de ropa ubicada en tendederos, pero también se han dado casos de bicicletas y de piezas de motos.

Las parcelas donde se ubican estas casas, que en su día habían sido tapiadas pero que estos 'okupas' derribaron para hacerlas suyas, no son del Ayuntamiento, sino de una Junta de Compensación. Una constructora tenía pensado edificar allí una promoción de viviendas, pero por problemas económicos derivados de la crisis del ladrillo no se pudieron llevar a cabo las obras.

Empleados de un bar cercano a este solar comentan que "son varias familias, unas 15 o 20 personas, las que están ahí metidas". y a una vecina también le quitaron ropa con un palo que tenía un gancho en la punta".

Desde la propia asociación de vecinos de la barriada se muestran "bastante preocupados" con este asunto. "Lo que pedimos es que desde la autoridad, bien sea la Policía o el Ayuntamiento, se pongan soluciones, ya que este problema lo tienen que resolver los profesionales, las autoridades, que son quienes tienen los medios para ello".

Al parecer, "este problema ha ido en aumento en los últimos meses, porque al principio había allí unas familias que no molestaban, hasta que llegaron estas y las echaron", lamentan los vecinos.

Por su parte, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional lleva a cabo continuas patrullas por la zona, especialmente también cuando el Xerez Deportivo juega en Chapín, ya que por el barrio aparcan muchos aficionados, algo que aprovechan para hacer de 'aparca coches'.

Según fuentes policiales, estas personas tienen residencia temporal en España de tres meses, tras los cuales algunos vuelven a su país para volver posteriormente, mientras que otros se quedan en situación irregular.

El problema es que a pesar de que algunos ya han sido detenidos varias veces, el hecho de que los hurtos estén penalmente poco considerados hace que vuelvan a delinquir una y otra vez.