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Provincia de Cádiz

Campanario vuelve y llora otra vez

  • Dos médicos, peritos de la defensa, dicen que Remedios Torres tiene limitaciones físicas importantes pero una forense sostiene que puede llevar una vida aceptable

María José Campanario regresó ayer al banquillo para oír cómo dos médicos, peritos de la defensa, explicaban que su madre, Remedios Torres, tiene limitaciones físicas importantes, que padece una artrosis avanzada y otros problemas de salud, que puede caminar pero parándose, que necesita un tratamiento continuado, que sufre dolores intensos. Que tiene, en fin, grandes limitaciones funcionales que le dificultan la vida diaria.

Una forense sostuvo en cambio que, dentro de sus limitaciones, la madre de Campanario puede realizar funciones vitales de forma tolerable, que se puede ir defendiendo, que tiene unos días peor que otros pero que, en fin, puede llevar una vida aceptable.

A Campanario se le escaparon las lágrimas en dos ocasiones mientras los médicos de la defensa y la forense repasaban los males de su madre y discrepaban al responder a las preguntas del fiscal y luego de su abogado defensor. Ausente de anteriores sesiones del juicio de la Operación Karlos (con permiso del tribunal, como el resto los acusados) Campanario y su madre se acercaron ayer de nuevo al Palacio de Justicia de la capital gaditana. Las acompañaba Jesulín de Ubrique, que ocupó un asiento en la sala de vistas, como en las primeras jornadas de la vista.

Con los informes de los dos médicos y sus declaraciones, las defensas de Campanario y Remedios Torres tratan de dar sentido a la versión de ambas sobre lo sucedido. Ellas sostienen que nunca supieron que Carlos Carretero intentaba conseguirle a Remedios una pensión de incapacidad laboral de forma fraudulenta sino que le pagaron para que, legalmente, promoviese con éxito la revisión de una minusvalía. Remedios tenía reconocida una minusvalía que no le daba derecho a pensión ni paga alguna. La defensa quiere mostrar con opiniones médicas que efectivamente la situación había empeorado y que era lógico que ellas creyesen que se trataba de tramitar la revisión y en modo alguno intentar engañar a la Seguridad Social y cometer fraude alguno.

Lo que en realidad hizo Carretero fue poner en marcha la tramitación de una pensión de incapacidad laboral para Remedios. El primer paso fue contratarla de modo ficticio en una empresa suya, ya que la mujer no estaba trabajando. Según el fiscal, en la tarea ayudó a Carretero el inspector médico Francisco Casto Pérez Lara. A diferencia de Carretero, que ha pactado su condena y se ha declarado culpable, Casto sostiene que es inocente. Las conversaciones telefónicas grabadas durante la investigación muestran por el contrario otra historia: apuntalan el relato de hechos del fiscal, revelan cómo funcionaba la trama que, con la colaboración de varios médicos procesados, obtenía pensiones de incapacidad para personas que pagaban por ello distintas cantidades de dinero.

Campanario pagó por los trámites para conseguirle una pensión a su madre. Pero ella sostiene que fue engañada, que Carretero en ningún momento les dijo ni a ella ni a su madre que iniciaban un proceso ilegal, con un empleo ficticio, con informes médicos amañados sobre accidentes inexistentes. Es "incomprensible". No tiene lógica, dijo ayer una médico, que para pedir la revisión de la minusvalía no fuesen presentados los informes reales de Remedios Torres, los que indicaban la gravedad de su artrosis y otros problemas, en lugar de unos falsos sobre una torcedura de tobillo y un esguince cervical.

El juicio ha entrado en una fase que lo acerca a las sesiones finales. Ayer, varios médicos forenses y dos psicólogas explicaron cómo detectaron simulaciones e informes médicos falsos e inexistentes en los expedientes de algunos clientes de la trama. También declaró un guardia civil acerca de un informe pericial caligráfico sobre las firmas en unos informes médicos. Algunos de esos informes llevan el nombre un traumatólogo que el pasado martes aseguró que su firma en ellos es falsa. El perito dijo ayer que es "probable" que el autor de esas firmas sea Luis Carretero Cala, médico procesado que ha pactado su condena.

Para la sesión de hoy están citados a declarar como peritos siete médicos. El juicio se reanudará después el próximo martes. Si todo va bien, al día siguiente comenzarán los alegatos.

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