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Caso Corinna: la clave está en Villarejo

  • Implicaciones. Las grabaciones tienen varios puntos oscuros que sólo podrán ser aclarados con la comparecencia en el Congreso del director del CNI, el general Félix Sanz Roldán

Caso Corinna: la clave está en Villarejo

Caso Corinna: la clave está en Villarejo

José Villarejo es un comisario de Policía con cargos de responsabilidad en distintos gobiernos socialistas y del PP porque sabía moverse, como nadie, en las llamadas "cloacas" desde las que se prestan grandes servicios al Estado, aunque repugnen. Perdió sus apoyos oficiales cuando empezó una vida profesional paralela y utilizó sus importantes contactos en su propio beneficio. Tiene conexiones en el PSOE y el PP, a cuyos gobiernos sirvió, pero también apoyos entre jueces y fiscales de relevancia, empresarios, y periodistas. Entre estos últimos, cuenta con media docena de incondicionales siempre dispuestos a difundir las informaciones que les suministra. En unos casos porque le deben favores; en otros, porque esas informaciones, presentadas siempre como "exclusivas" fruto de investigaciones de los firmantes, suelen ser carnaza que devoran todos los medios porque atañen a personajes de la máxima relevancia.

El ex comisario -su último destino fue en el Ministerio de Interior de Jorge Fernández, donde se le vincula con las grabaciones en su despacho-, además de ponerse a las órdenes de las autoridades pertinentes para realizar su trabajo oficial, creó una serie de empresas que le permitían engrosar significativamente su nómina y que se dedicaban esencialmente a asesorar a personalidades de muy distinta profesión y categoría que tenían problemas que resolver. Problemas personales y profesionales. Es la razón de que las trazas de Villarejo se hayan advertido en muchos de los escándalos más sonados de la actualidad española, desde el caso López Madrid al del pequeño Nicolás, el ático de Ignacio González, los dineros no justificados de Granado y Marjaliza y hasta se cuenta en los mentideros que algo sabía el ex comisario de las cremas por las que Cristina Cifuentes acabó con su carrera política.

Grababa todos y cada uno de los encuentros que mantenía con aquellos que le pedían ayuda para solucionar sus problemas, a los que aseguraba que con la colaboración de sus importantes contactos podía solucionarles sus cuitas. Algunas de esas grabaciones aparecieron publicadas en medios de comunicación e irrumpieron de forma escandalosa en la investigación de varios de los casos más escandalosos de corrupción que se han dado en la historia de España.

chantajes y extorsiones

José Villarejo se encuentra en prisión provisional desde noviembre de 2017 por decisión de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, acusado, al igual que algunos de sus colaboradores, de blanqueo de dinero, cohecho y organización criminal. Se le considera un extorsionador que ha alcanzado a algunas de las figuras más relevantes de la sociedad española, aunque él siempre ha proclamado que es inocente y señala al CNI, y sobre todo a su actual director, el general Sanz Roldán, como el inductor de toda una operación de desprestigio contra él.

En esa trayectoria de extorsión, que hoy tiene como objetivo mostrar sus poderes a las más altas instituciones para conseguir así que se le ponga en libertad, no ha dudado en hacer llegar a las redacciones lo que se considera "munición" que demuestra que cuenta con grabaciones sin límite cuya publicación puede tambalear las estructuras del Estado. Ha grabado todos y cada uno de los encuentros que ha mantenido en los últimos veinte años, grabaciones que ha utilizado a conveniencia. En la mayoría de ellas sus interlocutores no sabían que estaban siendo grabados. Sí en otras, y se avinieron a dejarse grabar poniéndose de acuerdo con el ex comisario sobre su contenido.

Las publicadas estos días -que la mujer de Villarejo ofrecía desde hacía algún tiempo, como reconocen periodistas que no se atrevieron a publicarlas- apuntan de forma directa al prestigio del Rey Juan Carlos y, de paso, a la propia Monarquía. De hecho, ERC o Podemos no han dudado en exigir una comisión de investigación dando por bueno su contenido.

