Un cuadro de la Prioral portuense brilla en el Museo del Prado: la Basílica revela su tesoro artístico

El templo presta una obra maestra novohispana a la Pinacoteca Nacional

Los guardianes de la Prioral

Desembalaje de la obra en la Sala de Exposiciones del Museo del Prado.
Desembalaje de la obra en la Sala de Exposiciones del Museo del Prado.

El Puerto/Un tesoro artístico de la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros, Prioral de El Puerto de Santa María, ha sido seleccionado por el Museo del Prado para formar parte de su próxima exposición temporal, despertando el interés de expertos internacionales y confirmando la importancia del patrimonio artístico que alberga el templo portuense.

Se trata de un hito cultural que sitúa a El Puerto en el mapa del arte barroco transatlántico, de la mano de uno de los más reconocidos autores del Virreinato de la Nueva España.

El lienzo, óleo sobre lienzo de gran formato, con aproximadamente 200 × 155 centímetros, ha sido recientemente atribuido a José de Ibarra (1685–1756), destacado pintor del Virreinato de la Nueva España y discípulo de Miguel Cabrera. En 1751, Ibarra participó junto a Cabrera en la inspección de la tilma de Juan Diego, lo que permitió realizar un calco en papel aceitado y generar copias cercanamente idénticas a la original, entre ellas la que hoy conserva la Prioral.

'Virgen de Guadalupe con las cuatro apariciones', de José de Ibarra.
'Virgen de Guadalupe con las cuatro apariciones', de José de Ibarra.

Se trata de un óleo sobre lienzo, con marcado claroscuro y policromía novohispana típica del barroco latinoamericano. La Virgen se muestra en sus cuatro apariciones a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac, acompañada de la rosa mística y un ángel que sostiene su manto.

Los comisarios de la exposición, el profesor Jaime Cuadriello (Universidad Nacional Autónoma de México) y la profesora Paula Mues (Instituto Nacional de Antropología e Historia, México), avalaron la autoría tras un riguroso análisis estilístico y ocumental.

Un hallazgo inesperado

Resulta especialmente relevante que esta pintura no figuraba registrada como obra de José de Ibarra ni en el inventario de la Prioral, ni en los registros del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), ni en la ficha de restauración de la Academia de Santa Cecilia. Este redescubrimiento fue posible gracias al interés de los comisarios mexicanos del Prado, que estudiaron la obra in situ. El doctor Fernando de Tovar Pantin, responsable técnico del préstamo que viajó a Madrid y recibió de los especialistas una explicación pormenorizada sobre su valor histórico y artístico. Este reconocimiento académico confirma que la Prioral aún alberga joyas por descubrir y catalogar, reforzando la necesidad de continuar investigando y documentando todo su fondo.

La muestra 'Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España' se presenta en el edificio Jerónimos del Museo del Prado del 10 de junio al 14 de septiembre de 2025. Reúne unas 70 obras procedentes de España y México —pinturas, esculturas e impresos— que ilustran la difusión de la iconografía guadalupana en ambas orillas del Atlántico durante los siglosXVII yXVIII.

El profesor Jaime Cuadriello y la profesora Paula Mues han seleccionado la 'Virgen de Guadalupe con las cuatro apariciones' entre las piezas novohispanas más relevantes. Su objetivo es mostrar cómo esta devoción, originada en México, alcanzó gran impacto social y artístico en Europa y América Latina.

La inclusión de esta obra en el Prado no solo avala su valor artístico e histórico, sino que también pone de relieve la riqueza patrimonial de la Basílica Prioral. Construida con piedra arenisca de la sierra de San Cristóbal en el siglo XV, combina el estilo gótico‑flamígero (Puerta del Perdón) con retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII y un templete neoclásico proyectado por el arquitecto portuense Torcuato Benjumeda. En su interior se conservan, además de este lienzo, obras en plata mexicana, esculturas de Pedro Roldán y una valiosa imaginería novohispana.

Este hito ha sido posible gracias a un trabajo riguroso y coordinado entre la Prioral y el Museo del Prado. El párroco Antonio Sabido Salguero encargó la operación al doctor Fernando de Tovar Pantin, especialista en conservación, quien lideró el proceso de préstamo con el apoyo del conservador Iván Boronat Doval, garantizando un traslado con todas las garantías técnicas y científicas .

