La plantilla de Navantia Puerto Real ha celebrado esta mañana una asamblea junto a los tornos de la factoría para protestar por la falta de contratos de construcción naval. La presidenta del comité de empresa, Marga Forné, ha reclamado a la empresa "un reparto justo" de la carga de trabajo ante los rumores que apuntan a una posible adjudicación de nuevos buques a los astilleros gallegos en plena campaña electoral.

"Nosotros somos los que estamos en peor situación. No tenemos contratos ni a corto ni a largo plazo", ha apuntado Forné en declaraciones a este periódico. En ese sentido, la presidenta del comité de Puerto Real ha señalado que "hay políticos que están intentando contentar a Galicia con dos AOR mientras que temen que a Puerto Real "se le intente vender el BAM-IS por tercera vez".

El AOR (Auxiliary Oiler Replenishment) es un barco logístico cuyo diseño se basa en el buque Cantabria, de la Armada Española. Precisamente, el pasado 31 de agosto se botó en El Ferrol el segundo y último AOR construido por Navantia para Australia.

Por su parte, el BAM-IS (Buque de Acción Marítima-Investigación Subacuática) es uno de los barcos que el Plan Estratégico de Navantia adjudica al astillero de Puerto Real. La empresa naval anunció el pasado mes de febrero que su comité de dirección aprobaría "en breve" el inicio de los trabajos de ingeniería, justo después de que se rompiera la negociación con Chantiers de l'Atlantique para construir bloques de cruceros. Sin embargo, no ha habido avances en el BAM-IS desde entonces.

El subdelegado del Gobierno ha citado al comité de Puerto Real el próximo 14 de noviembre para tratar el "incumplimiento del plan industrial" en respuesta al escrito presentado el pasado 11 de octubre. Para el comité, la reunión llega "tarde". "Ni siquiera sabemos si va a seguir en su puesto después de las elecciones", resalta su presidenta.

Pancarta colgada por el comité en las oficinas de Navantia Puerto Real.

Por otra parte, los trabajadores del astillero celebraron esta mañana otra asamblea dentro del astillero donde se informó del desacuerdo del comité de empresa con la política de incorporaciones. Al igual que en San Fernando, los representantes sindicales de Puerto Real critican la falta de transparencia a la hora de seleccionar los perfiles para las 50 vacantes que tiene este año la factoría puertorrealeña.

Carga de trabajo

Desde la entrega del último petrolero para Ibaizábal, la factoría gaditana no tiene ningún barco en cartera, salvo la construcción de varios módulos para el contrato de las corbetas que se está ejecutando en Navantia San Fernando. Además, en los próximos meses llegarán cinco cruceros para ser reparados, ante la falta de espacio en el astillero de Navantia Cádiz, según anunció la presidenta de la empresa pública, Susana de Sarriá, el pasado mes de julio. Precisamente, el primero de ellos llegó hace una semana al dique seco de Puerto Real.

La principal actividad de Puerto Real en estos momentos es la finalización de tres contratos relacionados con el negocio off-shore. En agosto celebró el acto de corte de la primera chapa de una plataforma para un campo petrolífero en Noruega. Asimismo, está enfrascada en la construcción de 20 soportes para el parque eólico marino Moray Firth Offshore East, y en la estructura de un molino flotante para el campo Kincardine, ambos en Escocia.

Con estos encargos, Puerto Real cuenta con carga de trabajo durante algo más de un año para más de 3.000 trabajadores, según resaltó el director del astillero Bahía de Cádiz, Javier Herrador, en agosto. Sin embargo, los representantes sindicales han insistido en numerosas ocasiones en la infrautilización del astillero, que cuenta con uno de los mayores diques secos de Europa.