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Rasmussen descarta la instalación de bases militares de la OTAN en Libia

  • El secretario general de la OTAN advierte a Siria de que lo ocurrido en Libia es "un mensaje para el mundo entero para que no se ignore la voluntad del pueblo"

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha descartado la posibilidad de que la alianza instale bases militares en Libia y ha insistido en que la defensa del país compete únicamente a las nuevas autoridades.

En una rueda de prensa ofrecida en Trípoli, ciudad a la que llegó este lunes en una vista no anunciada, el responsable danés insistió en que la alianza internacional simplemente "ha ejecutado una misión que le encomendó la ONU" y que a partir de ahora la seguridad solo compete a las nuevas autoridades.

"La OTAN ha ejecutado una misión que le fue encomendada por Naciones Unidas para salvar vidas civiles. Esa misión acaba este lunes por la noche. A partir de ahora, los libios deben trazar su porvenir y desde mañana, serán las nuevas autoridades las encargadas de las operaciones de seguridad", señaló.

Rasmussen precisó, no obstante, que la OTAN queda a disposición de los nuevos responsables libios para cualquier tipo de colaboración futura.

La OTAN inició el pasado 27 de marzo una polémica misión militar en Libia, que ha sido esencial para el triunfo de los rebeldes y el derrocamiento y muerte de Muamar el Gadafi, el líder árabe que más tiempo llevaba aferrado al poder.

La intervención, llamada Protector Unificado, fue diseñada bajo el argumento de proteger a la población civil pero ha costado cientos de millones de euros y se ha visto envuelta en diversas polémicas.

En este sentido, Rasmussen indicó que aunque la misión de la OTAN finaliza este lunes por la noche, se mantiene en vigor el embargo de armas decretado por la ONU y que cualquier decisión a este respecto concierne únicamente al Consejo de Seguridad.

Pese a ello, la OTAN está dispuesta a establecer "una relación de partenariado" con las nuevas autoridades libias, similar a la que mantiene con otros países árabes, precisó.

"Somos conscientes de los desafíos a los que hacen frente las nuevas autoridades, que serán grandes y numerosos", pero "mantenemos la confianza en la capacidad del Consejo Nacional de Transición. El futuro de Libia es más claro y está en manos de los libios", subrayó.

Sobre la posibilidad de que en Libia exista armamento considerado no convencional, Rassmusen dijo que la alianza no tiene información precisa a este respecto, pero que en cualquier caso compete a las nuevas autoridades del país "la búsqueda y destrucción de este tipo de armas".

"Lo sucedido en Libia debe ser tomado con un mensaje al mundo entero"

Por otro lado, el secretario general de la OTAN excluyó, además, cualquier intervención militar de la Alianza en Siria, contra cuyo régimen, no obstante, sí hizo una condena por proseguir con su "política represiva".

Rasmussen manifestó que "una intervención de la OTAN en Siria queda totalmente excluida; no tenemos ninguna pretensión en tal sentido". Sin embargo, Rasmussen envió a las autoridades de Damasco algo parecido a una velada amenaza cuando señaló que todo lo que ha sucedido en Libia desde el comienzo de la revuelta contra el régimen de Muamar el Gadafi, el pasado 17 de febrero, hasta su captura y muerte a manos de milicianos rebeldes, el pasado 20 de octubre, debe ser considerado como "un mensaje para el mundo entero".

"Lo sucedido en Libia debe ser tomado como un mensaje al mundo entero para que no ignore la voluntad de los pueblos", subrayó el secretario general aliado. En este sentido, recalcó que todos los regímenes y gobiernos del mundo deben tener en cuenta las aspiraciones de los pueblos y trabajar por la instauración de la democracia.

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