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Los rebeldes pierden terreno mientras los aliados meditan armarlos

  • Gadafi ha recuperado los enclaves de Brega, rico en petróleo, y Ras Lanuf, con importantes refinerías de crudo.

Los rebeldes libios continúan  perdiendo terreno mientras los miembros de la  coalición internacional que intervienen en el país continuaron  discutiendo sobre la posibilidad de abastecerles con armamento. 

Los opositores al líder Muamar al Gadafi perdieron los  enclaves de Brega, rico en petróleo, y Ras Lanuf, que cuenta con  importantes refinerías de crudo, según informaron medios de  comunicación. En Ajdabiya, 80 kilómetros al este de Brega, los  civiles comenzaron a abandonar la ciudad con sus pertenencias. 

La organización de derechos humanos Human Rights Watch aseguró por  su parte que las fuerzas leales a Gadafi colocaron minas contra los  rebeldes.  La OTAN asumió este miércoles por su parte de forma oficial el control de  todas las operaciones militares internacionales en Libia. 

Entretanto, en el seno de la coalición internacional continuaron  surgiendo diferencias en torno a la posibilidad de abastecer de armas  a los rebeldes, que el martes solicitaron esta medida durante la  conferencia celebrada en Londres. 

Al igual que hiciera el martes el presidente estadounidense,  Barack Obama, el primer ministro británico, David Cameron, dejó la puerta abierta a una posible entrega de armas a los insurgentes.  "No lo descartamos (entregar armas) pero aún no tomamos la decisión",  dijo el premier británico. El gobierno de Reino Unido expulsó además  a cinco diplomáticos libios ante el miedo de que suponga una  "amenaza" para la seguridad nacional. 

El gobierno de Italia, por su parte ratificó su negativa a  entregar armas a los opositores a Gadafi. "Dar armas a los rebeldes  sería una medida controvertida y extrema que seguramente dividiría a  la comunidad internacional", afirmó el portavoz del Ministerio de  Relaciones Exteriores en Roma, Maurizio Massari, en una entrevista de  radio. 

También Rusia rechazó esta medida aunque por primera vez pidió un  cambio de liderazgo en Libia. "Está claro que debe haber otro  liderazgo, uno democrático", dijo el ministro de Asuntos Exteriores  del Kremlin, Serguei Lavrov, quien puntualizó que deben ser los  libios quienes decidan ese cambio, sin intromisiones desde el  exterior. 

Y desde la Liga Árabe, uno de sus funcionarios de alto rango,  Hesham Youssef, rechazó que la resolución 1973 respalde la entrega de  armas a la oposición libia. "Nuestro objetivo es proteger a los  civiles, no inmiscuirnos en asuntos internos libios", apuntó. 

El presidente chino, Hu Jintao, criticó por su parte la  intervención militar internacional en Libia. "Si las acciones  militares llevan el desastre a los civiles y causan una crisis  humanitaria, entonces éstas van contra el propósito de la resolución  de Naciones Unidas", dijo Hu, que respaldó los esfuerzos de los  enviados de la Liga Árabe, la Unión Africana y Naciones Unidas para  buscar una solución diplomática al conflicto. 

Por otro lado, en Francia surgieron informaciones según las cuales  el Ejecutivo galo no rompió todas las relaciones con Gadafi. El ministro  de Exteriores libio, Mussa Kussa, se reunió con funcionarios del  gobierno francés en un hotel de la isla vacacional tunecina de  Djerba, el ministro.  Al parecer, Kussa llegó el lunes a Túnez a través del paso  fronterizo de Ras Jedir, en una visita calificada de "privada" por el  Ministerio de Exterior tunecino. 

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