El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha ratificado este martes que votaría no en una eventual sesión de investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Ha insistido en que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, debe "comprometerse en firme con Galicia" si quiere su voto para revalidar el cargo.

En un comunicado, Rego ha reiterado en un comunicado en que el secretario general del PSOE no tendrá "un cheque en blanco" de los nacionalistas gallegos. Así, ha señalado que el nuevo Ejecutivo debe asumir "compromisos claros" en el marco de la agenda gallega.

"Si las fuerzas que aspiran a gobernar, PSOE y Sumar, quisieran contar con el voto del BNG en la investidura de Pedro Sánchez, tendrán que comprometerse en firme con Galicia y cumplir todo lo que se acuerde", subraya. 

Partido decisivo

El diputado del Bloque, que no asistió a las consultas con Felipe VI, certifica que, si Feijóo se somete a la investidura, tendrá su voto en contra "en todo caso". "El pasado día 17 (constitución de la Mesa del Congreso) quedó constatado el fracaso de Feijóo", ha recordado Rego, quien cree que si el presidente del PP intenta una investidura sin tener los apoyos "lo que va a conseguir es que ese fracaso sea aún más visible y evidente".

Así a todo, ha considerado que en esta legislatura el BNG "va a ser decisivo". Por eso, ha instado a PSOE y Sumar a pactar esa "agenda gallega" sobre cuatro pilares: mayor inversión en servicios e infraestructuras, especialmente en el ámbito ferroviario; políticas sociales; atención a la crisis industrial, fomento del empleo, transición ecológica justa y políticas medioambientales adecuadas; y avances en el autogobierno.

En este contexto, Rego ha insistido en que que, como mínimo, Galicia debe asumir las competencias que tiene "pendientes" tras el "escandaloso saldo" del PP en la Xunta durante los años que gobernó Feijóo. De hecho, ve "urgente caminar para un nuevo modelo de financiación que acabe con el expolio fiscal" de la Comunidad.

Según sus cifras, en 2022, la diferencia entre lo que los gallegos pagaron en impuestos y lo que el Estado devolvió "fue de 5.082 millones de euros". "No es justo, esto debe cambiar", señala el nacionalista.