D.C.S., nacido en 1974, sin antecedentes penales y vecino de El Puerto, ha aceptado en la Audiencia Provincial de Cádiz un año y tres meses de prisión por falsificación, estafa y hurto: el hombre admitió que en agosto de 2002 sustrajo varios talonarios de cheques de una autoescuela portuense en la que hizo un trabajo y que después falsificó la firma del dueño del negocio y cobró varios talones en distintas entidades bancarias. El fiscal pedía en principio para el procesado 5 años y 10 meses de prisión pero su abogado negoció una condena con la que se conformó el acusado.
La sentencia aplica una atenuante de confesión del delito. El apartado de hechos probados indica que el procesado reintegró la suma total defraudada: 2.200 euros.
La autoescuela en la que el pintor prestó sus servicios se encontraba en plaza de la Noria. La resolución relata que el acusado aprovechó su trabajo para, de forma subrepticia y sin que conste el empleo de fuerza típica relevante, sustraer del interior de un cajón varios talonarios de cheques de distintas cuentas de las que era titular el propietario de la autoescuela.
Tras cumplimentar varios cheques de su puño y letra al portador e imitar la firma del titular de la cuenta, los fue presentando al cobro. Primero, el 9 de agosto de 2002, logró 400 euros en una entidad bancaria. Los días 5 y 9 de septiembre, 400 y 500 en otra. Otras cantidades las obtuvo el 6 de ese mes.
Días después, el 11, el procesado quiso cobrar otro cheque por valor de 600 euros en una oficina próxima a la plaza de la Noria. Pero una empleada del banco le advirtió que el titular de la cuenta la había bloqueado para cheques al portador.
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