-¿Cómo ha sido la gestión de cinco años de obras de ampliación?

-La gestión ha sido de cinco años de continua obra. Hacer un aeropuerto dentro de otro aeropuerto que ya funcionaba ha requerido crear mil historias para atender a la gente. Por ejemplo hemos tenido que inventar sistemas para facturar en salidas porque habíamos eliminado los mostradores. Una empresa nos ayudó a crear una solución para que la cinta de recogida de equipajes se utilizara como cinta de facturación. Los pasajeros, gracias a Dios, eran conscientes de que lo que estábamos haciendo era mejorar la infraestructura y no se han quejado. Han sido cinco años muy intensos, de noche y día... He vivido esto 24 horas.

-El plan comenzó en plena ebullición de vuelos, con colas en los mostradores y los touroperadores quejándose porque no tenían donde aparcar sus autobuses.

-Sí, el aeropuerto no podía seguir como estaba. Había que ampliarlo. Hicimos el aparcamiento nuevo pensando en la futura estación de tren con 500 plazas. El aparcamiento de autobuses; el de vehículos de alquiler... Ahora tenemos 2000 plazas. Los taxis tiene una parada digna, cubierta. Los taxistas en los aeropuertos le ponen pintadas al director. A mí me regalan una cesta de Navidad, lo cuento porque es curioso. Hemos prometido cosas y se han hecho. En la infraestructura hemos ampliado la plataforma estacionamiento, la rodadura de la pista, que aumenta la capacidad de pista para los aviones, la instalación eléctrica íntegra. En cinco años hemos hecho un aeropuerto nuevo, sobre uno antiguo, pero uno nuevo. Son 80 millones de inversión por parte de Aena, 100 si sumamos lo que ha invertido el Ministerio de forma adicional. En obras le hemos dado la vuelta entera al aeropuerto. Ahora tiene capacidad para atender a más de tres millones de pasajeros al año, el triple de lo actual.

-Hay una obra que ha sido demandada, a veces con tintes políticos, que es la ampliación de la pista de aterrizaje. ¿Es necesaria, desde un punto de vista técnico, esa obra?

-Técnicamente no es necesaria. No quiere decir que un futuro cuando la demanda y el tráfico sea con aviones más grandes y de más distancia haya que ampliar. Así lo contempla el nuevo plan director. La pista actual admite cualquier tipo de vuelos, en ciertas condiciones, pero cualquier tipo. La pista se ha dejado para el final porque no tiene sentido tener una pista enorme y no tener una terminal adecuada o unos aparcamientos adecuados. Lo mismo con la plataforma y la rodadura. Se han hecho las cosas de dentro a fuera.

-El polo aeronáutico arranca aunque con algunos años de retraso. ¿En qué estado deja este plan?

-Va a un buen ritmo. A la primera empresa ya se le concedió una parcela, a Atlántica de Composites, que está construyendo su nave. Ahora el proyecto está en proceso de urbanización. Esperamos que a finales de verano esté urbanizada la primera de las tres fases. Otro problema que teníamos era el suministro eléctrico. Aquí la electricidad es escasa. Teníamos que firmar un convenio con Endesa y con el Ayuntamiento de Jerez para solucionar este aspecto. Había que hacer un centro de transformación fuera del aeropuerto y preparar las líneas hasta el polígono agroalimentario. Ya se está haciendo.

-¿Por qué Aena se implica en este proyecto, y cuál es su papel?

-El aeropuerto debe dinamizar la economía del territorio a través de los medios que tenga. Nosotros teníamos un millón de metros cuadrados que le podían venir muy bien a la provincia. Atlántica va a emplear a 100 personas, todos técnicos cualificados. Es el principio de algo grande. La aeronáutica está en auge. Tenemos espacio. Aena urbaniza y alquila los terrenos. Ahora colaboraremos con la Junta para que el tecnoparque pueda dar el salto y lleguen más clientes. Hemos tenido varias visitas con clientes extranjeros, nosotros nos hemos vendido muy bien, esperemos que en el futuro puedan ir llegando más. Los interesados deben decidirse por Sevilla o por Jerez o El Puerto. Aerópolis tiene 500.000 metros cuadrados y aquí hay un millón, en una provincia con problemas de suelo. Estoy muy contento con esto. En el espacio donde antes había ganado ahora vamos a tener industria.

