Provincia de Cádiz

Absueltos del accidente de una mujer que perdió 3 dedos al picar carne

  • La víctima, empleada, dijo que en la tienda no le enseñaron el manejo de la máquina

El Juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz ha absuelto a tres responsables de una tienda de alimentación ubicada en Paterna en la que una empleada perdió tres dedos cuando estaba picando carne en una máquina. La sentencia afirma que no consta que la víctima conociese que la máquina disponía de bandeja de entrada de la carne y de empujador, dos piezas de seguridad, pero que sí era conocedora del mecanismo cortante de la picadora y que había llegado a limpiar las cuchillas de su interior.

El juez estima que no hubo omisión de información a la empleada sobre las medidas de seguridad que debía emplear y exculpa a los dueños de la tienda y a un responsable del establecimiento de un delito contra los derechos de los trabajadores y de otro de lesiones por imprudencia. El fiscal solicitó en el juicio 2 años de prisión, 20 fines de semana de arresto y que los procesados indemnizasen a la víctima con 20.000 euros. La acusación particular, penas que van de 3 años y 8 meses a 5 años y 9 meses de prisión y una indemnización de 16.523 euros por días de incapacidad, 543 por días de hospitalización y 150.000 por secuelas.

El accidente ocurrió hace más de siete años: el 24 de julio de 2001. La víctima atendía la zona de la carnicería del establecimiento en el que trabajaba desde hacía poco tiempo. La sentencia explica que como tenía que picar carne, puso en marcha la máquina pero no colocó la bandeja para la entrada de la carne sobre la que debía actuar el empujador. Así, comenzó a introducir la carne en la máquina y, por motivos no aclarados, afirma la resolución, la empleada acercó la mano a las cuchillas hasta el punto de que éstas la engancharon y la arrastraron hacia adentro. La mujer sufrió lesiones graves: amputación de tres dedos de la mano izquierda y fracturas en otros dos.

El juez señala que la víctima no puede alegar falta de información sobre los riesgos de la máquina porque conocía "el poder destructivo que frente a una sustancia blanda, como es un tejido muscular, tenía una máquina cuya razón de ser era precisamente cortar y triturar tales tejidos.

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