Bandidos armados y muy osados
Un grupo de filibusteros se atrevió a atacar el 12 de enero al navío español 'Patiño'
Los servicios de inteligencia civiles y militares de los 28 países implicados en la Operación Atalanta son concluyentes: los piratas del Índico han incrementado la potencia de su armamento. Todos los informes coinciden en que los bandidos marinos han ido sustituyendo las viejas carabinas y rifles de cerrojo, usados inicialmente, por fusiles automáticos AK-47. Es común también que al menos un tripulante del esquife vaya provisto de un lanza-granadas RPG (acrónimo en inglés de Granada Propulsada por Cohete).
El alcance operativo de los filibusteros se ha incrementado además muy notablemente. Se ha registrado ya un ataque a un barco, a 210 millas al nordeste de las propias islas Seychelles. La posición de este incidente se ubica a 1.030 kilómetros de la costa de Somalia, el equivalente a la distancia en línea recta entre Cádiz y Perpignan (Francia) o entre Madrid y París. Dicho alcance evidencia el uso de buques nodrizas por parte de los piratas. Se estima que al menos seis de los buques capturados por los pechelingues serían utilizados para este cometido por los delincuentes marinos de esa zona.
La osadía y ferocidad que los piratas han desarrollado brindó una buena muestra el pasado 12 de enero. La madrugada de esa jornada, un esquife con siete filibusteros atacaba al navío "Patiño" de la Armada, tras confundirlo con un mercante y mientras dicho buque escoltaba a un convoy de barcos, a unas 50 millas náuticas (93 kilómetros) al Este de Mogadiscio.
El error de los piratas se debió a que la silueta del referido navío, un BAC (buque de aprovisionamiento en combate) puede ser confundida con la de un carguero multi-propósito en condiciones de poca luz. Un fallo de bulto en cualquier caso, pues el "Patiño" oficia además como buque de mando de la Fuerza Naval Europea en el Índico. Dicha formación la comanda actualmente el contralmirante español, Jorge Manso Rivera, un experto que ya desepeñó la Jefatura de Planes del Estado Mayor de la Flota, y se desempeñó como profesor de maniobras en la Escuela Naval.
Los infantes de marina de la fuerza de protección del buque español repelieron la agresión con armas ligeras. Sin embargo, los atacantes, confiados en la potencia de su armamento e intoxicados por la masticación de kat, persistieron en su ataque. El Ministerio de Defensa ha informado que, ante el tenor de los acontecimientos, el "Patiño" abrió fuego de anulación, sutil eufemismo que significa echar mano de ametralladoras y otras armas capaces de inflingir serios estragos.
Solo tras esa réplica, los filibusteros desistieron en su ataque y emprendieron la huida, aunque acabaron siendo interceptados por el helicóptero del buque. De los siete atacantes, uno desapareció en el mar, uno falleció a resultas de los disparos, y los otros cinco presentaban heridas de diversa consideración.
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