El Ayuntamiento de Conil cierra otros 5 bares de copas

Tres semanas después de cerrar temporalmente dos discotecas y un bar, el Ayuntamiento de Conil ha decretado la clausura provisional de otros cinco establecimientos de copas enclavados en el casco antiguo de la localidad. El cierre de tres de esos bares, Floyd (plaza Goya), Decibelio (calle Ancha) y La Esquinita (calle Gabino Aranda), se debe, según el Consistorio, a que sus responsables han permitido que los clientes salgan a consumir en la vía pública las bebidas servidas en los bares.

El Ayuntamiento aplica esta medida, que ya ha comenzado a ser efectiva, al entender que esos establecimientos incumplen el artículo 3-d de la Ley 7/2006 sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía.

El citado artículo 3-d menciona expresamente la prohibición de "la venta o dispensación de bebidas alcohólicas por parte de los establecimientos de hostelería o de esparcimiento, para su consumo fuera del establecimiento y de las zonas anexas a los mismos debidamente autorizadas".

El Consistorio conileño también ha clausurado temporalmente los bares El Adán, por funcionar con las puertas y ventanas abiertas, y el Ananda, por carecer de licencia de apertura. Los dos locales está ubicados en la calle Tomás Borrego, en el caco antiguo de la localidad.

Los autoridades municipales han decretado la suspensión temporal de las autorizaciones a esos locales y no descarta imponer sanciones económicas con cuantías que podrían oscilar entre los 301 y los 24.000 euros.

La concejala de Seguridad, Pepa Amado, repetía ayer las declaraciones realizadas tres semanas atrás: "Los responsables de los establecimientos son conocedores de las normas y la Policía Local tiene la orden para que levante acta de todos los incumplimientos". Dicho y hecho.

"Con estos cierres pretendemos evitar que este tipo de actuaciones se sigan produciendo", subrayó Amado antes de insistir, al igual que hace tres semanas, en que la medida se adopta "para garantizar en la medida de lo posible la tranquilidad de los vecinos y su calidad de vida".

El centro de Conil está declarado zona saturada y hay restricciones en los horarios de los establecimientos de copas, pero una localidad que triplica su población en verano se topa con las dificultad de hacer compatible el derecho al descanso y a la diversión. Amado reconoció que quizás este año "hay más problemas".

El pasado mes de julio, el consistorio conileño cerró de manera temporal las discotecas Sala Avalon y El Kaché (ambas en la zona de la Atalaya) y el bar El callejón de la arena (calle Ancha). Dos de ellos permitían el consumo fuera de las instalaciones y uno de ellos incumplía el horario de cierre.

Los tres ya han reabierto sus puertas después de subsanar las anomalías por las que fueron clausurados, confirmó ayer la concejala de Seguridad.