Los vecinos piden la desratización de la bodega de la calle Cervantes
El Ayuntamiento está procediendo a la limpieza de la parte frontal de la finca tras haber extraído toneladas de basuras de la parte posterior de la factoría abandonada
Después de que a lo largo de la semana pasada operarios contratados por el área de Urbanismo del Ayuntamiento procedieran a la limpieza de la parte posterior de la bodega abandonada situada junto a la barriada de José Antonio, que se había convertido en un lugar insalubre y refugio de toxicómanos, en estos días está saneando la zona delantera de la bodega, con fachada a la calle Cervantes.
Los trabajos se realizan después de las numerosas quejas ciudadanas, de los vecinos de la barriada de José Antonio y de Residencial La Salle (calle Rueda), que en muchas ocasiones habían denunciado la situación en que se encontraba este edificio abandonado, donde se han producido numerosos incendios, y en el que drogodependientes e indigentes vivían entre toneladas de bolsas de basuras.
El asunto fue denunciado por los vecinos al Defensor del Pueblo, José Chamizo, que en varias ocasiones ha visitado la barriada de José Antonio, junto con el Foro Social, y pudo comprobar la peligrosa situación que a nivel de salud pública presentaba la bodega, en cuyas inmediaciones juegan los niños. No obstante, y pese a que los vecinos han recibido con alivio los trabajos, en los que se están extrayendo toneladas de basura, se está produciendo la estampida de decenas de ratas que habían transformado el lugar en su inmundo feudo y que escapan asustadas por la presencia humana, irrumpiendo en las casas y pisos colindantes. Durante su huida algunas ratas han sido aplastadas por los automóviles en la misma calle Cervantes, pero muchas se que han quedado en la bodega, en los túneles que han excavado, "ratas tamaño conejo", según certifican los vecinos, que advierten que en algunos pisos han pasado a los cuartos de baño, como es el caso de bajo de Cervantes, 40. Por ese motivo, los vecinos reclaman que se proceda a la desratización de la bodega una vez que esté limpia de basuras y cascotes, para matar a estos peligrosos roedores, que incluso han accedido a las casapuertas, mostrando además una gran agresividad. Los vecinos insisten en que las ratas son transmisoras de muchas enfermedades, por lo que es necesario atajar la plaga.
La limpieza se efectúa después de una reunión que mantuvieron hace meses los vecinos con el alcalde, Enrique Moresco, que les confirmó que se habían iniciado los trámites para obligar a la empresa propietaria a limpiar la bodega, aunque finalmente ha tenido que ser El Ayuntamiento (tras la imposición de multas coercitivas por incumplir los requerimientos municipales", la que ha dado instrucciones de sanear la bodega de forma subsidiaria. También los vecinos de Residencial La Salle (en la calle Rueda), que han sufrido directamente el abandono de la bodega, se reunieron hace meses en Sevilla con el abogado de la empresa propietaria, sin obtener resultados del encuentro.
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