Bomberos de El Puerto rescatan a una decena de personas con movilidad reducida en la Plaza de Toros

La avería del ascensor supuso que los espectadores, la mayoría en silla de ruedas, tuvieran que ser evacuados en grúa por el balcón de presidencia

Un grupo de personas con movilidad reducida se quedan sin toros por una avería en el ascensor de la plaza

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Rescate en la plaza de toros de El Puerto

Dantesco, esperpéntico, grotesco... A la altura de una escena de cualquier película de Buñuel. Y no es un decir. En el Ángel Exterminador (estrenada por el turolense en 1962 ) un grupo de amigos que acude a una fiesta no puede salir de una habitación. Y ayer pasó prácticamente lo mismo en la Plaza de Toros de El Puerto cuando una decena de espectadores con movilidad reducida no pudieron abandonar el coso taurino. El motivo: el único ascensor de la plaza no funcionaba y quedaron atrapados en los pisos superiores. La solución: bajar a todos ellos con una grúa hasta el ruedo con la ayuda de los bomberos. Toda una hazaña. Pero empecemos por el principio.

La tarde, una de las más esperadas de la temporada, comenzó bien. En el caso de J.M esto ya era todo un logro. "No es la primera vez que me tengo que dar la vuelta para mi casa y me quedo sin ver los toros porque no puedo acceder a mi localidad por estar roto el ascensor", explica este aficionado. Afortunadamente, aquel día la suerte le sonreía (aparentemente) y la tarde fue buena. Morante y Talavante triunfaron. Sin embargo ya antes de acabar, justo en el quinto toro, a J.M le indicaron que el ascensor que antes lo había subido ya no lo iba a poder bajar. Ni a él ni a los otro nueve espectadores que no podía hacer uso de las escaleras. "La solución que nos propusieron es que nos fuéramos al Palco Real. Y tocó esperar a que llegaran los bomberos". No obstante, como todo en esta vida, la cosa se volvió a complicar ya que el camión con grúa y con cesta no solo tuvo que esperar a que se disolviese la multitud de personas que celebraban la salida por la Puerta Grande de los triunfadores de la tarde, sino que también tuvo que maniobrar con dificultad ya que el vehículo "cabía a lo justo". Y la cosa no queda aquí. "En el momento de la verdad mi silla no cabía en la cesta", explica J.M. "La solución fue cogerme (yo no tengo movilidad de pecho para abajo), sentarme en una silla que si cabía, bajarme, bajar mi silla sin mí por la escalera, y luego volver a pasarme a la mía", explica. Sin duda alguna toda una odisea.

Momento en el que el camión de bomberos consigue entrar en el ruedo.

"Esto no puede ocurrir más", asegura A., otro de los espectadores que también quedó atrapado. "Había una mujer de 90 años a la que le daba miedo subirse en la grúa y es normal. Hay gente que fue bajada desde el segundo piso", asegura este usuario que está acostumbrado también a encontrarse con dificultades a la hora de acceder a los festejos. "Pero ninguna vez como esta".

No obstante, los problemas con el ascensor no es algo nuevo. En concreto la Plaza Real cuenta con dos ascensores: uno en sol y otro en sombra. El primero de ellos, carece de maquinaria para su funcionamiento. El segundo suele estar averiado la mayoría de las veces, convirtiendo la velada para estas personas en una especie de ruleta rusa donde, a pesar de tener su correspondiente entrada, no se sabe si podrám acceder a sus localidades. De hecho este tema no es nuevo y desde hace años distintos usuarios a nivel personal y colectivos como La Gaviota, denuncian la situación. "La asociación La Gaviota muestra la indignación del colectivo y considera que la desidia municipal provoca una discriminación real de las personas con discapacidad, en particular de las personas con movilidad reducida, que debe ser inmediatamente corregida, adoptando de forma urgente las medidas necesarias para que esta situación no vuelva a ocurrir", han emitido en un comunicado desde la asociación quien ha agradecido la labor del Consorcio de Bomberos de la provincia de Cádiz, del cuerpo de Protección Civil y del personal de la Real Plaza de Toros de El Puerto quienes en todo momento " intentaron mantener informadas y dar apoyo a las personas atrapadas". Por el contrario no se encuentran las mismas palabras alentadoras para Carmelo Navarro, concejal de la Plaza de Toros, a quien la asociación recrimina que "a pesar de encontrarse allí, en ningún momento se dirigió a los afectados para interesarse de primera mano por su estado. No dio la cara". "Cuando un aficionado, y socio de la Asociación La Gaviota, le recriminó la dejadez municipal ante el problema que arrastra el ascensor desde hace años, mostró una actitud falta de empatía respondiéndole con un lacónico: ”¿Qué quieres que haga? Esa es tu postura, la mía es que hace 15 días el boletín de ascensor estaba correcto"”.

"Desde la asociación La Gaviota se considera inadmisible la actitud del concejal de la Plaza de toros con los afectados en particular, y en general con todo el colectivo de personas con diversidad funcional que sufre esta manifiesta dejadez", aseguran desde la asociación en un acto ciego de fe confiando en que esta estampa tan bochornosa no se vuelva a repetir.

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