De autónomo a arruinado

José María Gutiérrez regentó una papelería y un bar en Valdelagrana. Hace cinco meses se vio obligado a cerrarlos por las deudas. Vive ahora de la ayuda de entidades solidarias

José María Gutiérrez, en un despacho que un amigo le ha prestado para guardar los objetos de su librería.
José María Gutiérrez, en un despacho que un amigo le ha prestado para guardar los objetos de su librería.
E. M. Cañas / El Puerto

18 de noviembre 2008 - 01:00

8.788 parados. 8.788 dramas personales. Una de ellas es la de José María Gutiérrez Polanco. Se apuntó a las listas del SAE (Servicio Andaluz de Empleo) el pasado mes de junio. Con 64 años se veía en la necesidad de inscribirse en este listado para buscar empleo tras haber perdido casi todo. Más de 30 años dedicados a sus negocios se fueron al traste por las deudas. Ahora, mientras reclama un trabajo, tira hacia adelante gracias a la ayuda de algunas asociaciones (Cáritas y Nueva Bahía, fundamentalmente) y del Área de Bienestar Social (que le sufraga el alquiler de una vivienda).

José María Gutiérrez regentaba una librería en Valdelagrana, Don Quijote. En principio, la tenía ubicada en los bajos del edificio Puerto Gades. Años después, y debido a la apertura de otros comercios en las cercanías, optó por trasladarse dado que el volumen de negocio comenzó a descender. Alquiló un local de grandes dimensiones, que dividió en dos. Uno lo destinó para la librería. El otro lo dejó en bruto con idea de subarrendarlo.

Pero, a pesar del nuevo emplazamiento, el negocio siguió sin funcionar. "En España, cada vez hay más librerías que cierran porque cada vez se lee menos", apunta. Para voltear la situación, José María Gutiérrez creyó que lo más conveniente era invertir en el otro local para montar un bar y así buscar una alternativa. El Rincón portuense lo llamó. Pero fue la puntilla y su ruina. La importante inversión para poner en marcha el establecimiento no trajo consigo el ansiado beneficio ya que nunca llegó a cuajar. Y, mientras tanto, comenzaban a acumularse las deudas con el banco y la Seguridad Social. Todo fue a pique el pasado 17 de junio cuando se vio obligado a cerrar el bar. Ya, por aquel entonces, había "malvendido" su casa y su coche. "Para pagar deudas", asegura.

Sin ayuda económica, recurrió en primer lugar a los vecinos de Valdelagrana. En la mayoría de los buzones de esta zona dejó un papel explicando su situación y pidiendo ayuda económica. Ésta la encontró en la parroquia de Valdelagrana y en los mercedarios. Algún que otro vecino también ayudó económicamente a José María Gutiérrez y a su familia (con dos hijos a su cargo de 18 y 17 años). No disfruta de prestación por desempleo puesto que no tienen derecho a ella los trabajadores autónomos.

Desde entonces, comenzó a desenvolverse por un 'mundillo' que confesaba desconocer. Comenzó a frecuentar el club de empleo, un servicio del Ayuntamiento para ayudar en la búsqueda de ocupación laboral, y a consultar diariamente páginas webs como 'infojob'. Muchos currículos enviados pero pocas respuestas. Y siempre la misma. "Ya te llamaremos". También conoció la labor de las asociaciones solidarias. "Me sorprendió bastante la alegría con la que te ayudan", agrega

Sigue en su empeño de buscar empleo pero sabe que su edad es un handicap. Además, la situación económica actual tampoco facilita las cosas. "Yo he hablado con compañeros comerciantes para pedirles un trabajo. Pero me dicen que ellos están echando a gente porque no llegan a final de mes".

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