'Cabeza de cerdo' ingresa en Puerto 3

El famoso capo de la prostitución conocido como Cabeza de Cerdo ha sido trasladado hace escasas fechas de la cárcel de Navalcarnero, a la macro cárcel de Puerto 3. El rumano Ioan Clamparu, afincado desde hace años en Madrid, llegó a la prisión portuense el pasado día 16 de febrero, poco después de que concluyera el juicio celebrado en su contra en la Audiencia Provincial madrileña.

Y de hecho, ha sido entre barrotes portuenses donde ha conocido su condena: 30 años de prisión por ser autor de cuatro delitos de determinación a la prostitución, un delito de determinación de prostitución de menor de edad, y un delito de aborto.

Cabeza de cerdo cuenta con la misma clasificación que los presos condenados por terrorismo o los internos considerados como muy violentos, aunque cuando llegó a Puerto 3, era aún un preso preventivo puesto que su condena no se dio a conocer hasta cuatro días después. Es un FIES (Fichero de Interno de Especial Seguimiento), una clasificación que, según las fuentes consultadas por este diario, deriva de la aplicación, en su caso, del artículo 10 de la Ley Orgánica General Penitenciarias (LOGP), que contempla el ingreso en establecimientos de cumplimiento de régimen cerrado o departamentos especiales para los penados calificados de peligrosidad extrema o para casos de inadaptación a los regímenes ordinario y abierto. De ahí que haya sido destinado al módulo 15 de aislamiento.

De momento, parece haberse adaptado bien al régimen penitenciario y no ha protagonizado ningún incidente de mención.

El rumano ha sido condenado a cuatro años por cada uno de los delitos de determinación a la prostitución -además de 20 meses de multa y una cuota diaria de 12 euros-, a seis en el caso de la menor de edad, y otros ocho por el delito de aborto.

Asimismo, deberá de abonar las costas procesales e indemnizar a tres testigos protegidas en 12.020 euros por daños morales y a la testigo presencial menor de edad y que fue obligada a abortar, en 30.506 euros por el mismo concepto.

La sentencia, que no es firme y contra la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, considerada a Cabeza de Cerdo, de 43 años de edad, responsable de una red de prostitución que traía a jóvenes compatriotas suyas a España haciéndoles creer que se les iba a proporcionar trabajo.

El tribunal que le ha juzgado ha entendido que el acusado, con sus compinches, convencía a estas mujeres con ofertas de trabajo en la hostelería o en el servicio doméstico. Una vez en España, se les comunicaba que habían contratado con la organización una importante deuda, y que para saldarla debían ejercer la prostitución, lo que hacían en la Casa de Campo, en Madrid, entregando todo el dinero recibido hasta saldarla. Para doblegar su voluntad, las mujeres eran víctimas de amenazas y agresiones físicas.

Durante el juicio, Clamparu dijo que nunca había obligado a abortar a nadie y que se ha utilizado su nombre para "cosas feas".

"Declaro ante el tribunal, con humildad y ante Dios que no he forzado, no he pegado, no he obligado a abortar" a ninguna persona, afirmó Cabeza de cerdo, quien pidió que los que hayan hecho esas cosas se presenten ante la Justicia como hizo él al entregarse a la Policía el pasado mes de septiembre.