Las autoridades ucranianas anunciaron que han evacuado a 321 personas de la ciudad rebelde de Lugansk, que se encuentra completamente bloqueada por las fuerzas gubernamentales y que carece de suministro de agua y luz. El Ejército ucraniano creó el pasado lunes, según Kiev, un corredor verde para sacar a la población de Lugansk, pero las autoridades ucranianas acusan a los rebeldes prorrusos de impedir que se garantizase su completa seguridad.

Según un portavoz militar ucraniano, Alexéi Dmitrashkivski, en las últimas 24 horas habrían abandonado Lugansk 139 mujeres, 174 hombres y 9 menores de edad a bordo de 95 coches con destino a la localidad de Chastie, bajo control ucraniano. Las autoridades señalaron que esperan que, a través del corredor, abierto de 10 de la mañana a 6 de la tarde, miles de personas puedan abandonar la zona en los próximos días.

Según el Ayuntamiento de Lugansk, más de un centenar de civiles habrían muerto en la ciudad, la gran mayoría desde principios de julio y tres de ellos en las últimas 24 horas. El alcalde de Lugansk, Serguéi Kravchenko, aseguró el sábado que el corredor humanitario no funcionaba y pidió a ambas partes en conflicto un alto el fuego para permitir que la población abandone la capital regional. "La ciudad se encuentra al borde de una catástrofe humanitaria. No hay suministros y las reservas se han agotado. No hay luz, ni agua, ni comunicaciones, ni internet", aseguró.

Además, "no hay ni gasolina, ni gasóleo, ni gas", no salen los trenes y "no hay cómo poner en marcha ambulancias, servicios comunales, equipos de emergencia, transporte público, los coches que reparten el pan y otros alimentos". Debido a la ausencia de suministro eléctrico, los productos alimenticios almacenados "se han estropeado" irremediablemente, y es casi imposible obtener agua embotellada. A finales de julio, la ONU señalaba que en el conflicto iniciado a mediados de abril en el este de Ucrania habían muerto 1.129 personas y que los desplazados eran más de cien mil.