Las vacaciones después de la pandemia del Covid

De veraneo por la costa de la Janda

  • Empresarios y Consistorio de Conil mantienen una campaña para garantizar que es un destino seguro

Las calles del casco antiguo de Vejer se muestran cada día llenas de turistas.

Las calles del casco antiguo de Vejer se muestran cada día llenas de turistas. / D.C.

La nueva realidad se abre camino, y con ello el ingenio de ayuntamientos y empresas privadas para seguir atrayendo turismo a la comarca de la Janda.

Consistorios como Vejer, han emprendido una apuesta por la cultura como atrayente de un turismo familiar y que puede aprovechar el importante número de plazas hoteleras para pernoctar en el municipio o disfrutar de la variada oferta gastronómica que ofrecen los bares y restaurantes repartidos por todo el casco urbano.

Lo último que se ha presentado por parte de la Delegación Municipal de Cultura, que dirige la teniente de alcalde, Francisca Sánchez, ha sido la programación cultural de verano, que incluye una actividad nocturna en el Museo de Historia y Arqueología dirigida a niños y jóvenes. Será el próximo sábado 31 de julio a partir de las 22.00 horas con aforo limitado.

Esta jornada nocturna incluye un taller de arqueología para niños de 4 a 7 años y un escape room para los más jóvenes, quienes tendrán que superar diferentes pruebas para escapar del propio museo.

Pero, también se piensa en ampliar la oferta a otros meses fuera del verano, con propuestas como ‘Vina Vejer’, un evento vinícola que une la pasión por los vinos de la provincia de Cádiz con la gastronomía del municipio y actividades culturales.

Un evento que se celebrará en Vejer del 28 de octubre al 1 de noviembre, y en el que participarán bodegas de la provincia de Cádiz junto a restaurantes del municipio con la intención de unir la enología, resaltando los vinos de Cádiz,  con el sabor de la gastronomía y el placer de disfrutar turísticamente del municipio.

De este modo, se combinará durante esos días jornadas vinícolas en distintos restaurantes con actividades culturales en torno a la obra de José Zorrilla ‘Don Juan Tenorio’, así como exposiciones, conferencias y mesa redondas.

Precisamente en Vejer se está llevando a cabo durante los meses de julio y agosto una prueba piloto que pretende cambiar las pautas de movilidad de sus vecinos y visitantes. Se trata de patinetes eléctricos que, de momento, de manera gratuita, permite el desplazamiento de un punto a otro de la localidad para evitar el uso del automóvil.

La iniciativa está en un continuo proceso de mejora, ya que han sido muchos los problemas que se han generado en los primeros días, ya que ha sido el público más joven, he incluso niños, los que han comenzado a utilizar este medio de transporte, cuando su cometido es que sea utilizado por personas mayores de edad, y sobre todo trabajadores del sector de la hostelería para acudir a su empleo sin utilizar vehículos.

También en Vejer se ha ampliado la denominada Zona Verde, que trata de beneficiar al residente de un determinado barrio para que tenga un aparcamiento cerca de su casa desde las 20.00 horas de la tarde, a las 8.00 horas de la mañana del día siguiente.

El resto de la jornada puede ser utilizado por cualquier vecino o turista. La única salvedad es que debe retirar el vehículo antes de las 20.00 horas, ya que de no hacerlo le puede ser impuesta una sanción administrativa.

En otros municipios como Conil, han vivido en las últimas semanas una incertidumbre sobrevenida por el aumento de contagios por la Covid-19 y que hizo superar el umbral del millar de positivos por cada 100.000 habitantes, aunque esa cifra ya está por debajo de ese límite que hubiese provocado un toque de queda desde las 2.00 a las 7.00 horas, que finalmente no se aplicará.

Unos datos que han saltado al ámbito informativo nacional, y que “han hecho mucho daño a la imagen del municipio”, según ha apuntado su alcalde, Juan Bermúdez. El propio Ayuntamiento, había emprendido una campaña de promoción en la que se asegura que ir a Conil, alojarse, comer, comprar y disfrutar de esta localidad “es seguro”, ya que solo “hay que hacer uso de la responsabilidad individual y cumplir con las medidas higiénico sanitarias establecidas, al igual que se hace en los lugares de origen de los visitantes que han elegido este destino vacacional.

Eso no ha quitado, que se hayan tenido que tomar algunas medidas más contundentes, como la obligación del uso de la mascarilla en las zonas donde se concentra mayor número de personas, como es el casco antiguo, o desalojar las concentraciones que tuvieron lugar hasta hace unos días en la playa urbana de Los Bateles y La Fontanilla.

Conil, también ha apostado por los deportes, ya que los vientos que azotan esta zona son aprovechados para aprender y practicar deportes de agua y de viento como el surf, paddle, kayak, wind, kite, es solo “cuestión de saber aprovechar los momentos”, según apuntan desde el portal de Turismo de la localidad.

Precisamente la belleza que supone una puesta de sol, es el atractivo por el que apuesta el Ayuntamiento de Medina Sidonia. Cada jueves, se organiza una subida al castillo, que se complemente con una programación variada para refrescar el verano.

Medina Sidonia, al igual que otras localidades del interior de la comarca de la Janda como Paterna de Rivera, Benalup-Casas Viejas y Alcalá de los Gazules han apostado por abrir sus piscinas municipales, unas gestionadas directamente por los ayuntamientos y otras atendidas por personal de una empresa adjudicataria de su control y mantenimiento.

Unos servicios que son demandados sobre todo los fines de semana donde la asistencia a las playas se complica más, por un lado por la alta presencia de usuarios y otras por las largas colas que hay que padecer para llegar a ellas o para regresar a los puntos de destino.

El municipio de Vejer acoge un proyecto piloto de movilidad sostenible con patinetes

El gran punto negro que tiene la comarca de la Janda se centra a la altura del kilómetro 36,200 de la carretera nacional N-340, conocido como “cruce de Castro”, y que une esta vía con la carretera autonómica A-396 Medina – Vejer, que es el punto de entrada y salida del interior de la provincia con la costa jandeña.

Las colas que se producen sobre todo, durante los fines de semana han llegado a ser kilométricas, reduciéndose en parte esta incidencia con la colocación de conos que obligan a los conductores que vienen de Medina a acceder a la nacional 340 en dirección a Vejer y tomar las rotondas que conectan con la autovía A-48, tomando desde ahí dirección a Conil, El Palmar, Zahora y Los Caños, o tomando la dirección inversa para poder acceder a la comarcal A-314 Vejer – Barbate para llegar a esta localidad o a Zahara de los Atunes.

Para la mayoría de los negocios que se encuentran abiertos, tanto en los casos urbanos, como en la franja litoral, el presente verano se está presentando mejor que el pasado, ya que son muchas las ofertas de empleo que se registran en las redes sociales buscando cocineros, ayudantes de cocina, camareros y limpia platos, entre otros puestos.

También han sido muchos los comercios que se han reformado, o que han cambiado de dirección, ofreciendo platos propios que cuentan con productos propios de la comarca como las carnes de caza, el retinto, el pescado y las verduras y hortalizas de la huerta jandeña que se recogen cada en cada jornada y salen a subasta las pocas horas para llenar los mercados y grandes superficies de alimentación.

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