Provincia de Cádiz

Bob Esponja 'vigilaba' el búnker de Madrid

A simple vista, parecía un adorno dejado por algún niño en la casa. Una pegatina de Bob Esponja pegada sobre el marco de la puerta. Aunque en realidad el célebre personaje de dibujos animados era el 'vigilante', el guardián que permitía entrar al zulo construido en el que la banda desmantelada en la Operación Aceituno tenía montado el laboratorio de cocaína.

La pegatina e cuestión ocultaba un sofisticado circuito de acceso al búnker, que estaba conectado a un ladrón (distribuidor de corriente) que, únicamente si estaba enchufado, permitía introducir el código que franqueaba la puerta, una secuencia de dígitos que había que marcar en un teclado que estaba emplazado en la pared.

Aunque ya la existencia del teclado levantaba sospechas, daba lo mismo: ya podía teclear cualquiera los números que quisiera, aunque conociera la exacta combinación, que si el ladrón no estaba enchufado, no había tu tía, no había manera de abrir la puerta. Y éste es el panorama que los agentes al cargo de la operación Aceituno se toparon en Madrid, en el domicilio que era el principal canal de distribución de la droga que llegaba a la provincia.

Una vez logrado desentrañar el misterio, los guardias civiles entraron dentro y se toparon con tres kilos de cocaína en roca de un altísima nivel de pureza, así como cocaína en polvo preparada para distribuirla en dosis, dos kilos de hachís, más de un centenar de compromisos para aumentar la potencia sexual y otros efectos.

Todo apunta a que esta rama de Madrid que ha caído ahora era la que suministraban a los integrantes de las organizaciones que, en mayo de 2011, cayeron en la operación Mirlo, asentados en El Cuervo y El Puerto. Se trata de la famosa operación que permitió poner al descubierto un plan urdido por uno de los clanes que operaban en El Puerto, los Bermúdez, para vengar la muerte de su patriarca en el tiroteo acaecido en 2009, en que se enfrentaron a los Santiago Cadi, más conocidos como Los Aoño. Un plan que en esencia consistía en el intento de soborno a un funcionario de Prisiones para que mataran en la cárcel al individuo que había sido detenido en Algeciras, año y medio después del tiroteo, como supuesto autor de la muerte del patriarca del clan portuense.

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Entonces, cayeron en total cerca de una veintena de personas. Ahora, han sido detenidas un total de 20, de las que no obstante, según fuentes de la investigación, sólo permanecen en prisión cuatro de elloa. La mayoría ha logrado salir de la cárcel al conseguir que el juez les permitiera eludir la prisión abonando fianzas de distintas cuantías en función de su implicación en el asunto.

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