La crónica

La fortaleza de Vox marcará el sentido de los posibles pactos de Gobierno

  • España presenta un escenario a la danesa, donde es posible desde un Ejecutivo del PSOE con aliados independentistas a otros del PP con ministros de ultraderecha

España se parece un poco más a Dinamarca, al menos en la fragmentación de su futuro Congreso y en la necesidad de alianzas a dos y tres bandas, si no más, para poder elegir a un presidente del Gobierno. La irrupción de Vox en las pasadas elecciones andaluzas fue un anticipo de lo que ha ocurrido en éstas, pero a diferencia de lo que sucede en varios países nórdicos, los partidos conservadores y de centros no han establecido cordones sanitarios para rechazar a los ultranacionalistas españoles. Sí hacia el Partido Socialista. Cinco partidos, extendidos por todo el territorio, con unos porcentajes de apoyos de entre el 10% y el 30% llevarán este domingo a una situación inédita. ¿Cómo se resuelve?

Este domingo tienen derecho a votar 36,89 millones de españoles, pero los que residen en el país son 34,8 millones. El voto en el exterior, el llamado rogado, es casi un imposible. La participación que se calcula para hoy supera al 70%. Por encima del 75% es muy alta, pero tampoco conviene sacar conclusiones de este porcentaje general; sí de en qué cantidad se vota en los colegios que, tradicionalmente, lo han hecho por un partido u otro. Hasta ahora, en España la participación es menor en los distritos con menor renta.

También es importante desmarcarse de los sondeos. Todo puede suceder, el voto se emite hoy. Hasta ahora, las encuestas daban como partido más votado al PSOE, pero en los últimos días se han instalado la sensación de que los tres partidos del centro y derecha -PP, Ciudadanos y Vox- pueden alcanzar los 176 escaños. Si es así, gobernarían, pero incluso no está claro que eso llevase a un pacto a la andaluza. Si Vox fuese segunda fuerza, condicionaría la formación del Gobierno, querría ministros e, incluso, eso podría provocar una crisis en Ciudadanos.

Por otra parte, que los sondeos hayan dado al PSOE como primer partido tampoco es garantía de seguridad. Otra formación se puede colocar en este primer puesto. 

A continuación, explicamos algunas de las posibles alianzas:

Pedro en solitario con apoyos

El PSOE logra más de 130 escaños. A medida que esa cifra fuese creciendo, el socialista Pedro Sánchez tendría más posibilidades de formar un Gobierno en solitario, aunque necesitase apoyos externos entre Unidas Podemos y partidos nacionalistas e independentistas. Éste fue el punto de partida de Pedro Sánchez en esta campaña, aspiraba a gobernar como lo hizo Aldolfo Suárez, Felipe González en las últimas legislaturas o Aznar en su primera.

Si el PSOE sale con fuerza de este domingo, con un porcentaje de apoyos mayor del 31%, deberá contar con Unidas Podemos, PNV y, quizás una fuerza independentista, pero no con el partido de Waterloo, que se presenta con las siglas JxC. Aunque ERC, liderada por Oriol Junquera, sigue siendo independentista, se le supone que un resultado de estas características abriría una nueva fase de diálogo con el Estado con una renuncia a la vía unilateral. 

Para que un candidato salga elegido presidente en el Congreso en la segunda fuerza, sólo es necesario que sumen más los síes que los noes. El Congreso se constituye el 21 de mayo, a cinco días de las elecciones municipales. La primera de las votaciones puede celebrarse la segunda semana de junio. Si no hubiese acuerdo con el candidato propuesto por el Rey, se esperaría a agosto. 

Los Frankensteins y sus variaciones 

El PSOE es el partido más votado, pero poco alejado de los partidos conservadores. Un resultado inferior a 115 escaños complican mucho la gobernabilidad del país, aunque la alianza del centro y la derecha no sumen 176 escaños. Con apoyos menores del 29%, Sánchez tendría que armar otra alianza Frankenstein, construido con parte de formaciones diversas y diferentes.