-Su gestión también ha estado marcada por la excepcional crisis de tráfico, que han devuelto la actividad a niveles de mediados de 2005, cuando usted llegó.

-Llevábamos un ritmo de crecimiento de un 15% anual, desde 2005 a 2008 pasamos de un millón a 1,7 millones. La crisis del turismo, sobre todo inglés y alemán, ha hecho que lo perdiéramos todo. Ahora lo estamos recuperando, ya tocamos fondo hace un año.

-¿Cómo han vivido el desplome?

-Con una preocupación tremenda porque no teníamos la herramienta para cambiar esa situación. Perdíamos y no podíamos frenar aquello. Nadie podía.

-No sólo se han perdido rutas, sino que se ha producido la retirada de aerolíneas como Spanair.

-Lo de Spanair fue una estrategia de compañía. Se fueron de aquí no porque tuvieran pérdidas, sino por estrategia de reducir aviones e ir a otro sitio. El vuelo con Bilbao iba lleno cada día. Otros también. Es una decisión que tomaban las empresas. Lo vivimos mal, con angustia, tener un aeropuerto grande, cómodo, bonito, y ver como ciertos clientes deciden no venir. No venían por la crisis, ahora volverán.

-¿Están apostando las aerolíneas por aeropuertos grandes, por centralizar el tráfico en estos puntos, en detrimento de pequeñas terminales como Jerez?

-A nosotros nos cuesta más trabajo recuperarnos porque vivíamos del turismo de costa. Ahora está volviendo. Este verano va a ser bueno.

-¿Han mantenido contacto con las aerolíneas durante esta crisis?

-En el caso de Spanair hubo contacto con ellos, no sólo nosotros sino también las administraciones locales. Nosotros somos los propietarios de las infraestructuras, pero esto depende de las compañías aéreas. La capacidad de maniobra es muy restringida, nuestra labor es que el aeropuerto esté bien.

-Hay expertos que reclaman que Aena debe tener más capacidad comercial para reflotar situaciones como la de Jerez. ¿Qué opina?

-Se hacen algunas cosas. Hay aeropuertos que han rebajado servicios de navegación aérea y tasas, después está la mejora de las infraestructuras, se va a ferias internacionales de promoción donde se presentan estudios de mercado con rutas que pueden tener potencial desarrollo comercial. Dentro de lo que se puede hacer, se hacen cosas. También se está en contactos con las entidades de promoción. Pero aquí la que decide es la compañía aérea, según sus criterios comerciales. Ahí no podemos entrar.

-¿Puede ser que el aeropuerto creciera por encima de la realidad del mercado y de sus posibilidades, es decir, quizás Jerez no puede mantener tres rutas con seis vuelos diarios a Madrid?

-Creo que todas las rutas eran rentables. No se vieron aquí vuelos vacíos. La provincia tiene que tener un despertar en el negocio turístico. Tenemos que tener la conciencia de que somos una potencia. Cuando he hablado con los empresarios se lo he dicho. Las posibilidades son enormes y hay que pelear por eso. Hay que mirar la industria del turismo como la más importante, la que generará empleo y riqueza. Es mi opinión. Aena, Fomento, ha hecho sus deberes por adelantado y con nota alta en Jerez.

-¿Hasta qué punto influye el que el aeropuerto esté situado en un núcleo de población relativamente pequeño, como es Jerez/Bahía de Cádiz/Costa Noroeste?

-Es un factor a tener en cuenta, pero nuestro aeropuerto está enfocado hacia el potencial turístico de la provincia, es por ahí por donde tenemos que remontar.

-¿Hay signos de recuperación?

-Sí, sí, sí. Lo que tenemos para el verano es bueno. Hemos tocado fondo hace dos años, con pequeña recuperación. Frenamos las caídas grandes. Tardaremos años en recuperarnos, pero tenemos la esperanza y estamos convencidos de que podamos hacerlo. Si Aena ha invertido aquí es porque está convencida del potencial de Cádiz.