La sexta ola está arremetiendo con fuerza y los positivos diarios se han disparado esta semana con un par de días por encima incluso del medio millar de contagios. El covid se extiende como la pólvora y es necesario seguir extremando precauciones. Pero en medio del temor que desata cada nuevo azote de cada variante del virus, hay que mirar de frente los datos más importantes: la presión asistencial en los hospitales, que es la que verdaderamente marca la gravedad con que nos ataca y que parece estar mejor que hace justo un año, en la segunda ola, y que en lo peor de la quinta ola, en pleno verano.

En datos, hace un año, a mediados de diciembre de 2020, había 226 hospitalizados y 39 de ellos en la UCI, frente a los 64 y 6 en críticos de este viernes, con los que son 162 ingresos menos y 33 menos en críticos, casi una quinta parte menos. Además, en lo peor de la última ola que fue a mediados de agosto había 177 ingresos y 24 en cuidados intensivos, es decir, que sigue habiendo 115 pacientos menos que en verano. A mediados de noviembre de 2020 eran 366 con 59 en la UCI. 

Asimismo, mientras que en diciembre de 2020 murieron 137 personas, en lo que va de mes van 6 fallecidos. 

La eficacia de las vacunas

Esto se traduce en una situación más ventajosa gracias avance y eficacia de las vacunas, que ya está llegando a toda la población de 10 y 11 años -que son los que tienen una tasa de incidencia acumulada mayor- y a los mayores de 60. Además, a lo largo de las próximas semanas seguirá inoculándose de forma progresiva la primera dosis a los niños de 11 a 5 años, y Sanidad ya ha aprobado la tercera dosis en los mayores de 40, a la espera de que confirme la Junta de Andalucía.  

Según los datos que ha ido ofreciendo a diario fuentes de la Junta, fue a mediados de mayo cuando por fin se logró bajar de los cien enfermos hospitalizados por primera vez en ocho meses, llegando a los 71 pacientes y 18 en UCI a primeros de junio y al medio centenar de ingresos el 1 de julio. A partir de aquí empezó el subidón, en pleno apogeo de la quinta ola, que hasta el momento ha sido más dañina que la actual, por lo que hay que seguir siendo muy cautos y acudir a la vacunación. 

Fue en septiembre cuando los centros empezaron a descongestionarse a un ritmo muy acelerado, en una tendencia a la baja que continuó en octubre y que llegó a noviembre de 2021 con muy pocos casos.

Con todo, el peor de todos los escenarios al que se espera no regresar llegó con la tercera ola, la más letal de todas en Cádiz, liderando incluso el número de fallecidos a nivel andaluz con 783 muertos. Poco a poco el Covid se hizo dueño de plantas y más plantas de todos los hospitales, con 366 ingresos y 15 en UCI el 15 de enero, y alcanzando hasta los 900 a  principios de febrero. Nada que ver con la situación actual.