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Iconica Sevilla Fest

Nile Rodgers: "En España a la gente todavía le gusta ver a músicos tocando realmente en directo"

  • El miércoles llega a Sevilla Nile Rodgers para ofrecer un concierto incluido en la programación de Icónica Sevilla Fest, al frente de la formación actual de su mítica banda Chic

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Nile Rodgers & Chic

Nile Rodgers & Chic / Angel Studios

Pocos músicos han navegado con éxito por la cultura popular con la habilidad y la altanería de Nile Rodgers, al que podremos ver en directo en Sevilla con la actual formación de Chic, la mítica banda que formó con Bernard Edwards en la década de los 70. El día 12 estarán en la Plaza de España, en una de las jornadas más brillantes de esta tercera edición de Icónica Sevilla Fest. Con ese motivo acordamos con Rodgers una entrevista, que resultó demasiado corta por las restricciones de su manager americana, así que la centramos en lo que nos ofrecerá aquí.

Desde que Chic saltó por primera vez a las listas de éxito con Dance, Dance, Dance en 1977, su producción ha generado casi mil millones de euros en ventas de discos, gracias a canciones como esa o Le Freak y Everybody Dance, que es el trío de ases con los que abre los conciertos de la gira que le trae a nuestra ciudad. Recuperan también otras canciones de las que Rodgers ha formado parte en algún momento ya sea en su composición, producción o interpretación; canciones de David Bowie, Madonna, Diana Ross o Sister Sleedge. “Va a ser uno de esos conciertos a los que llamamos All Killer And No Filler”, asentó Rodgers desde el principio de la charla. Un concierto perfecto, en el que todas las canciones son buenas y no se le puede añadir nada más, que eso es lo que significa la expresión en inglés utilizada. “Todo el mundo reconocerá todas las canciones. Añadiremos algunas cosas al show, obviamente, porque acabo de ganar dos Grammys por la canción de Beyoncé -Cuff It ha sido premiada este año como la mejor canción R&B- y también otra de Daft Punk, porque soy el único compositor o colaborador que compuso tres canciones para su disco Random Access Memories; como es su décimo aniversario y he estado en París rodando unas cosas para el especial que lo conmemora, sentí que tenía que añadir una de sus canciones”.

Esta variación en el repertorio sobre los conciertos que ofrece en los Estados Unidos responde también a otro aspecto: “No será exactamente el mismo setlist porque en Europa, especialmente en España, a la gente todavía le gusta ver a músicos tocando realmente en directo, así que tenemos la oportunidad de tocar más. Recuerdo la primera vez que tocamos en este país, que la gente se volvió loca; aparentemente el público no nos conocía, pero se volvieron todos locos, cantando oeee oe oe oeeee -lo canta él también- media hora después de que hubiésemos terminado. Sabemos que en España al público le gusta ver a gente tocando, por lo que haremos un setlist distinto con vibraciones distintas. Pero son canciones que todo el mundo conoce”.

Nile Rodgers se ha referido al disco de Daft Punk que roció con polvo de hadas, en homenaje a un mundo analógico vintage, y se convirtió en el catalizador de su propio resurgimiento, treinta años después de la disolución de Chic. El paso a productor full time con el Let’s Dance de Bowie pensaba yo que habría sido un gran cambio. “No -se reía-, porque una vez más, todos los músicos que grabaron ese disco venían de mi lado; eran mis chicos y David no conocía a ninguno. Solo me conocía a mí y había oído hablar del ingeniero de sonido. Había visto tocar a Stevie Ray Vaughan en el festival de jazz de Montreux, pero no le conocía. Ni a los demás, Omar Hakim, Robert Sabino, Tony Thompson, a ninguno; básicamente eran de Chic, o lo habían sido en algún momento”.

"Cuando tocas pop siempre tocas lo mismo una y otra vez y eres como un esclavo, mientras que cuando tocas jazz eres libre"

El resurgimiento de 2013 trajo consigo la vuelta de Chic, con Rodgers como único factor común de una banda en la que faltaba su otro pilar porque Edwards falleció en 1996. Pero se rodeó de un plantel que apenas ha variado desde entonces. Quise conocer si serán ellos también los músicos que le acompañarán aquí. “Sí, sí; la banda es la misma. Es curioso, el otro día estuve hablando de eso con Alice Cooper; nosotros tocamos totalmente en directo, no usamos pistas pregrabadas ni Pro Tools. Y la mitad de los motivos por lo que tenemos esta energía y compenetración es porque somos los mismos desde hace mucho tiempo; es mi banda desde hace 20 o 25 años. De vez en cuando cambias a una persona por lo que sea, porque tengan que irse; pero me gusta mantener una banda consistente. Somos como una familia donde todos nos llevamos bien y eso es genial”.

Una familia de músicos increíbles a los que Rodgers otorga su propio espacio bajo los focos, tanto si es en un estremecedor solo del saxo tenor de Dan Moretti, un magistral vibrato de la trompeta de Don Harris, o la demostración en primera línea de las voces portentosas de Kimberly Davis y Audrey Martells, que van más allá del glamour. Jerry Barnes es el bajista, aunque esa palabra realmente no capta su relación simbiótica con su instrumento; Ralph Rolle se gana con creces el sueldo en la batería y también poniendo su voz al servicio del irresistible Everybody Dance; completan el elenco Richard Hilton y Russell Graham en los teclados, este último emulando también a Bowie cuando recrean Modern Love. Y como líder y maestro de ceremonias Nile Rodgers, haciendo uso de esa varita mágica con la que no cesa de lanzar hechizos, que es la guitarra que llama The Hit Maker, la misma Fender Stratocaster que, con algunas modificaciones, le acompaña desde que la encontró en una casa de empeños de Miami y relevó con ella a la Barney Kessel que usaba, de peor sonido a pesar de su sofisticación. Con él hablé también de su capacidad como guitarrista. “Creo que mi estilo de guitarra es como la mano derecha de un piano. Y luego hago versiones, cambio cosas; lo hago emocionante para mí mismo cada noche. El otro día vi una entrevista a Wynton Marsalis, y decía que lo mejor de tocar jazz, comparado con tocar música pop pura y dura, es que cuando tocas pop siempre tocas lo mismo una y otra vez, y decía que esas personas son como esclavos; mientras que cuando tocas jazz eres libre. Escuche mi música: no puedo ni tocar lo mismo que en el show de la noche anterior porque va a ser distinto. Tengo una mentalidad de jazz, así que cada noche toco las canciones de forma diferente, aunque sean las mismas, y esto es por mis antecedentes jazzísticos”. Y aquí tuvimos que dejarlo; tempus fugit.

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