Vecinos de la barriada portuense de Malacara critican el diseño del nuevo parque de la plaza Tina Aguinaco

Denuncian que se han acometido las obras sin tener en cuenta la opinión de los vecinos

El Puerto recupera el Paseo Tina Aguinaco en Malacara, que ya cuenta con un nuevo parque infantil

Una imagen del nuevo parque, aún en obras.

La asociación vecinal Malacara–El Pinar desea manifestar públicamente su indignación ante la forma en que el Ayuntamiento ha gestionado la instalación del nuevo parque infantil en la Plaza Tina Aguinaco, una actuación que debía responder a las necesidades urgentes de la infancia en uno de los barrios más poblados y con mayor déficit de equipamientos de la ciudad.

En abril de 2025 la asociación presentó al Ayuntamiento una batería de propuestas detalladas, elaboradas colectivamente, para orientar el diseño del nuevo parque infantil financiado por la Diputación de Cádiz. Entre las propuestas destacaban elementos clave como la incorporación de sombra natural, materiales adecuados al clima, accesibilidad universal y, sobre todo, la realización de procesos de co-diseño con niñas, niños, madres, padres y cuidadores del barrio, propuestas que fueron ofrecidas de manera gratuita y ofreciendo en todo momento la colaboración de la asociación para llevarlas a cabo. "Por desgracia, ninguna de estas han sido escuchadas ni implementadas", lamentan.

"El Ayuntamiento rechazó abrir cualquier canal de participación, incumpliendo sus propios principios de buen gobierno, transparencia y planificación urbana con enfoque de infancia. El resultado ha sido la instalación de un parque infantil pobre, insuficiente y que no responde a las necesidades de la comunidad, ni a las expectativas de las familias ni a las necesidades reales del entorno", denuncian.

Para los vecinos "lo más grave es que el parque fue instalado sin haber arreglado previamente el pavimento deteriorado que lo rodeaba, lo que ha obligado a realizar obras posteriores que ya han dañado el equipamiento recién instalado. Esta cadena de errores técnicos y negligencias solo puede calificarse como una muestra clara de incompetencia municipal, incompetencia que sale cara a los portuenses, generando un coste cercano a 50.000 euros en el proceso, además de posibles sobrecostes por su mala instalación".

Desde Malacara-El Pinar reivindican "un urbanismo hecho con y para la gente, especialmente en barrios históricamente olvidados por las instituciones. El parque infantil debía ser una oportunidad para avanzar en justicia espacial, prevenir el impacto del cambio climático y crear oportunidades de participación ciudadana. Sin embargo, lo que se ha ejecutado es una actuación vertical, improvisada y desconectada de la realidad del barrio".

Ante esta situación, la entidad vecinao exige una explicación pública del Ayuntamiento sobre el proceso seguido; la incorporación inmediata de medidas correctoras (sombra, accesibilidad, vegetación); la apertura de un proceso de participación vecinal para evaluar y rediseñar el parque; y el compromiso de no repetir esta forma de actuar en futuras intervenciones urbanas.

"Además de sentido común, es una práctica de una gobernanza moderna y eficaz hablar con los futuros usuarios, con los niños, con las niñas y sus padres para crear algo que sea para todos. El modus operandi de este equipo de gobierno pasa por ignorar a la ciudadanía y vender proyectos vacíos a un barrio que ya no sentirá suyo este proyecto. Otra oportunidad pérdida y un retroceso más en el modelo de ciudad y en las posibilidades de nuestro barrio, cuyo parque infantil es la única inversión mal gestionada que ha recibido en las dos legislaturas de Germán Beardo", concluyen.

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