Flamenco

Una noche de recuerdo entre alegría y penas en la peña El Chumi

Una noche de recuerdo entre alegría y penas en la peña El Chumi.

Una noche de recuerdo entre alegría y penas en la peña El Chumi. / Bellido.

Viernes noche en el antiguo Matadero Viejo, sede de la peña cultura El Chumi. Se presenta a una joven promesa cantaora, Consuelo Haldón, con el toque de Antonio Dovao y al jaleo de palmas Lucas Vega y Lalo Castellano.

Ciclo de cante de jóvenes y noveles cantaores dedicado a nuestro maestro de las seis cuerdas Antonio Villar. El vicepresidente de la entidad, Manolo Quirós, presenta con con lágrimas en los ojos un reconocimiento a Manuel Rosillo Jiménez, presidente de la entidad que nos dejara prematuramente a causa de una enfermedad fulminante.

El patio se enmudeció  con plegarias al cielo en un minuto de silencio absoluto, el mismo que su respetable afición guarda cuando se canta. En ese silencio me imaginé la mayor expresión de la duquelas del cante por seguiriya, el dolor y la pena por la pérdida de su mayor exponente en los últimos años.

Esta noche Consuelo canta mirando al cielo, a sus 14 años. La peña seguirá con los actos y sus banderas e insignias estarán de luto hasta el 16 de octubre, a media asta y con crespones negros.

Consuelo Haldón con un conjunto negro, pantalón con un mantón de manila cruzando su cuerpo, sencilla y elegante. La joven cantaora de la escuela de peñas colombinas, que está creando grandes jóvenes, es ganadora de primeros premios, destacando el de la peña flamenca La Orden, que se remonta a 1979 y un grupo de amigos convirtiéndose en el ágora del género.

Consuelo tiene como maestro a Manolo Sierra, que ese brillante en bruto está modelando a una talla de arte como orfebre tallista. Comienza por tonás, cantes que se hacen solo a voz, los denominados a palo seco, haciendo un recorrido de todo el repertorio, con terminación con el dolor por carceleras que también quiso dejar el sentimiento por la pérdida. Un inicio fuerte, la noche promete. Suben los palmeros al jaleo del cante y el toque del maestro Antonio Dovao. Inicia geográficamente por los cantes de la sultana Córdoba interpretando sus alegrías, una variante comarcal cordobesa muy melodiosa, que debemos definirlas correctamente como cantiñas, que  divulgara en su tiempo Onofre, que fue el que le dio la impronta reposada de los cantes cordobeses.

Las palmas altas en volumen descompensan el buen hacer del cante de Consuelo, que lo interpreta y lo luce con el toque de Antonio Dovao. Soleá apolar, esa variante de soleá de Triana, de las vertientes más andaluzas de las mismas, denominada así porque se utilizaba para rematar un polo. El palo más arcaico, popularizado por el cantaor Tobalo de Ronda, haciendo mención en unas de su letras al maestro Fosforito.

Tientos por tangos, cante de los palos binarios, de tercios alargados, que el compás se ralentiza un cante para escuchar en la interpretación de sus melismas, terminado con la alergia a los propios tangos. Bulerías por soleá, un cante para escuchar, que su interpretación se hace del aligeramiento de la soleá para terminar por bulerías.

Haciendo un recorrido por los cantes desde Cádiz a Triana, por la campiña de Jerez, Lebrija, Utrera. Con su juventud Consuelo tiene un dominio interpretativo y conocedora de los cantes que demuestra en su interpretación, llenando el escenario de sabor, terminando su primera parte. Comparto mesa con mi mujer y familia de ella de nacionalidad polaca, meto los dedos y preguntó "¿qué?". Quiero meter espina para sacar corvina. No entiendo, pero me gusta la música y la bonita voz, la noche y las estrellas, está con una forma de cante de dolor y alegría. 

Segunda parte: Suena el toque guitarrero clásico de interpretación de la vieja escuela huervana, de la voz de Consuelo, el jipío Tiriti, ti, ti. Con fuerza por alto rompiendo sus metales, la madre de los cantes de la jondura la pena y las penurias cantadas.

Comienzo fuerte y con jondura, demuestra que es una niña que canta con el saber de una mujer más cantaora, no puede demostrar ser en su temprana edad. Suena la guitarra y el jaleo de palmas a los compases festeros de las bulerías. Suena jerez y de la misma forma que interpretó anteriormente con sus bulerías por soleá, al ritmo más alegre de la amalgama de este cante hace todo un circuito cantaor de los cantes de la tierra, sabe y demuestra que el estilo los sabe haciéndolo suyo en la interpretación. 

Canta y gusta su cante finalizando por los cantes de su tierra por Huelva, fandangos fuertes, valientes, naturales. Invita a subir y compartir los tercios de fandangos con Samu de la Dolores, ganador del certamen de la peña, el Chumi el Portón del cante. A dúo y al alimón interpretan. Una noche de juventud que saben estar en un escenario y saben el oficio del cante, una noche de recuerdo entre alegría y penas, que termina Consuelo Haldón con un fandango personalizado a la peña El Chumi y su agradecimiento. Así lo viví, lo sentí y sé que allá donde estés, Manolo, te sentiste aficionado de nuevo entre el arropamiento de tus gentes al cante. Hasta siempre presidente y amigo Manolo Rosillo… esté con Undivé.

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