Un cuidadoso proceso de traslado

Para el desmontaje y embalaje se diseñaron soportes específicos y materiales de protección adecuados a la fragilidad y dimensiones del lienzo. Se realizó un minucioso estudio de mercado para seleccionar a empresas certificadas en transporte de patrimonio artístico. Un tasador independiente valoró la pieza conforme a criterios de mercado y su relevancia histórico‑artística. Se suscribió además una póliza de seguro internacional con cobertura durante el traslado, almacenamiento y exposición dentro del Prado, garantizando indemnizaciones nte cualquier eventualidad.

En el Museo del Prado, el doctor de Tovar y el conservador Iván Boronat Doval supervisaron el desembalaje, verificando in situ el estado de conservación. Mientras tanto, el Museo movilizó a un equipo multidisciplinar —técnicos de conservación, curadores, montadores y especialistas en climatización— para asegurar las condiciones óptimas de exhibición.

Detrás de esta colaboración hay un importante grupo de portuenses implicados en la conservación y estudio del patrimonio de la Prioral. Desde hace tres años Fernando de Tovar Pantin, especialista en conservación de pintura, viene restaurando de forma voluntaria diversas obras de la Basílica. Recientemente se ha unido al proyecto el conservador Iván Boronat Doval, con quien ha iniciado una ambiciosa intervención en el ábside del templo, donde se ubica el baldaquino.

El nuevo proyecto abarca la recuperación de siete tallas de santos y ángeles, así como de cinco pinturas monumentales (de aproximadamente 3×5 metros cada una), que fueron cuidadosamente descolgadas de los muros el pasado mes de diciembre. Cada lienzo pesa cerca de 350 kilos y se encontraba a más de 12 metros de altura. De esas cinco piezas, dos ya han sido restauradas gracias al esfuerzo técnico y humano de este equipo.

El objetivo ahora es continuar este proceso integral de recuperación patrimonial, para lo cual se prevé solicitar apoyo a la Junta de Andalucía, ya que el proyecto carece de financiación suficiente. A esta iniciativa se han sumado también expertos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), profesores de la Universidad de Cádiz y de la Universidad de Sevilla, así como historiadores del arte y técnicos especializados que, desde el rigor académico, trabajan en la puesta en valor de todo este legado.

Este esfuerzo colectivo demuestra que El Puerto no solo posee un tesoro artístico y arquitectónico de primer nivel, sino también un capital humano comprometido, cuya implicación está resultando clave para rescatar y dar a conocer la riqueza de la colección artística de la Prioral.

Hasta ahora, la 'Virgen de Guadalupe con las cuatro apariciones' se encontraba colgada sobre la cancela de la Capilla del Nazareno, a gran altura y con difícil acceso visual para los feligreses y visitantes. Tras su regreso del Prado, la parroquia buscará una ubicación más acorde con su valor para que pueda contemplarse adecuadamente.

Este cambio simboliza cómo muchas de las obras de la Prioral permanecen relegadas, ocultas o difíciles de contemplar, lo que impide apreciarlas y valorar su auténtica dimensión artística.

Planificar un nuevo emplazamiento para esta pintura contribuirá no solo a mejorar la experiencia de quienes visiten la iglesia, sino también a concienciar sobre la importancia de ubicar y exhibir correctamente todas las piezas de la colección, para que el público pueda valorarlas y sentir orgullo por su riqueza cultural.

La participación de la Prioral en esta exposición en el Prado supone un impulso para considerar la restauración del templo como una prioridad cultural y colectiva. Apostar por su recuperación es reforzar nuestra identidad compartida, preservar un legado histórico y promover el desarrollo cultural y turístico de El Puerto de Santa María.

La recién anunciada última subvención otorgada por la Diputación Provincial supondrá un importante aliento, pero es necesario un impulso continuado —tanto institucional como diocesano y ciudadano— para asegurar que esta joya artística y arquitectónica siga brillando. Conocer, valorar y participar en su conservación permitirá a todos sentir el orgullo de salvaguardar un patrimonio de alcance universal.

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