Para comenzar, esta vez Pablo Iglesias y Unidas Podemos querrán entrar en el Gobierno. En una posición de debilidad, habría ministros de la izquierda radical. Pero, además, necesitaría otros apoyos. No todos los Frankensteins serían iguales, porque no es lo mismo tener que contar sólo con el PNV o ERC, que tener que recurrir al partido de Waterloo y a Bildu, heredera de Batasuna.

Supongamos que PP, Ciudadanos y Vox suman más de 170 escaños sin llegar a los 176, entonces en Frankenstein sería como el de estos últimos meses, la aprobación de los Presupuestos no estaría asegurada y España se adentraría en una nueva fase de inestabilidad.

Ciudadanos sale en rescate de Pedro Sánchez

La coalición de Gobierno entre Ciudadanos y el PSOE ha sido negada por el líder del primer partido, Albert Rivera. Pero supongamos que se dan dos situaciones extremas. El PSOE obtiene un resultado muy ajustado, y Vox es o la segunda fuerza de la derecha o la primera. Es decir, que el Congreso se debe debatir entre un Gobierno de Pedro Sánchez y otro liderado por Santiago Abascal o éste de vicepresidente de Pablo Casado. ¿Qué haría, entonces, Ciudadanos, cuya estrategia, en ese caso, se habría revelado como un desastre?

En ese caso, Ciudadanos podría entrar en una duda casi existencial. Pero también hay un escenario complicado para Albert Rivera, que el PSOE y Ciudadanos sumaran más de 176 escaños con el apoyo de un partido constitucionalista como Coalición Canaria.

Gobierno a la andaluza

El PP queda segundo, o primero, y necesita los apoyos de Ciudadanos y de Vox para que Pablo Casado sea investido presidente. En ese caso, la suma debe dar 176 escaños, porque ningún otro partido de la Cámara votará en el mismo sentido que Vox. 

Si el orden de importancia es PP, seguido de Ciudadanos y Vox, en tercera posición, Casado y Rivera intentarán la fórmula andaluza; es decir, dejar fuera del Gobierno a Santiago Abascal. Vox estaría ante la tesitura de apoyar a Pablo Casado o dejar que Sánchez gobierne con los independentistas.

El Gobierno azul y naranja podría aplicar su programa económico sin mayores problemas, y sólo tendría que transigir ante Vox en asuntos como la Ley de Memoria Histórica o la inmigración. Ciudadanos no aceptaría modificaciones de la Ley Integral sobre Violencia de Género.

Casado y Rivera aplicarían el artículo 155 de la Constitución para intervenir la Generalitat, pero si no tienen mayoría absoluta en el Senado, tendrán que esperar a que el PSOE cambie de opinión porque la situación catalana fuese más grave o recurrir a la intervención mediante la Ley de Seguridad Nacional.

Gobierno de derechas

El PP suma con Vox y Ciudadanos, es decir, se dan esos 176 escaños, pero Abascal queda muy cerca del PP o, incluso, lo supera. Si Vox se acerca a los 80 escaños, condicionará del todo el próximo Gobierno de España. Habría ministros de Vox, que aspira a las carteras que tiene la ultraderecha en Austria: Interior, Defensa y Asuntos Sociales, porque le permitiría discriminar la inimigración ilegal en los servicios. En ese caso, Ciudadanos entraría en crisis.

PP, Ciudadanos y Vox coinciden en sus políticas fiscales, los tres desean bajadas masivas de impuestos, pero Vox quiere privatizar parte del sistema de la seguridad social y que sea voluntario formar parte del de salud. Estos son objetivos de máximos, por lo que en lo económico no tendrían mayores problemas para sacar adelante un Presupuesto.

El problema residiría en los asuntos sociales y los derechos de las minorías. Ciudadanos, que pertenece a la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos, tendría problemas internos para sumarse a un Ejecutivo de estas características.

 

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