Talleres que pintan falsos arañazos con tiza en los coches para facturárselos a las aseguradoras, clientes que reclaman padecer un miedo insuperable a la conducción tras un siniestro y que son grabados saltándose semáforos en rojo y líneas continuas, o personas que alegan haberse quedado ciegas tras un accidente y que son capaces de caminar sin ningún tipo de ayuda o de hacer tareas domésticas sin ningún problema.
Parecen pasajes dignos de la peor picaresca española, pero lo cierto es que son algunos de los casos reales destapados por los especialistas antifraude de Línea Directa Aseguradora, que acaba de presentar el ‘V Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar’, el primero en el sector asegurador que analiza una década entera de lucha contra las estafas al seguro (2009-2018).
Andalucía se consolida como una de las comunidades con más fraude al seguro del coche, ya que la mayoría de sus provincias se sitúan bastante por encima de la media nacional (5,6%). De hecho, Jaén (8,2%) es la provincia española con más estafas a las aseguradoras, seguida de Sevilla (7,8%) y, en cuarto lugar del ránking, por Málaga (7,2%). Cádiz ocupa la quinta posición donde el 6,9% de los partes son fraudulentos. La única provincia no andaluza en el Top 5 es Murcia, la tercera con un porcentaje de fraude del 7,6%.
Los datos analizados en este barómetro confirman la resistencia del fraude a descender, ya que pese a la mejora de la coyuntura económica registrada en 2017 y 2018 respecto a los años anteriores, casi 6 de cada 100 siniestros declarados en nuestro país en estos dos últimos años fueron falsos, unas cifras muy similares a la de informes anteriores, aunque la estimación del coste total para el sector sí desciende respecto a anteriores Barómetros.
Según Francisco Valencia, director de Gobierno Corporativo de Línea Directa: “en esta quinta edición de nuestro Barómetro del Fraude al Seguro, hemos confirmado dos cuestiones: en primer lugar, que las mafias se están convirtiendo en un gran problema para el sector asegurador debido a las cuantías y a la naturaleza de sus estafas. En segundo lugar, que la recuperación económica vivida en los últimos años apenas ha traído consigo un descenso del fraude. Por eso, es importante que todos tomemos conciencia de un problema en el que pagan justos por pecadores, ya que los conductores honrados, que son la inmensa mayoría, acaban pagando las estafas de unos pocos”.
9.200 millones en 10 años
Según la estimación realizada por Línea Directa Aseguradora, el importe de las estafas para el conjunto del sector asegurador de autos superaría los 800 millones de euros anuales (2017-2018), aunque si se computara la década entera, el coste total sería astronómico, ya que superaría los 9.200 millones, una cantidad equivalente al 0,8% del PIB registrado por España en 2018.
🔊"6 de cada 100 accidentes siguen siendo falsos. En la última década, las estafas al sector superaron los 9.200 millones de euros"➡️ Francisco Valencia, Director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, explica el fraude de particulares #FraudeAlSeguro pic.twitter.com/zjJa1M4POt
— Línea Directa (@LineaDirecta_es) January 27, 2020
Por su parte, en el ámbito del fraude entre particulares, el coste medio por fraude alcanzaría los 1.296 euros, casi un 1% más que el registrado en el Barómetro anterior. Respecto a los daños materiales, la estafa más habitual es incluir en el parte daños ajenos al siniestro (85%), mientras que, respecto a los daños corporales, lo más común es simular lesiones o pretender agravar las ya existentes (99,8%).
En cuanto al perfil del defraudador, suelen ser hombres jóvenes, de 18 a 24 años, desempleado o con trabajo precario, aunque también se percibe un incremento de los fraudes cometidos por hombres de mediana edad (alrededor de los 40 años), profesionales y con estudios universitarios.
En cuanto a los días de la semana, los miércoles y los jueves parecen ser los días más propicios para cometer estafas, mientras que los meses de marzo, abril y mayo,
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