Recogen la grabación de un encuentro que mantuvieron en Londres la ex amante del Rey Juan Carlos Corinna Larssen -aunque ella se denomina, sin serlo, princesa Zu Sayn-Wittgenstein- con el ex comisario y con el ex presidente de Telefónica Juan Villalonga, cuya mujer es íntima amiga de Corinna. Según las informaciones, es Villalonga quien pone en contacto a Corinna con Villarejo, cuando la supuesta princesa le pide ayuda porque dice sentirse amenazada por el CNI. No podía encontrar Villarejo mejor aliada para su lucha contra el CNI y el general Sanz Roldán.

En la cinta, Corinna Larssen confiesa que el Rey Juan Carlos la utilizó como testaferro para poner dinero y propiedades a su nombre, cuya devolución exigió al romper su relación; dice que don Juan Carlos tenía una cuenta opaca en Suiza que regularizó a través de la amnistía fiscal y que además el Rey emérito cobró millones de dólares como comisionista de las obras del AVE Medina-La Meca.

La ministra de Defensa declaró públicamente que "no se puede chantajear al Estado" y el gobierno ha solicitado al Congreso de los Diputados la comparecencia voluntaria del director del CNI para informar sobre todo lo relacionado con las grabaciones publicadas y las acusaciones de Corinna de que es extorsionada por los servicios de inteligencia españoles.

LA COMISIONISTA

La comparecencia sería en la Comisión de Secretos Oficiales, que obligan a sus miembros a la confidencialidad más absoluta. No hay fecha fijada, lo que incomoda al director del CNI porque el retraso impide ofrecer datos que echarían abajo las acusaciones de Corinna Larssen, y además Podemos está empeñado en que no se convoque la comisión hasta que pueda acudir su portavoz Irene Montero, de baja por maternidad. Por otra parte el juez Diego de Egea, que lleva la causa abierta contra el ex comisario Villarejo y sus colaboradores, ha convocado al ex comisario a que el próximo jueves comparezca ante él para informar sobre el contenido de las grabaciones.

Son varios los puntos oscuros de esas grabaciones, y probablemente algunos de ellos podrían desentrañarlos Sanz Roldán en su comparecencia. El primero, que todos aquellos que conocen a Corinna aseguran que no conoce el idioma español como para expresarse de la forma en que lo hace en la grabación, de lo que se deduce que la grabación podía estar guionizada, que dice lo que le han indicado que diga. De hecho, si se escucha con atención se nota que hay partes que claramente son leídas.

Segundo y más importante, alguno de los dirigentes de la UTE de empresas españolas que construyeron la línea de alta velocidad Medina-La Meca -UTE entre las que se encuentran OHL, Indra y Talgo- afirman que en la operación intervino una conocida comisionista internacional, Shapari Zanganah, con un contrato firmado por la UTE y la Casa Real saudí, en la que se estipula la cantidad que iba a cobrar. Y dicen más: que Corinna efectivamente quiso ser comisionista, y así se lo pidió al rey Juan Carlos, que se negó a ayudarla. Comenta abiertamente uno de esos empresarios: "Ahí se produjo un problema entre ellos, porque Corinna sabía que con un telefonazo del rey Juan Carlos al rey saudí estaría hecho, pero don Juan Carlos se mantuvo al margen. Zanganah es una persona que conoce todo el mundo en este mundo de las contratas internacionales, no fue difícil ponerse de acuerdo con que fuera ella la intermediaria en la operación".

El caso de las grabaciones tendrá recorrido mientras no se produzca la comparecencia del director del CNI que, cree el gobierno, callará muchas bocas. Pero la rueda Villarejo continúa, seguirá ofreciendo carnaza a través de periodistas amigos: su obsesión es demostrar al gobierno que tiene "material" que puede hundir al Estado y que les convendría ponerlo en libertad antes de seguir dando más munición. Es la razón de que Margarita Robles advirtiera que el Estado no acepta chantajes.

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