Si a mediados de agosto -el día 16- los ingresos hospitalarios alcanzaban los 169, este martes 31 de agosto, unas dos semanas después, permanecen hospitalizadas 97 personas, que son 72 personas menos. Si bien, en apenas un día han ingresado otras ocho personas, y del total, 22 están en la UCI.
Con estas cifras, la provincia se vuelve a poner en los niveles de presión asistencial de mediados de mayo, que fue cuando se logró bajar de los cien enfermos hospitalizados por primera vez en ocho meses. Fue la vacuna lo que alivió una vez más la carga en los centros hospitalarios, llegando a alcanzarse los 71 pacientes y 18 en UCI a primeros de junio y bajando hasta los 52 ingresos y 8 en UCI el 1 de julio.
Pero la quinta ola se hizo fuerte en lo más álgido del verano, debido al aluvión de visitantes, la relajación de las medidas y la virulencia de la variante Delta, y de mediados de julio a mediados de agosto empezaron de nuevo a llenarse las plantas, multiplicándose los enfermos tanto en agudos como en críticos. El peor momento de esta última ola ha sido el 16 de agosto, con 184 ingresos y 28 en la UCI, que son casi cien más que este lunes.
En datos acumulados, han sido ingresadas 6.423 personas desde el inicio de la pandemia, 4 de ellas en las dos últimas jornadas y 677 han necesitado atención en la unidad de críticos, sin registrarse ningún ingreso en ella en los últimos días.
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